Los datos que hay de la desaparici¨®n de la americana Ana Knezevich en Madrid: ¡°Es forzosa...¡±
Desde el pasado 2 de febrero no hay movimientos en sus tarjetas bancarias y los ¨²ltimos mensajes de su tel¨¦fono m¨®vil no parecen estar escritos por ella. El principal sospechoso es su marido.


Ana Mar¨ªa Knezevich Henao, una mujer estadounidense de 40 a?os, desapareci¨® el pasado 2 de febrero en Madrid. Tras m¨¢s de 20 d¨ªas desaparecida, no se ha conseguido esclarecer ning¨²n detalle sobre un episodio que ha generado cierta pol¨¦mica en las redes sociales.
?Fue secuestrada? ?Qued¨® con alguien el d¨ªa que se le perdi¨® la pista? ?Estaba fingiendo tener una vida exitosa cuando en realidad estaba llena de problemas? ?Por qu¨¦ cambi¨® unos planes que ya ten¨ªa programados desde hace varios d¨ªas? Hay muchas inc¨®gnitas por resolver.
Muchas preguntas, pocas respuestas
La mujer, due?a de una exitosa empresa en Estados Unidos, se instal¨® en Madrid el pasado mes de diciembre despu¨¦s de pasar por un duro proceso de divorcio iniciado hace un a?o con su marido, David Knezevich, pero que no ha llegado a efectuar.
Desde entonces, viv¨ªa de alquiler en el barrio de Salamanca. Sus ¨²ltimos movimientos antes de desaparecer, seg¨²n le transmiti¨® a una amiga suya, fueron para ir a visitar un piso m¨¢s en su b¨²squeda de un lugar en el que establecerse a largo plazo en la capital.
? AVISO
— ALERTA DESAPARECIDOS (@sosdesaparecido) February 21, 2024
Desde la Asociaci¨®n Sosdesaparecidos hemos habilitado la direcci¨®n de correo electr¨®nico henao@sosdesaparecidos.es para que cualquier persona pueda aportar informaci¨®n sobre la desaparici¨®n de Ana Mar¨ªa, de forma an¨®nima.
Ya sea sobre el d¨ªa o la zona en que¡ pic.twitter.com/43nSKi0Khw
Los hechos
Precisamente, dos amigas suyas fueron las que recibieron varios mensajes el d¨ªa 3 que les causaron extra?eza. En ellos, les contaba que hab¨ªa conocido a una persona y que, en esos momentos, estaban emprendiendo un viaje a un lugar a dos horas de Madrid en el que apenas tendr¨ªa cobertura.
Sin embargo, los mensajes fueron enviados con tres horas de diferencia, uno en ingl¨¦s y otro en castellano y con frases impropias de Ana Mar¨ªa, lo que les hizo sospechar que no los enviaba ella. Al d¨ªa siguiente, una de las amigas trat¨® de localizarla en su casa y, ante la falta de respuestas, llam¨® a la polic¨ªa.
Los bomberos, tras acceder a la vivienda a trav¨¦s de una ventana, no encontraron nada sospechoso: el desorden era el habitual y no le faltaba ninguna de sus pertenencias. Muy preocupada, el d¨ªa 4 interpuso una denuncia ante la Polic¨ªa Nacional, que inici¨® una investigaci¨®n que de momento no ha dado sus frutos.
A tener en cuenta
Sus planes de establecerse en Madrid, los mensajes sospechosos y los planes que ten¨ªa pr¨®ximamente (la visita de una amiga extranjera esa misma semana o un viaje a Barcelona el d¨ªa 5) hacen que sea dif¨ªcil imaginar que se trata de una desaparici¨®n voluntaria.
El presidente de la Asociaci¨®n SOS Desaparecidos, Joaqu¨ªn Amills, ha manifestado que es imprescindible rastrear la geolocalizaci¨®n de su tel¨¦fono, hacer una copia de su tarjeta SIM, visualizar las m¨²ltiples c¨¢maras que hay en el barrio de Salamanca y recabar todos los testimonios posibles.
El principal sospechoso: su marido
Obviamente, ¨¦ste ha mostrado su preocupaci¨®n ante la situaci¨®n. Y es que en sus 14 a?os de servicio, apenas recuerda unos pocos casos similares. Y, desafortunadamente, no acabaron bien. En una conversaci¨®n con ¡®elcierredigital.com¡¯, Amills ha se?alado que ¡°desde el primer d¨ªa estamos diciendo que no es una desaparici¨®n voluntaria, sino forzosa¡±.
Adem¨¢s, ha a?adido de manera contundente: ¡°El paso del tiempo no est¨¢ haciendo m¨¢s que darnos la raz¨®n. Este caso no encaja con una desaparici¨®n voluntaria, no encaja que no se presentara para el viaje y lo que menos encaja es que los dos mensajes que envi¨® a sus amigas son falsos¡±.
Seg¨²n la informaci¨®n facilitada, Ana Mar¨ªa mide 1,45 metros de estatura, es de complexi¨®n delgada y tiene el pelo largo, casta?o y ondulado y los ojos marrones.
El principal sospechoso es su marido, con quien hab¨ªa tenido problemas para llegar a un acuerdo econ¨®mico del alto patrimonio que compart¨ªan. De origen serbio, Knezevich ten¨ªa varios pasaportes con identidades distintas, pero ha aseverado no saber nada. Su colaboraci¨®n es nula.
El entorno de Ana Mar¨ªa ha aseverado que, en la actualidad, no ten¨ªa pareja sentimental ni estaba conociendo a nadie. Esta sospecha ha provocado que sus familiares y amigos hayan lanzado un crowdfunding para contribuir a su b¨²squeda y conseguir la financiaci¨®n necesaria para contratar a un investigador privado. La pr¨®xima semana ser¨¢ clave en la investigaci¨®n.
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