Un jubilado dona unas zapatillas y olvida dentro sus ahorros de toda la vida: ¡°Lo ¨²nico que quiero es que caigan en buenas manos¡±

Lo que contamos en este art¨ªculo puede entenderse de varias formas. La historia de este hombre est¨¢ sujeta a su interpretaci¨®n, imaginaci¨®n y capacidad de creaci¨®n. Si desea usted un final tr¨¢gico, puede dibujarlo en sus enso?aciones y nadie lo sabr¨¢. Lo mismo ocurre si opta por un devenir optimista y fabrica un desenlace tan genial como generoso para sus protagonistas.

El principal actor de la historia es un hombre jubilado que don¨® en el Club Independiente de Avellaneda (de la primera divisi¨®n Argentina) un par de zapatillas para ayudar a los afectados por las inundaciones de Bah¨ªa Blanca, una ciudad del sur de la provincia de Buenos Aires. El hombre asegur¨® a la cadena TN haber olvidado gran parte de los ahorros de su vida dentro de los zapatos entregados.

Conocedor de este ¡®error¡¯, quiz¨¢s no lo fue, el hombre asegur¨® en la televisi¨®n que ¡°las zapatillas ya se fueron¡±. Se presentaba a s¨ª mismo como un hombre derrotado, el humano vencido que hab¨ªa sacrificado sus ahorros, sus zapatillas, todo en conjunto, para que alguien pueda salir adelante. Un hombre arrodillado por su error, pero que le mira directo a los ojos. ¡°Lo ¨²nico que quiero es que caigan en buenas manos¡±, explic¨® a TN.

?Fue una equivocaci¨®n? Esa es la primera inc¨®gnita que su materia gris debe responder. El hombre es an¨®nimo porque as¨ª lo quiso, pidi¨® a la cadena de televisi¨®n que no mostrase su rostro. Tampoco queda desvelado el destino de las zapatillas. ?Las recoger¨¢ alguien que realmente lo necesite? ?O le llegar¨¢n a alguien que decidir¨¢ coger el dinero y abandonar los zapatos una vez m¨¢s a su suerte?

De aqu¨ª sacar¨¢ usted una f¨¢bula o una desgracia. Si ser¨¢ una historia repleta de humanidad o del peor de los azares, donde los que m¨¢s tienen siguen recibiendo m¨¢s que el resto, incluso cuando un buen hombre intenta lo contrario. Aunque el mundo anhele la equidad, siempre habr¨¢ lugar para la injusticia. En el peor de los casos, se visualiza un futuro brillante donde la humanidad es feliz, pero el azar juega en su contra y hace resbalar a un futbolista que toca dos veces el bal¨®n al tirar un penalti decisivo.

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