Pierde 480.000 euros de indemnizaci¨®n tras ser vista haciendo ¡°ejercicio¡± con su perro
Varias grabaciones demostraron que la mujer realizaba actividades f¨ªsicas intensas, lo que llev¨® a desestimar su demanda.

Hazel Boyd, una mujer de 53 a?os residente en Tonyrefail, Gales, demand¨® una indemnizaci¨®n de 400.000 libras esterlinas (aproximadamente 480.000 euros) alegando haber sufrido una grave lesi¨®n en el brazo derecho tras caer de un caballo mientras trabajaba como moza de cuadra en 2020. Seg¨²n su testimonio, el accidente le dej¨® con movilidad reducida, impidi¨¦ndole llevar una vida normal o desempe?ar su trabajo habitual.
Sin embargo, su caso se vino abajo despu¨¦s de que surgieran pruebas en video que mostraban que su estado f¨ªsico no era tan limitado como hab¨ªa asegurado. Entre las evidencias presentadas en el juicio, se encontraron grabaciones de Boyd participando en actividades exigentes, como jugar al rugby, lanzar pelotas, pasear perros grandes e incluso levantar objetos pesados, lo que gener¨® serias dudas sobre la veracidad de su reclamo.
El incidente ocurri¨® en junio de 2020, cuando Boyd montaba un caballo de tres a?os llamado Foxy mientras trabajaba para la entrenadora de caballos Debbie Hughes. Seg¨²n su versi¨®n, el caballo se asust¨® repentinamente, provocando su ca¨ªda y causando una lesi¨®n grave en su brazo derecho, lo que, seg¨²n afirmaba, le imped¨ªa realizar tareas cotidianas o trabajar de nuevo en la equitaci¨®n o en cualquier empleo f¨ªsicamente exigente.
Como consecuencia, Boyd inici¨® una demanda millonaria, asegurando que hab¨ªa sufrido p¨¦rdida de ingresos y reducci¨®n dr¨¢stica en su calidad de vida. Su reclamo apuntaba a una incapacidad prolongada y solicitaba una compensaci¨®n significativa por los da?os sufridos.
Contradicciones en su versi¨®n
No obstante, la aseguradora de la parte demandada present¨® una serie de pruebas que pon¨ªan en entredicho la gravedad de la lesi¨®n. Se recopilaron videos de vigilancia y publicaciones en redes sociales que mostraban a Boyd en actividades f¨ªsicas vigorosas, en total contradicci¨®n con sus alegaciones. Las grabaciones fueron determinantes para desmontar su versi¨®n de los hechos, ya que evidenciaban que pod¨ªa mover su brazo con total normalidad y sin signos de dolor o discapacidad.
El caso fue llevado al Tribunal del Condado de Cardiff, donde el juez concluy¨® que Boyd hab¨ªa exagerado la gravedad de su lesi¨®n de manera deshonesta. Sin embargo, no se le acus¨® de ¡°deshonestidad fundamental¡±, un cargo m¨¢s grave que podr¨ªa haber tenido consecuencias legales adicionales.
Dado que las pruebas contradec¨ªan su testimonio, el tribunal desestim¨® su reclamo de indemnizaci¨®n, dej¨¢ndola sin los 480.000 euros que esperaba recibir. Adem¨¢s, se determin¨® que no tendr¨ªa derecho a recuperar los costos legales en los que incurri¨® al presentar la demanda.
Este caso se ha convertido en un ejemplo de c¨®mo las aseguradoras y los tribunales pueden utilizar pruebas digitales, como videos de vigilancia y redes sociales, para evaluar la veracidad de las reclamaciones de indemnizaci¨®n. Los expertos legales advierten que cualquier inconsistencia entre el testimonio de un demandante y su comportamiento registrado puede poner en riesgo la validez de la demanda, e incluso llevar a consecuencias legales por fraude en algunos casos.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando. Si est¨¢s interesado en licenciar este contenido, pincha aqu¨ª.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opini¨®n se publicar¨¢ con nombres y apellidos