Qui¨¦n es Chris Brown, el millonario que se salv¨® del drama del Titan: ¡°Ya no puedo subirme a esta cosa¡±
El magnate brit¨¢nico de 61 a?os, cuya fortuna procede del mundo del marketing digital, decidi¨® no embarcar porque hab¨ªa ¡°cosas chapuceras¡±, ¡°riesgo de engancharse¡± y evitaba la certificaci¨®n.


Cuando el Titanic naufrag¨® en las fr¨ªas aguas del Atl¨¢ntico el mundo se detuvo. El hundimiento m¨¢s famoso de la historia convirti¨®, en ese instante, a la embarcaci¨®n y todo lo que la rodeaba en una m¨¢quina de cr¨®nicas y relatos, de chismes y narraciones, am¨¦n del cementerio congelado que descend¨ªa y descend¨ªa hasta el fondo marino.
La m¨ªtica orquesta, que no dej¨® de tocar en ning¨²n momento; la bravura de Molly Brown, la superviviente m¨¢s famosa de la tragedia; o las leyendas sobre los hermanos del trasatl¨¢ntico y los botes de rescate. Y fueron igual de famosas las que se contaban en tabernas inglesas, aquellas que hablaban de la suerte inexplicable de tantos afortunados que ten¨ªan un billete y que nunca llegaron a canjearlo por el viaje. Aquellos que pudiendo subir no lo hicieron.
De la ilusi¨®n inicial a la decepci¨®n en Bahamas
Tras la tragedia del Tit¨¢n han resucitado las an¨¦cdotas y las historias, muchas con un parecido escalofriante al incidente de 1912. Una de ellas la protagoniza Chris Brown, un magnate brit¨¢nico de 61 a?os que iba a embarcar en el sumergible de OceanGate, pero que finalmente rechaz¨® por desconfianza. Ahora asegura que no podr¨ªa jam¨¢s hacerlo.
Amigo personal de Hamish Harding, el multimillonario brit¨¢nico que perdi¨® la vida en el fallido viaje a las ruinas del Titanic, Brown se dedica al mundo del marketing digital. Seg¨²n recoge el Daily Mail, ambos colegas tomaron la decisi¨®n, entre cervezas y en una isla privada, de pagar la fianza del 10% de la traves¨ªa submarina.
Todo cambi¨® cuando Brown acudi¨® a las Bahamas para comprobar la evoluci¨®n del artefacto. Era 2018, y, en sus palabras, algunas partes eran ¡°un poco chapuceras¡±. En declaraciones al rotativo brit¨¢nico The Sun, confes¨® un hallazgo fatal: ¡°Descubr¨ª que utilizaban viejos postes de andamiaje para lastrar el submarino y que sus controles se basaban en mandos de juego de ordenador¡±.
'Doing it at frequency every 30 minutes - that suggests human'
— BBC Breakfast (@BBCBreakfast) June 21, 2023
Chris Brown, a friend of Hamish Harding, spoke to #BBCBreakfast after reports 'underwater noises' have been heard from the missing Titanic sub which has 5 people on boardhttps://t.co/cGTcGPcYqh pic.twitter.com/2ZMS0miJfk
No queda ah¨ª. ¡°Si quieres construir tu propio submarino, probablemente puedas utilizar barras viejas de los andamios, pero se trataba de una nave comercial¡±, lamenta Brown. Sus reproches no van dirigidos hacia la estructura del sumergible, sino al riesgo que conlleva para la seguridad de unas personas con las que est¨¢s comerciando. Pero hay m¨¢s: ¡°No me gustaban algunas cosas del dise?o, como los propulsores en el exterior con los cables all¨ª. Me parec¨ªa que aquello corr¨ªa peligro de engancharse¡±.
El mundo se volvi¨® a detener
La guinda de la decepci¨®n fue la ausencia de cualquier tipo de certificaci¨®n, lo que acarreaba que esas imperfecciones que se observaban en el dise?o no ser¨ªan notificadas ni, muy probablemente, corregidas. ¡°Parec¨ªa que no ten¨ªan intenci¨®n de obtener ninguna certificaci¨®n para bajar a esas profundidades una vez y mucho menos varias veces¡±.
Y as¨ª fue. OceanGate dio luz verde al plan y logr¨® sumergirse el artefacto. Hubo ¨¦xito, pero no fue duradero. La implosi¨®n del Tit¨¢n confirm¨® las sospechas de un Brown que, igual que las historias de los parroquianos en los bares ingleses durante 1912, no embarc¨® en el ¡®viaje prometido¡¯. ¡°Ya no puedo subirme a esta cosa¡±, asevera, consciente de que, igual que ocurri¨® con el Titanic, el mundo se volvi¨® a detener en las mismas aguas fr¨ªas que ya hab¨ªan parado el tiempo un siglo atr¨¢s.