Los espa?oles consumimos este ¡®veneno¡¯ casi a diario: puede ser la antesala al c¨¢ncer
Lo llaman la ¡®muerte blanca¡¯ porque cuando se absorbe en exceso destruye los ¨®rganos internos y conduce a una obesidad peligrosa, que puede derivar en enfermedades cr¨®nicas.
Nuestra alimentaci¨®n es la base de nuestra salud; junto con el ejercicio, el descanso, el estr¨¦s... Nuestro cuerpo refleja c¨®mo de saludables podemos llegar a estar. Pero no s¨®lo nuestro cuerpo. Nuestra piel, el pelo, incluso las ojeras, reflejan si nuestro estado de salud dice m¨¢s de lo que sabemos.
Por eso es tan importante ser conscientes de lo que comemos. Y en esa batalla por comer saludable, las autoridades sanitarias no se cansan de recordar que el az¨²car, presente en la gran mayor¨ªa de alimentos, es uno de nuestros mayores enemigos.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda que tanto adultos como ni?os reduzcan el consumo de az¨²cares libres a menos del 10% de la ingesta cal¨®rica total diaria. Para obtener beneficios adicionales para la salud, la OMS sugiere que una reducci¨®n por debajo del 5% de la ingesta cal¨®rica total ser¨ªa a¨²n m¨¢s beneficiosa.
No se trata s¨®lo de lo que ponemos en el caf¨¦ o el t¨¦, en un postre, sino sobre todo de lo que est¨¢ ¡°escondido¡± en productos alimenticios aparentemente no dulces. Hay az¨²car en el pan de molde, en alimentos procesados, en boller¨ªa industrial, en batidos, zumos preparados, yogures, en comida ya precocinada... Es dif¨ªcil huir del az¨²car pero no imposible, s¨®lo hay que ser conscientes de lo que le hace a nuestro organismo.
La ¡®muerte blanca¡¯
Esta denominaci¨®n de muerte blanca causada por el az¨²car, es como llaman a las enfermedades derivadas y que pueden llevar a problemas realmente serios, aunque, como en todo, hay m¨²ltiples factores que tambi¨¦n convergen cuando acabas enfermando.
Cuando el cuerpo absorbe en exceso az¨²car, destruye eficazmente los ¨®rganos internos y conduce a una obesidad peligrosa, que a su vez aumenta el riesgo de muchas enfermedades cr¨®nicas.
La dietista Agnieszka Piska?a afirma que ¡°la mayor¨ªa de los c¨¢nceres est¨¢n relacionados con nuestra dieta y la obesidad. Y no me refiero s¨®lo a aquellos c¨¢nceres que se correlacionan con el tr¨¢nsito alimentario, es decir, lengua, mand¨ªbula, es¨®fago, est¨®mago, p¨¢ncreas, duodeno, h¨ªgado, intestinos y recto. Resulta que la obesidad tambi¨¦n aumenta el riesgo de c¨¢ncer de mama, de ovario, de melanoma y de pr¨®stata: representa el 80%¡±.
La obesidad no s¨®lo provoca c¨¢ncer, ¡°sino tambi¨¦n diabetes, enfermedades cardiovasculares y aumenta el riesgo de sufrir ataques card¨ªacos y accidentes cerebrovasculares. Tambi¨¦n puede provocar trastornos hormonales, sin mencionar la carga que supone para los sistemas esquel¨¦tico y muscular¡±, adem¨¢s de otras enfermedades derivadas.
La piel refleja el exceso de az¨²car
Puede que no creas que no est¨¢s comiendo demasiado az¨²car, pero la piel ser¨¢ reflejo directo, porque el az¨²car tambi¨¦n envejece ya que puede acelerar el envejecimiento de la piel a trav¨¦s de un proceso llamado glicaci¨®n, que ocurre cuando el exceso de glucosa en la sangre se une a prote¨ªnas como el col¨¢geno y la elastina, formando productos finales de glicaci¨®n avanzada (AGEs), que da?an la estructura de la piel, reduciendo su elasticidad y firmeza, lo que resulta en arrugas y flacidez.
El az¨²car tambi¨¦n puede aumentar los niveles de insulina, lo que a su vez puede provocar un aumento en la producci¨®n de sebo, lo que puede obstruir los poros y causar brotes de acn¨¦. Esos picos de glucosa en la sangre pueden causar inflamaci¨®n y estr¨¦s oxidativo, da?ando las c¨¦lulas de la piel y afectando su capacidad de regeneraci¨®n, lo que puede hacer que luzca una piel m¨¢s opaca y con menos vitalidad.
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