Un exmilitar de EEUU dice que el Gobierno tiene restos biol¨®gicos de alien¨ªgenas
David Grusch, antiguo alto cargo de inteligencia del ej¨¦rcito del Aire, revel¨® que el Estado tiene un programa secreto para capturar fen¨®menos a¨¦reos no identificados.
Durante el siglo XX la cultura popular norteamericana vio en los alien¨ªgenas una de las figuras m¨¢s ic¨®nicas y representativas de los nuevos tiempos. Historias de luces en el cielo nocturno que iluminaban carreteras inh¨®spitas, avistamientos de platillos volantes y humanoides que sal¨ªan de naves espaciales se convirtieron en partes de un fen¨®meno asumido como real por buena parte de la poblaci¨®n. Con el paso de los a?os ha perdido credibilidad en el imaginario colectivo. Hasta ahora. El motivo: una filtraci¨®n de un exmilitar en pleno Congreso.
Se llama David Grusch. Quien fuera alto cargo de inteligencia en el ej¨¦rcito del Aire, conocedor de asuntos ocultos de la naci¨®n, ha sido tambi¨¦n el responsable de pulsar el bot¨®n de la discordia en la c¨¢mara parlamentaria al asegurar que Estados Unidos tiene desde hace d¨¦cadas un programa secreto con el que captura, recupera y estudia los fen¨®menos a¨¦reos no identificados (UPA, por las siglas en ingl¨¦s). Estas siglas encierran tambi¨¦n posibles fen¨®menos atmosf¨¦ricos y f¨ªsicos, no necesariamente hace referencia a alien¨ªgenas. Pero el propio Grusch, por si alguien ten¨ªa dudas, s¨ª habl¨® directamente de marcianos.
El Gobierno ocultar¨ªa ¡°biolog¨ªas no humanas¡±
Grusch, encargado de la direcci¨®n del grupo de trabajo del Pent¨¢gono sobre estos casos misteriosos, hab¨ªa recibido la orden de identificar todos los dispositivos y programas del Estado que tuvieran por objeto cubrir los fen¨®menos extraterrestres. Le fue revelada la verdad. ¡°En el desempe?o de mis funciones, fui informado de la existencia de un programa extendido durante d¨¦cadas de captura e ingenier¨ªa inversa, al que fui denegado el acceso¡±, afirm¨® delante de los congresistas.
La comparecencia, organizada por el comit¨¦ de supervisi¨®n de la C¨¢mara de Representantes, que en este momento se encuentra encabezado y liderado por el Partido Republicano, se convirti¨® entonces en un polvor¨ªn de preguntas. Una de ellas formulaba a Grusch una cuesti¨®n espinosa: ¡°?est¨¢ el Gobierno de Estados Unidos en posesi¨®n de objetos extraterrestres accidentados en la Tierra?¡±. Contundente, el exmilitar respondi¨®: ¡°sin duda¡±.
Una nave ¡°del tama?o de un campo de f¨²tbol¡±
Y fue a m¨¢s. No solamente asegur¨® que exist¨ªan estos objetos. Tambi¨¦n dijo que se hab¨ªan encontrado ¡°biolog¨ªas no humanas¡±. Es decir, vida extraterrestre. Aunque no es la primera vez que Grusch lo afirma, puesto que en otras entrevistas tambi¨¦n ha incidido en la existencia de este tipo de elementos UPA, este escenario eleva a la categor¨ªa de verdad aquello que relata: en el marco del Congreso los parlamentarios hablan bajo juramento.
La lluvia de preguntas se convirti¨® en una tormenta el¨¦ctrica. Y el exmilitar, que cumple con sus prestaciones y limitaciones legales, no respondi¨® a m¨¢s porque la informaci¨®n clasificada ¨²nicamente puede revelarse en sesiones cerradas. Y los diputados deben tener acceso a dicha informaci¨®n. En otras ocasiones, cuando ha aportado m¨¢s detalles por encontrarse fuera de parlamento, ha ido m¨¢s all¨¢. Mucho m¨¢s all¨¢.
En una ocasi¨®n, dijo a NewsNation que el Gobierno patrio ten¨ªa una nave ¡°muy grande, del tama?o de un campo de f¨²tbol¡±. Y hasta asegur¨® que Estados Unidos recuper¨® otra ¡°nave con forma de campa?a¡± a la Italia fascista de Benito Mussolini en 1933. Sea como fuere, con todo lo que espet¨® delante de los congresistas, no ha hecho sino sembrar una semilla que clama por la transparencia del gobierno norteamericano. Y revivir las esperanzas de aquellos que desconfiaron de la versi¨®n gubernamental del caso Roswell.