Un viento africano traer¨¢ hasta 40?C a la pen¨ªnsula desde este fin de semana

Este a?o, el tiempo no da un respiro. No sabe ya a uno a lo que atenerse. Primero calor, luego fr¨ªo, luego calor y fr¨ªo a la vez y, por si fuera poco, lluvias aleatorias que salen de la nada, te calan hasta el hueso en diez minutos, y se marchan. Est¨¢n los cielos como el mundo: loco, loco. Aunque no se puede decir que sea algo in¨¦dito. Ya lo dec¨ªa el refranero. Despu¨¦s de un mayo marceado lo m¨¢s seguro es que venga un marzo mayeado. Es lo que hay. Pero es que junio tambi¨¦n trae sorpresas.

La mayor¨ªa de los habitantes de la pen¨ªnsula ya estaban respirando aliviados y dando gracias a la providencia. Porque, en lo que llevamos de mes, aunque ha hecho cierto calor, las temperaturas han sido razonablemente soportables teniendo en cuenta la ¨¦poca del a?o y las experiencias anteriores. Incluso ha habido un pu?ado de ma?anas agradables, de esas que invitan a pasear o hacer footing. Pero se acab¨® la tranquilidad. Viene un viento c¨¢lido que va a barrerlo todo.

Al menos, eso vaticina la Aemet. Seg¨²n la agencia meteorol¨®gica, vienen corrientes de aire achicharrante. Y no de cualquier parte. Sale de las mism¨ªsimas dunas candentes del norte de ?frica. Aunque es cierto que esto tampoco es cosa nueva, no por eso deja de ser desagradable tener que hacer frente a uno de estos par¨¦ntesis de sudores pegajosos. El consuelo es que no durar¨¢ demasiado. Comenzar¨¢ a sentirse a partir del domingo y se extender¨¢, m¨¢s o menos, hasta el jueves de las semana pr¨®xima.

Gorra, gafas y ba?ador

La escalada en los term¨®metros va a ser generalizada, pero hay algunos puntos que, como casi siempre, tienen las peores papeletas. Que se preparen para derretirse sobre las aceras los que vivan en el suroeste o en el centro de la pen¨ªnsula. Hasta 43 ?C de m¨¢xima habr¨¢ en Sevilla y C¨®rdoba durante la cresta del megal¨®mano arranque t¨¦rmico. Pero sus hermanas andaluzas no correr¨¢n una suerte mucho mejor. Nadie se va a librar en este rinc¨®n del reino de resoplar y mirar hacia arriba con desesperaci¨®n, como suplicando al sol que se apague un poquito.

Pero es que hasta de noche se sentir¨¢n los efectos. Unos 22 ?C en los peores momentos. El sufrimiento del noroeste, es cierto, ser¨¢ algo menor. Pero tampoco mucho. Entre 34 y 36 ?C habr¨¢ el s¨¢bado en el valle del Mi?o. Eso s¨ª, los que se libran casi por completo son los canarios. Haciendo gala de su tradicional mesura clim¨¢tica, los sure?os territorios insulares se mantendr¨¢n en su habitual y agradable veintena cent¨ªgrada. Los dem¨¢s, a sacar la gorra, las gafas y el ba?ador.