?Por qu¨¦ en Espa?a hay dos apellidos y por qu¨¦ no pasa en la mayor¨ªa de pa¨ªses?

En Espa?a, as¨ª como en otros pa¨ªses de habla hispana, est¨¢ muy normalizado que los reci¨¦n nacidos obtengan dos apellidos: el del padre y el de la madre. Sin embargo, este sistema no es muy com¨²n en el resto del mundo. De hecho, tampoco lo fue en nuestro pa¨ªs hasta el siglo XIX, pues los espa?oles sol¨ªan adoptar un apellido que incluso pod¨ªan elegir durante la adultez.

Seg¨²n explicaba en laSexta Antonio Alfaro, presidente de la Asociaci¨®n de Genealog¨ªa Hispana (HISPAGEN), ¡°durante siglos prim¨® la elecci¨®n de los apellidos, siempre y cuando no fuese malintencionado, aunque lo m¨¢s com¨²n era que el primog¨¦nito adoptase el nombre del padre y el resto de hermanos o hermanas otros apellidos de la familia¡±. De esta forma, era normal que los hermanos no compartieran apellido, pues los varones sol¨ªan adquirir el del padre y las chicas el de su madre, abuela u otras mujeres de la familia.

Origen y consolidaci¨®n

Fue el Cardenal Cisneros quien en 1501 aprob¨® una medida en la que cada persona recibir¨ªa el apellido de su progenitor masculino. Posteriormente, el sistema del doble apellidos comenz¨® a extenderse entre las clases altas de Castilla como un s¨ªmbolo de pertenencia a dos linajes de la nobleza

No obstante, la norma de los dos apellidos ¡°no se consolid¨® en el resto de Espa?a¡± hasta el siglo XIX, precisaba Alfaro. Para la Administraci¨®n, era mucho m¨¢s sencillo para el control y la identificaci¨®n de los ciudadanos: Se fue instaurando y, aunque los primeros documentos censales con dos apellidos datan de mediados del siglo XIX, no ser¨ªa hasta la creaci¨®n del Registro Civil en 1871 cuando se institucionaliz¨®.

Unos a?os despu¨¦s, en 1889, con la creaci¨®n del primer C¨®digo Civil espa?ol, se estableci¨® el uso oficial del apellido materno y paterno. Concretamente, el art¨ªculo 114 recog¨ªa que ¡°los hijos leg¨ªtimos tienen derecho a llevar los apellidos del padre y de la madre¡±. Por tanto, a partir de este momento, el doble apellido se extendi¨® a todos los ¨¢mbitos, hasta convertirse en una norma obligatoria que, seg¨²n Alfaro, serv¨ªa para identificar ¡°de una forma eficaz y fiable a los espa?oles¡±.

Asimismo, desde el punto de vista del presidente de HISPAGEN, tambi¨¦n reconoc¨ªa la importancia del apellido materno. Actualmente, en Espa?a, se puede elegir el orden de los apellidos, con lo que el primero puede ser el del padre o el de la madre.

Origen de los apellidos espa?oles

Es muy com¨²n encontrar apellidos hispanos acabados en ¡®ez¡¯, ¡®oz¡¯ o ¡®iz¡¯, que significa ¡°hijo de¡±. As¨ª, L¨®pez es hijo de Lope, Mart¨ªnez es hijo de Mart¨ªn o Fern¨¢ndez es hijo de Fernando. Este procedimiento de crear apellidos patron¨ªmicos mediante un sufijo es similar al de muchas otras lenguas y es el caso de los apellidos Wilson, Friedrichsohn, McArthur, Denisovich y Sorensen.

Pero el origen de los apellidos no es exclusivo del nombre del padre, sino que tambi¨¦n encontramos otros topon¨ªmicos, es decir, que vienen de una poblaci¨®n o top¨®nimos, como Valencia, Toledo, Villar, Catal¨¢n¡­Muchos tienen su origen tambi¨¦n en el oficio familiar (Zapatero, Molinero o Molina, Herrero) o en las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de los antepasados (Rubio, Moreno, Calvo¡­).

Por ¨²ltimo, encontramos apellidos espa?olizados, adaptados del extranjero, como Maestre (Meester) o B¨¦cquer (Becker). No obstante, Alfaro recuerda que un mismo apellido podr¨ªa clasificarse dentro de varios de estos grupos.

Sistema de apellidos en otros pa¨ªses

Despu¨¦s de Espa?a, la costumbre del doble apellido se fue incorporando a otros registros civiles de Am¨¦rica Latina, donde tambi¨¦n suele mantenerse la tradici¨®n hasta la actualidad. Pero fuera del ¨¢mbito hispano, los ciudadanos suelen tener un ¨²nico apellido. Por ejemplo, en Portugal, el C¨®digo Civil establece que los hijos podr¨¢n usar los apellidos de sus dos padres o solo de uno, decisi¨®n que es de los padres. En el caso de no llegar a un acuerdo, ser¨¢ un juez el que determine cu¨¢les ser¨¢n los elegidos. Es habitual en este pa¨ªs que los apellidos se inscriban en orden inverso: primero el de la madre y despu¨¦s el del padre, que es el suele utilizarse.

En Italia, sol¨ªa usarse solo el apellido del padre, pero la ley permite desde 2016 poner los dos. Algo parecido ocurre en Francia, donde desde 2005 los progenitores pueden elegir poner los dos apellidos, en el orden que quieran, o uno de ellos. Aun as¨ª, en el pa¨ªs galo, m¨¢s del 80% de las veces resulta ser el paterno, con lo que ha surgido un movimiento, impulsado por el colectivo Porte Mon Nom (Lleva mi apellido) y el diputado Patrick Vignal para acabar con lo que llaman ¡°patriarcado patron¨ªmico¡±.

En Alemania, igual que en Reino Unido y Turqu¨ªa, esta materia no est¨¢ regulada, pero los matrimonios suelen adoptar el apellido del hombre para ambos y, por tanto, tambi¨¦n para los hijos. Esta postura la han seguido otros muchos pa¨ªses como Jap¨®n o China, aunque las mujeres no pierden el apellido de soltera, o Estados Unidos, donde algunas optan por transformarlo en su segundo nombre.

En Rusia, y otros pa¨ªses como Bulgaria, el apellido se forma a?adiendo un sufijo al nombre del padre, variando en funci¨®n del g¨¦nero del hijo o hija. Por otro lado, Suecia es un caso raro dentro de Europa, porque suele adoptar ambos apellidos, en el orden que los padres elijan, pero, si la pareja no llega a un acuerdo, solo figurar¨¢ el apellido materno en el registro.