Un marinero y su perra sobreviven tras tres meses en alta mar
A las pocas semanas de emprender el viaje una tormenta da?o su embarcaci¨®n. El agua de lluvia y el pescado crudo les ayud¨® a sobrevivir.
Hace cosa de tres meses el australiano Tim Shaddock emprendi¨® una aventura en compa?¨ªa de su perra, Bella. A sus 54 a?os busc¨® una nueva experiencia, y el pasado mes de abril se subi¨® a su catamar¨¢n, Aloha Toa, en La Paz, en el estado mexicano de Baja California Sur. El objetivo, llegar hasta la Polinesia Francesa: un viaje de m¨¢s de 6.000 kil¨®metros.
Pero a las pocas semanas el viaje sufri¨® un inesperado rev¨¦s. Una fuerte tormenta en aguas del Oc¨¦ano Pac¨ªfico dej¨® seriamente da?ada la embarcaci¨®n. El superviviente, incomunicado, qued¨® as¨ª en una ¡°en una situaci¨®n extremadamente precaria sin provisiones adecuadas ni refugio¡±. Durante estos tres meses consigui¨® mantenerse con vida, junto a su mascota, aliment¨¢ndose de pescado crudo y bebiendo agua de lluvia.
Por fortuna, la historia de este vecino australiano ha tenido un final feliz. Esta semana fue avistado y rescatado por un buque atunero mexicano, que le encontr¨® flotando en aguas internacionales. Despu¨¦s de una larga traves¨ªa, Shaddock ya ha pisado tierra y ha contado c¨®mo fue su experiencia. ¡°Ha sido un calvario. He estado solo en alta mar durante mucho tiempo¡±, ha asegurado al medio australiano 9News.
La empresa atunera que le encontr¨® asegura que se encontraba en una situaci¨®n ¡°extremadamente precaria¡±, por lo que tras el rescate se le dio atenci¨®n m¨¦dica. El barco estaba en un viaje ordinario de pesca a m¨¢s de 2.000 kil¨®metros de la costa, cuando varios miembros de la tripulaci¨®n avistaron al n¨¢ufrago y lo pusieron en conocimiento del capit¨¢n, ?scar Meza.
¡°Pens¨¦ que no iba a estar vivo¡±
Tras casi 90 d¨ªas subido a un catamar¨¢n averiado, y sin posibilidad de arribar a tierra, finalmente se encuentra a salvo despu¨¦s de una complicada experiencia, de la que lleg¨® a pensar que no saldr¨ªa con vida. ¡°Me siento bien. Me siento mucho mejor de lo que estaba. Solo puedo estar agradecido. Estoy vivo, y realmente pens¨¦ que no lo iba a estar¡±, dijo una vez lleg¨® al puerto de Manzanillo, a m¨¢s de 300 kil¨®metros de Ciudad de M¨¦xico.
Ahora Shaddock, delgado, con pelo largo y luciendo una frondosa barba, solo quiere descansar y comer bien. ¡°He pasado por un duro calvario en alta mar. Solo necesito un poco de descanso y buena comida, porque he estado solo en el mar durante mucho tiempo¡±. Pero la situaci¨®n vivida no le impide pensar en la pr¨®xima aventura, y piensa ya en embarcarse de nuevo en su catamar¨¢n, con el que ha recorrido diversas partes del mundo.
El australiano, que se define como una persona tranquila a la que le gusta disfrutar de la soledad de oc¨¦ano, consigui¨® evitar las quemaduras del sol gracias a un toldo que lleva en su embarcaci¨®n. Cuestionado por el motivo de su viaje, asegura no estar seguro de tener la respuesta. ¡°Disfruto mucho navegando y amo a la gente del mar. Es la gente del mar la que nos une a todos¡±.
Los m¨¦dicos se mostraron sorprendidos ante su buen estado de salud, despu¨¦s de pasar tres meses a merced del oleaje en el Pac¨ªfico. Ni el hombre ni el can sufrieron enfermedades ni lesiones graves, mientras que los signos vitales de ambos son normales y permanecen estables. No obstante, tardar¨¢n algunos meses en recuperarse f¨ªsica y mentalmente de una aventura que, felizmente, acab¨® bien.