Esto es lo que dice el lenguaje no verbal en el discurso de Navidad de Felipe VI
Alberto Gonz¨¢lez Pascual, experto en lenguaje no verbal, analiza para Diario AS el mensaje del rey Felipe VI el d¨ªa de Nochebuena.
Como cada d¨ªa de Nochebuena, el rey Felipe VI dio el tradicional discurso navide?o para hacer balance del a?o que llega a su fin. En esta ocasi¨®n, el tema principal abordado por el monarca fue las consecuencias que tuvo la dana en numerosos municipios de la provincia de Valencia, especialmente. ¡°Las personas que perdieron la vida y los desparecidos merecen todo nuestro respeto y no debemos olvidar nunca el dolor y la tristeza que han dejado en sus familias¡±.
Pero no solo eso, sino que tambi¨¦n habl¨® de las preocupaciones sociales de los espa?oles, como la dificultad de acceso a la vivienda, o el complicado escenario geopol¨ªtico a nivel mundial. ¡°Espa?a y los dem¨¢s estados miembros de la Uni¨®n Europea, debemos seguir defendiendo con convicci¨®n y con firmeza¡±.
M¨¢s all¨¢ de las palabras, de los gestos del monarca se pueden extraer tambi¨¦n algunas conclusiones. Para analizarlas, hablamos con Alberto Gonz¨¢lez Pascual, Director de Cultura, Desarrollo y Talento de Recursos Humanos de Prisa y especialista en lenguaje no verbal. A continuaci¨®n, la explicaci¨®n detallada de los gestos y expresiones de Felipe VI en su discurso navide?o.
Introducci¨®n del discurso
SM el Rey aparece sentado en la silla en una posici¨®n de estar dispuesto a interactuar con el espectador. En general, durante todo el discurso activa una comunicaci¨®n sin filtros, lo cual se identifica en que la proporci¨®n m¨¢s visible de su rostro es la de su lado izquierdo. No cabe duda de que en todo momento se esfuerza por crear un espacio de autenticidad, basado en transmitir respeto hacia el otro, propiciando que se pueda romper la distancia, as¨ª como suavizar su posici¨®n de autoridad.
Decide aparecer con un cruce de piernas. Un gesto sist¨¦mico que le permite sentirse c¨®modo dentro de un contexto exigente con el que no disfruta exageradamente, dado que todo su cuerpo est¨¢ expuesto en el plano de c¨¢mara. Al mismo tiempo, esta posici¨®n inicial est¨¢ comunicando cercan¨ªa y familiaridad, pero tambi¨¦n est¨¢ expresando inconscientemente que busca una posici¨®n de seguridad para ¨¦l mismo, es decir, para mantener la calma y disimular su posible incomodidad, evitando cerrar su cuerpo y, gracias a ellos, conservar el mayor grado de expresividad que le resulte posible.
En esos planos generales iniciales observamos como sus manos tocan su rodilla derecha y pierna izquierda, lo que cual ser¨ªa indicativo de estar buscando un agarre con el que tranquilizarse interiormente, pues es una se?al de autocontrol (mano derecha sobre pierna derecha) mientras que la mano izquierda aparece algo cubierta por la rodilla derecha (una se?al de que su lado emocional est¨¢ todav¨ªa subordinado y que prevalece un estado de defensa inicial).
En resumen, el inicio de su intervenci¨®n, como fase de calentamiento, es lo que m¨¢s esfuerzo cognitivo le genera, es el momento comunicativo en el que su cuerpo comienza a dejar atr¨¢s la timidez y la verg¨¹enza, lo que le permitir¨¢ la inmersi¨®n afectiva en el contenido y continente del discurso.
Enseguida, cuando menciona que estamos ¡°en una noche tan especial¡±, observamos un gesto clave que ser¨¢ una constante: el movimiento de su mano izquierda con la palma hacia arriba o dirigida hacia su cuerpo, al hablar de lo que m¨¢s le toca sentimentalmente. Su mano izquierda ser¨¢ el indicativo, en todas las partes de los quince minutos de discurso, de qu¨¦ es lo que m¨¢s le importa, por tanto, lo que dice en esos momentos que acompa?an al gesto, son aspectos, recuerdos, acontecimientos e ideas que realmente est¨¢n siendo sentidas porque forman parte de sus creencias y valores. Ah¨ª, y en cada instante similar, lo que desea es ser escuchado desde su Yo verdadero. Cuando menciona a SM la Reina y sus hijas y pide ¡°ser entendido¡± vemos ambas manos abiertas proyectadas las palmas la una hacia la otra, lo que sirve para proyectar figuradamente el espacio de sinceridad y empat¨ªa, ese es el espacio socioafectivo que necesita construir para que el mensaje llegue al receptor.
La dana
Cuando hace un recuento de las p¨¦rdidas que afectan a las familias, sus dos manos se mueven al mismo tiempo y expresan, sin ninguna duda, que en esa parte del discurso est¨¢ expresando lo que realmente piensa. Su identificaci¨®n con ese hecho es perfectamente clara y evidente. En esta parte, llega el instante en el que el espacio de autenticidad emp¨¢tico y socioafectivo se quiebra por unos segundos con un cierre de pu?os en ambas manos.
Es un ¨¦nfasis corporal que coincide con un llamamiento a sacar ense?anzas de los errores de la gesti¨®n para que ¡°nos fortalezcan¡±. Estos pu?os le permiten descargar cierta energ¨ªa pulsional, los nervios del momento, pero tambi¨¦n parte del estr¨¦s que ha vivido durante sus visitas y la gesti¨®n de los efectos de la tragedia. Es un cierre de pu?os breve pero intenso, en el que vemos que los nudillos se quedan blancos por la fuerza que ejerce. De nuevo sus manos con las palmas vueltas hacia su cuerpo le hacen involucrarse con el espectador en el deber que cita a continuaci¨®n: ¡°No debemos olvidar las im¨¢genes¡±. Posteriormente, cuando menciona que las ayudas de todos los sectores del Estado y de la sociedad civil est¨¢n aportando recursos y ayudas, justo en el momento de mencionar que gracias a sus acciones los afectados est¨¢n pudiendo ¡°recuperar cierta normalidad¡±, hay un ladeo de su cabeza hacia izquierda y derecha. Es un gesto que denota que su Yo est¨¢ dividido, puesto que sabe que esa normalidad est¨¢ muy lejos todav¨ªa para algunos, y que para otros jam¨¢s se podr¨¢ asociar su situaci¨®n con una vuelta a la normalidad dadas las perdidas irrecuperables. Es un gesto de duda y frustraci¨®n.
Su mano izquierda, conectada a sus creencias personales, se activa al hablar de la solidaridad en ¡°su sentido m¨¢s puro¡±. Su mano se vuelve hacia abajo y al espectador: es una llamada a la acci¨®n, una demanda, un gesto de exigencia y persuasi¨®n que desea comunicar, ahora s¨ª, desde su posici¨®n de autoridad.
Despu¨¦s, le viene una boca de ostra (cierra su boca con tanta intensidad que hace que sus labios, inferior y superior, desparezcan) cuando alude al dolor, la frustraci¨®n y la impaciencia de las familias de las v¨ªctimas y afectados causadas por la mala gesti¨®n. Est¨¢ reteniendo una emoci¨®n e intenciones que no quiere que se transluzcan m¨¢s all¨¢ de los mensajes seleccionados en el discurso.
Al mencionar el conjunto de ¡°las emociones¡± que han rodeado la tragedia de la DANA, sucede un parpadeo psicoafectivo que no se ha producido anteriormente. Este gesto es un momento fugaz en el que su cuerpo est¨¢ teniendo descargas pulsionales encontradas, seguramente de afectos positivos y negativos, es decir, un retorno de momentos vividos de positividad, pero tambi¨¦n dif¨ªciles y llenos de negatividad. Despu¨¦s, aparece una mano en pinza (todos los dedos de su mano izquierda son cerrados, unidos entre s¨ª en un punto) que se muestra cuando explica la importancia del bien com¨²n. Expresa un deseo intenso de ser preciso y de que el espectador entienda la importancia que tiene ese concepto del mismo modo en que ¨¦l lo siente.
Inmigraci¨®n y vivienda
En el plano general, volvemos a observar su mano derecha d¨¢ndole tranquilidad y calma, mientras expresa ideas y emociones con la izquierda. Al hablar de migraci¨®n, se produce un gesto contradictorio cuando menciona ¡°que sin la migraci¨®n no podr¨ªamos entender las sociedades del presente, que son sociedades abiertas e interconectadas (¡)¡±. En ese preciso momento su mano extendida con la palma hacia arriba (en se?al de disertaci¨®n pedag¨®gica) se le cierra con fuerza (de estar abiertas pasan a transformarse en un pu?o agresivo). Se podr¨ªa deducir que hay otra divisi¨®n en su Yo. Ese pu?o en contradicci¨®n con el discurso, como hip¨®tesis, estar¨ªa expresando que lo que realmente piensa es que esas sociedades, antes aperturistas, se est¨¢n cerrando peligrosamente.
Unos segundos despu¨¦s, al llegar al termino del bloque de migraci¨®n, vuelve a cerrar los dos pu?os para expresar su rechazo a las mafias que trafican con migrantes. Por ¨²ltimo, justo al mencionar que la manera de afrontar la migraci¨®n es un signo ¡°de nuestra calidad democr¨¢tica¡±, le sale un inconscientemente un movimiento de lengua por el centro de la boca (como una v¨ªbora). Este gesto denotar¨ªa una actitud cr¨ªtica y de desconfianza ante el estado de la calidad democr¨¢tica y el respeto de sus principios constitutivos en los pa¨ªses europeos a lo que alude, incluido Espa?a.
Al comenzar con el bloque de la vivienda, al mencionar el problema de los ¡°j¨®venes¡±, se observa que ese significante activa un gesto de elefacci¨®n (mueve los hombros hacia arriba) en se?al de satisfacci¨®n, probablemente por sentirse concernido y reconocido por ese grupo de poblaci¨®n. Una mano de pinza al mencionar ¡°di¨¢logo¡±, indicar¨ªa cu¨¢l es su herramienta predilecta para activar una soluci¨®n integral. Otra boca de ostra le sobreviene al mencionar la vivienda como clave para los proyectos ¡°de vida¡±. Sin duda, retiene una emoci¨®n porque, en realidad, ¨¦l sabe en su propia piel lo trascendente que es tener una casa propia para culminar las aspiraciones vitales y ganar independencia. Despu¨¦s, cuando exhorta a que entre todos ¡°podemos hacerlo¡±, le sigue un gesto localizado en su garganta de tragar ¡°una gota de agua¡± con dificultad. Podr¨ªamos deducir que no tiene mucha fe en que se arreglen las cosas, o bien que la frase tal y como ha sido redactada, no le satisface como ha quedado dicha.
Contexto internacional, Constituci¨®n del 78 y¡± Espa?a es un gran pa¨ªs¡±
En este bloque, el gesto de los pu?os vuelve a repetirse para enfatizar la defensa de principios e ideas compartidos por los pa¨ªses de nuestro entorno (¡°con firmeza¡±) para combatir la desinformaci¨®n, el negacionismo, los nacionalismos y los movimientos populistas y radicales que socavan la validez de las sociedades democr¨¢ticas. Al hablar de la Constituci¨®n, en un registro de gestos diacr¨®nicos, coloca ¡°la letra¡± de la Carta Magna a su izquierda (d¨®nde ¨¦l es un actor garante) y luego mueve ¡°el esp¨ªritu¡± a la derecha (donde ¨¦l no fue protagonista y solo se puede situar como un observador). Por tanto, su v¨ªnculo mayor est¨¢ claramente en el presente de la Constituci¨®n y en su propia funci¨®n institucional, mientras que el lazo con el pasado no deja de ser una convenci¨®n heredada y consensuada como enunciaci¨®n de lo pol¨ªticamente correcto.
Al entrar en la parte de ¡°Espa?a es un gran pa¨ªs¡± su boca se agranda. Lo quiere expresar por convicci¨®n y con orgullo. Se observa la activaci¨®n de otra lengua de v¨ªbora justo tras mencionar a la banda terrorista ETA y a sus v¨ªctimas. El recuerdo le causa una completa repulsa. Finalmente, al mencionar ¡°el funcionamiento de nuestra econom¨ªa¡±, la boca se le cierra, aunque no con fuerza. Este gesto denotar¨ªa no tanto un ligero escepticismo como que se estar¨ªa guardando informaci¨®n sobre lo que realmente piensa o sabe de la situaci¨®n econ¨®mica presente o de la que estar¨ªa por venir. Unos instantes despu¨¦s, al hablar del potencial de futuro de Espa?a, tiene una nueva elefacci¨®n (subida de hombros) cuando menciona el impacto de nuestro pa¨ªs a nivel internacional. No cabe duda de que se siente orgulloso, probablemente porque cuando hace visitas institucionales, el feedback que obtiene debe de estar siendo sobresaliente, y adem¨¢s se siente satisfecho de la labor que est¨¢ realizando en sus m¨²ltiples tareas de pol¨ªtica exterior.
La juventud y cierre del discurso
Concede la ¨²nica sonrisa distendida al mencionar los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs. El recuerdo psicoafectivo que le ha envuelto claramente ha sido placentero. En este bloque final sobre la juventud, destaca otra elefacci¨®n (subida de hombros) al hablar de los avances en materia de igualdad de los que se est¨¢n beneficiando los j¨®venes. Ese orgullo podr¨ªa asociarse con el papel de su hija, la Princesa Leonor (ya sea como futura reina o en relaci¨®n con el foco actual en su etapa de formaci¨®n en las Fuerzas Armadas, contribuyendo a visibilizar aspectos de las pol¨ªticas de igualdad dentro de esa instituci¨®n del Estado).
En conclusi¨®n, SM el Rey, ha realizado un gran esfuerzo por mantener su cuerpo m¨¢s fluido y sincero que controlado y r¨ªgido. Sus gestos han sido rectos, pero no acusadamente contra¨ªdos por miedo a equivocarse o traicionarse. Comedido, sin sobreactuaciones, pero encarnando una comunicaci¨®n respetuosa, benevolente y con matices de simp¨¢tica. Dicho con otras palabras, se ha mostrado correctamente asertivo y con suficiencia emp¨¢tica.
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