Ni excentricidad ni arrogancia: el motivo por el que los ricos no tienen cortinas

Las ventanas descubiertas han sido motivo de debate en redes sociales, d¨®nde muchos usuarios se preguntan por qu¨¦ algunas casas no tienen cortinas y por qu¨¦ se da, sobre todo en casas pertenecientes a barrios caros. Este fen¨®meno es m¨¢s pronunciado en las grandes ciudades y se extiende sobre todo en pa¨ªses como Estados Unidos. Espec¨ªficamente, se informa que los ciudadanos estadounidenses que ganan m¨¢s de 150.000 d¨®lares al a?o tienen el doble de probabilidades de dejar sus ventanas descubiertas que aquellos que ganan 20.000 o 30.000 d¨®lares. Esto lo afirma una encuesta espec¨ªfica del Departamento de Energ¨ªa de Estados Unidos. Por tanto, la tendencia que se subraya se debe a que la elecci¨®n de correr o no las cortinas tiene que ver con la clase a la que se pertenece.

Es indiscutible que mantener las ventanas abiertas provienen de m¨¢s luz natural y en general, favorece el bienestar. Sin embargo, para la mayor¨ªa de las personas, las preocupaciones sobre las finanzas y la seguridad son m¨¢s importantes que las cuestiones de est¨¦tica y salud mental. Esto no ocurre con aquellas personas que tienen un nivel econ¨®mico mayor, ya que disponer de unos grandes ventanales descubiertos, simboliza una posici¨®n de estatus.

Sensaci¨®n de seguridad

Al mismo tiempo, parece que las ventanas abiertas tambi¨¦n son una declaraci¨®n de seguridad. En pa¨ªses como Holanda o Dinamarca, dejar las ventanas abiertas, significa que ¡°los ciudadanos honestos no tienen nada que ocultar¡± y las cortinas de las ventanas pueden sugerir lo contrario. Adem¨¢s, son pa¨ªses que tienen un ¨ªndice bastante bajo de delincuencia, por lo que los ciudadanos presentan bastante seguridad a la hora de dejar sus hogares descubiertos. Por parte de Estados Unidos, los m¨¢s ricos se contentan con sistemas de seguridad que cuestan caros, dejando sus hogares ¡°descubiertos¡± a miradas indiscretas que podr¨ªan estar celosas de su riqueza.

Pornograf¨ªa de la riqueza

Es algo habitual, que las personas sientan curiosidad por ver y conocer lo que hay en las grandes casas que poseen los ¡°ricos¡±. En este sentido, el profesor de econom¨ªa de Stanford, Nicholas Bloom se?ala que las personas se han convertido gradualmente en ¡°ladrones de riqueza¡±. ¡°Las redes sociales nos han ense?ado a meter las narices en las ventanas digitales mientras los nuevos ricos muestran sus aparatos caros, sus coches, su ropa hecha por dise?adores famosos, sus guardarropas en sus enormes apartamentos, sus bolsos caros. Pasamos m¨¢s tiempo comprobando c¨®mo viven los ¡°ricos y famosos¡± y nos interesamos menos por nuestros vecinos¡±, se?ala el profesor.

Por otro lado, gran parte de los usuarios ligan esta conducta a un sentimiento de arrogancia. Por ejemplo, una persona que cuyo alquiler puede alcanzar los 3.000 d¨®lares al mes, la mayor¨ªa de los hombres blancos de mediana edad se mudan a pisos en los que no se molestan en invertir en cortinas. Existen personas que se creen que los barrios caros a los que se mudan les pertenecen, por lo que no es un motivo de preocupaci¨®n que se vea lo que hay en el interior de sus casas.

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