Un amigo del CEO del sumergible Titan: ※Era una ratonera para millonarios§
Karl Stanley, quien ya mont車 en el sumergible en una de sus primeras expediciones, envi車 numerosos correos a Stockton Rush para evitar que se realizara el viaje. No recibi車 respuesta.

Ha pasado un mes desde que el mundo contuviese la respiraci車n cuatro largos d赤as. Las 96 horas de autonom赤a de las que dispon赤a el Titan definieron una carrera a contrarreloj en la que el objetivo era, b芍sicamente, buscar una aguja en un pajar. O un trozo de metal en el Oc谷ano. Y se encontr車. Desde entonces y hasta hoy, todav赤a siguen rescat芍ndose historias de aquel viaje fallido en busca de un pecio silente.
La 迆ltima proviene de los labios de un antiguo pasajero del Tit芍n, Karl Stanley, que era amigo del director ejecutivo de OceanGate -y v赤ctima de su propio experimento tur赤stico-, Stockton Rush. Sin rodeos. Ha sido tajante al afirmar que sab赤a que aquel descenso al fondo marino terminar赤a en desastre, en una entrevista a 60 Minutes Australia; y, en unas palabras que encierran la impotencia de quien advierte un peligro y no es escuchado, ha lamentado que su antiguo colega insistiera en la creaci車n de aquella ※ratonera para multimillonarios§.
※Literal y figurativamente sali車 con la mayor implosi車n en la historia de la humanidad con la que puedes salir§, ha descrito Stanley, adoptando un tono que roza los l赤mites del realismo. Y, aunque las sospechas fueran fundamentadas, no ha dudado un segundo en afirmar que ※definitivamente sab赤a que iba a terminar as赤§. Entonces la resignaci車n hacia su amigo se torna en una extra?a dureza: ※Fue la 迆ltima persona en asesinar a dos multimillonarios a la vez y hacer que pagaran por el privilegio§.
Las cr赤ticas infundieron una absurda valent赤a a Rush
En realidad, la base del convencimiento de Stanley tiene un orden l車gico. ※La parte mec芍nica que fall車 fue el tubo de fibra de carbono§, ha recreado en su mente, bas芍ndose en las sospechas que ya habitaron su pensamiento cuando 谷l viaj車 dentro del sumergible. Y no anda muy lejos. La evidencia que respalda la teor赤a m芍s aceptada, la de la implosi車n, pone como principio del fin un fallo en el casco del submarino. Esta parte estaba, precisamente, construida con fibra de carbono. Y, al mismo tiempo, este material ni se emplea en estos dispositivos ni se recomienda.
Aunque los hechos siguen siendo investigados por la Guardia Costera de los Estados Unidos, en colaboraci車n con importantes agencias internacionales, ya existe un retrato m芍s o menos fiel a la realidad. Un 車leo triste sobre lienzo cruel. Un cuadro que Stanley, insiste, vio venir. Seg迆n ha mencionado en la entrevista, los ※crujidos§ que escuch車 en la estructura le preocuparon tanto que, afirma, estaba desesperado por transmitirle a Rush el riesgo que en el que incurr赤a al iniciar el viaje.
El director de OceanGate no respondi車 a ninguno de sus correos y, al final, fue imposible esquivar la cat芍strofe. Rush sol赤a criticar, seg迆n cuenta su antiguo colega, las ※acusaciones desinformadas de los expertos de la industria§. A todos los consejos que buscaban evitar el peor escenario posible hizo o赤dos sordos. Piensa Stanley que, lejos de hacerle entrar en raz車n, le infundieron una valent赤a absurda que no hizo sino animarle a poner en marcha el 迆ltimo viaje de su vida.