La raz¨®n clim¨¢tica que propici¨® la primera derrota de Napole¨®n en Bail¨¦n
El ej¨¦rcito franc¨¦s con Napole¨®n a los mandos sufri¨® su primera gran derrota en Espa?a, tras la sublevaci¨®n nacionalista contra Jos¨¦ Bonaparte I
El af¨¢n de conquista y expansi¨®n territorial de Napole¨®n en su ¨¦poca como emperador de Francia coloc¨® al imperio galo como uno de los m¨¢s poderosos y temidos en Europa. Las numerosas guerras, conocidas como Guerras Napole¨®nicas, que libr¨® el ¡®Peque?o Corso¡¯ le llevaron a acumular el poder suficiente como para hacer y deshacer a su gusto en muchos pa¨ªses del Viejo Continente.
Uno de estos ejemplos fue Espa?a. En mayo de 1808 Napole¨®n oblig¨® a abdicar a Fernando VII, el que era rey por aquel entonces, en favor del hermano del emperador franc¨¦s, Jos¨¦ Bonaparte, que pasar¨ªa a reinar el territorio espa?ol desde aquel momento.
Esta decisi¨®n provoc¨® la furia del pueblo espa?ol, que se revel¨® contra el nuevo rey y las tropas francesas que campaban a sus anchas por el pa¨ªs, empezando a formar n¨²cleos de resistencia en cada provincia. El poder del ej¨¦rcito franc¨¦s era mucho, no obstante en Andaluc¨ªa se formaron juntas de defensa y se levant¨® un ej¨¦rcito de voluntarios que provocar¨ªan la primera derrota de Napole¨®n.
La derrota de Napole¨®n en Bail¨¦n
El levantamiento del pueblo espa?ol fue tal que en C¨¢diz se asesin¨® al gobernador y se atacaron a las naves de guerra francesas que estaban en los puertos de la zona desde 1805. Napole¨®n orden¨® entonces al general Dupont junto con un ej¨¦rcito de 20.000 hombres dirigirse a solventar el problema. Una vez llegaron a la zona, pudieron comprobar que los buques franceses ya se hab¨ªan rendido, y partieron de vuelta hasta And¨²jar, donde establecieron un cuartel general.
Por su parte, las milicias espa?olas, ya regidas por miembros del ej¨¦rcito regular como el general Francisco Javier Casta?os, organizaron su marcha hacia esta poblaci¨®n jinense en dos divisiones que pretend¨ªan dirigirse directos al oponente mientras que otros compa?eros los rodeaban y acorralaban. Sin embargo, una salida inesperada de los ej¨¦rcitos franceses propici¨® que ambos bandos se encontrasen inesperadamente en Bail¨¦n.
El 19 de julio se sucedieron los primeros disparos que dieron comienzo a un constante intercambio de golpes, asaltos y ataques por parte de ambos bandos en las siguientes horas. Tanto franceses como espa?oles intentaron sucesivamente derrotar al enemigo, frustr¨¢ndose sus ataques ante las defensas y refuerzos que llegaban al bando rival. Tras m¨¢s de 10 horas de combate, sometidos por la presi¨®n de los espa?oles y con algunos de los soldados suizos, obligados a luchar del bando franc¨¦s, desertando y uni¨¦ndose al bando nacionalista, los militares franceses se rindieron y trataron de huir.
Esto supuso la primera derrota de Napole¨®n Bonaparte en campo abierto y el abandono de Jos¨¦ Bonaparte de Madrid. Fue una gran motivaci¨®n para el pueblo espa?ol, que a¨²n as¨ª p0asar¨ªa sometido casi en su totalidad al ej¨¦rcito franc¨¦s hasta 1814, y tambi¨¦n para el resto de Europa, que pudo comprobar que las tropas francesas no eran invencibles y se pod¨ªan revelar ante ellas.
La raz¨®n clim¨¢tica que propici¨® la derrota de Napole¨®n en Bail¨¦n
Una de las razones por las que el ej¨¦rcito franc¨¦s se vio superado en la Batalla de Bail¨¦n eran las condiciones clim¨¢ticas. En pleno mes de julio, en Bail¨¦n, Ja¨¦n, a plena luz del d¨ªa y sin acceso a agua, el calor y la sed invadieron y desmotivaron a las tropas francesas que acabaron por verse acorralados ante los milicianos espa?oles, m¨¢s acostumbrados a vivir en un clima que puede ser tan extremo.