Pide un juguete para su ni?a de 4 a?os, ve un detalle en el paquete y lo devuelve inmediatamente: ¡°Tuve un mal presentimiento¡±
La creciente presencia de productos importados desde China en plataformas como Amazon y Temu genera inquietud entre consumidores europeos.
Lisa Klein, una madre de Berl¨ªn, quer¨ªa sorprender a su hija peque?a con un juguete educativo. Lo encontr¨® en Amazon, una caja de madera con zanahorias de colores para encajar, inspirada en el m¨¦todo Montessori. A simple vista, todo parec¨ªa fiable. El dise?o, las valoraciones de cinco estrellas, y la descripci¨®n en ingl¨¦s apuntaban a una marca estadounidense. Pero un detalle al recibir el paquete encendi¨® las alarmas.
¡°Cuando abr¨ª el paquete y vi la etiqueta con una direcci¨®n china y el nombre de otro fabricante, tuve un mal presentimiento¡±, cuenta Lisa. Decidi¨® no arriesgarse y devolvi¨® el producto inmediatamente.
Aunque el juguete se presentaba como de origen occidental, el paquete que lleg¨® a su casa mostraba otra realidad. La marca real era desconocida y el remitente proven¨ªa de China. Como muchos compradores, Lisa no hab¨ªa advertido que el producto no cumpl¨ªa necesariamente con los est¨¢ndares de seguridad europeos.
En la Uni¨®n Europea, los juguetes para menores de tres a?os deben pasar rigurosos controles, desde la resistencia de las piezas hasta la toxicidad de pinturas o barnices. La posibilidad de que un art¨ªculo no cumpla con estas normas basta para generar rechazo inmediato entre los padres.
Casi la mitad de los consumidores desconocen el origen de los productos
El caso de Lisa no es ¨²nico. Seg¨²n cifras recientes de la Asociaci¨®n Alemana de Minoristas (HDE), casi la mitad de los consumidores en plataformas como Amazon, Temu o AliExpress adquieren productos de vendedores extranjeros sin saberlo. Solo el 40?% se da cuenta del origen del art¨ªculo tras haberlo recibido.
China encabeza la lista de los pa¨ªses desde donde provienen m¨¢s pedidos internacionales, con un 44?% del total. La situaci¨®n preocupa a expertos del sector, ya que muchos productos que llegan no cumplen con normativas locales ni en calidad, ni en seguridad, ni en t¨¦rminos legales o medioambientales.
En 2023, se calcula que unos 2.000 millones de paquetes con un valor menor a 150 euros entraron a la UE desde plataformas online. De los productos revisados por aduanas, el 92?% fue clasificado como ¡°no apto para su comercializaci¨®n¡±. El volumen de env¨ªos hace imposible realizar inspecciones exhaustivas.
¡°La magnitud de los pedidos desborda a las autoridades. Urge una red de control m¨¢s estricta para evitar que productos peligrosos lleguen a manos de los consumidores¡±, se?al¨® Stephan Tromp, director general de HDE.
Uno de los principales problemas se?alados por asociaciones de consumidores es la falta de transparencia en muchas plataformas. P¨¢ginas que aparentan ser locales, descripciones en idiomas europeos y valoraciones aparentemente verificadas contribuyen a generar una falsa sensaci¨®n de seguridad.
¡°Los consumidores deber¨ªan poder identificar claramente el origen del producto antes de comprar. No basta con una letra peque?a en la etiqueta¡±, insiste Tromp, quien pide a la Uni¨®n Europea medidas m¨¢s firmes y, si es necesario, vetos a empresas reincidentes.
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