Qu¨¦ es la ¡®Operaci¨®n Despensa¡¯, el movimiento que har¨¢n los supermercados en septiembre
Para responder a la llegada de millones de personas a sus lugares habituales de residencia, las cadenas afrontan un cambio en el surtido de sus productos en las grandes ciudades.
Durante los meses de verano las ciudades del interior peninsular se vac¨ªan. El descanso de los pueblos, que acogen a personas consumidas por la rutina para recargar sus bater¨ªas a base de ¡®verbenazos¡¯, y el atractivo de la costa, que pone una nota fr¨ªa en las semanas m¨¢s calurosas del verano, provocan que sea m¨¢s f¨¢cil aparcar, que las calles est¨¦n menos congestionadas y que los supermercados no presenten colas kilom¨¦tricas.
Y eso lo saben las grandes cadenas. No se puede adoptar el mismo patr¨®n de funcionamiento en pleno mes de agosto que en un d¨ªa cualquiera de noviembre porque no tendr¨ªa sentido querer vender la misma cantidad de productos ante un n¨²mero mucho m¨¢s reducido de compradores. Por ello, con las puertas de septiembre a punto de abrirse y alumbrar un curso nuevo, las empresas de distribuci¨®n alimentaria tienen ya preparadas sus estructuras log¨ªsticas para la llamada ¡®Operaci¨®n Despensa¡¯.
De la playa a la ciudad
En resumidas cuentas, este giro estrat¨¦gico, que coincide con el regreso de millones de personas a sus lugares habituales de residencia, busca responder a una demanda extraordinaria de productos de alimentaci¨®n. En pocos d¨ªas el pasillo del supermercado va a dejar de ser una traves¨ªa arenosa del Lejano Oeste para convertirse en el centro de Tokio. Ante este aumento, las m¨¢s de 300 plataformas log¨ªsticas de gran consumo que conforman la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) har¨¢n de la operaci¨®n un sencillo plan sustentado por tres pilares.
Primeramente, se debe trasladar el grueso de la demanda desde las tiendas ubicadas en zonas tur¨ªsticas ¡ªde donde se va la gente¡ª hacia los supermercados de las ¨¢reas urbanas ¡ªa donde llegan¡ª. En n¨²meros: durante julio y agosto, en torno a 1.500 supermercados situados en zonas de costa han reforzado su servicio; y ahora que los consumidores que provocaron ese cambio regresan a casa retornan tambi¨¦n con ellos los productos que compran.
Productos b¨¢sicos y medio pie en la costa
El segundo paso consiste en adquirir los productos b¨¢sicos que demanda el cliente. Parece l¨®gico, pero la cadena debe saber qu¨¦ quiere comprar el consumidor. En este 2023, como suele ocurrir cada a?o, quiz¨¢ por un cierto exceso sobre la dieta en verano, las estrellas son las legumbres, cuyo incremento por encima de los meses anteriores es casi del 50%. Tambi¨¦n porque un cocido quiz¨¢ entra mejor en diciembre que en agosto.
En esta l¨ªnea, los supermercados se aseguran de tener una buena cantidad de carnes frescas, que son las que suele preferir el comprador, y de pescado congelado. Tambi¨¦n se incrementa el consumo de productos base, como zanahorias, pimientos, puerros o calabacines; mientras que los l¨¢cteos no parecen presentar problema alguno en la Operaci¨®n Despensa.
Y por ¨²ltimo queda afianzar el terreno tur¨ªstico para los tiempos cotidianos. Aunque no se llenen las playas, no hay que olvidar que tambi¨¦n all¨ª viven personas. Benidorm no abre sus puertas ¨²nicamente en verano. As¨ª las cosas, se asegura que la distribuci¨®n mayorista pueda afrontar el final de la temporada y se preparan las estructuras para servir durante los meses posteriores. Y as¨ª se culmina una operaci¨®n que, a fin de cuentas, consiste en controlar de forma automatizada el surtido en funci¨®n de un h¨¢bito estudiado para prever la afluencia de personas. Donde hay m¨¢s gente, hay m¨¢s producto; y donde hay menos, pues hay menos.