Investigadores bajan al punto m¨¢s profundo del Mediterr¨¢neo y hacen un hallazgo social inquietante
La fosa de Calipso, ubicada en el mar J¨®nico, revela una preocupante concentraci¨®n de basura marina, evidenciando la magnitud de la contaminaci¨®n humana en las profundidades oce¨¢nicas.

En una reciente expedici¨®n cient¨ªfica al punto m¨¢s profundo del mar Mediterr¨¢neo, un grupo de investigadores ha documentado una realidad dif¨ªcil de digerir: los residuos humanos han alcanzado incluso las regiones m¨¢s inaccesibles del planeta. La misi¨®n, desarrollada en la fosa de Calipso, ubicada en el mar J¨®nico, al oeste de Grecia, revel¨® la presencia de numerosos restos de origen antr¨®pico a m¨¢s de 5.100 metros de profundidad, el equivalente a casi seis veces la altura del Empire State Building.
La investigaci¨®n, coordinada por el Instituto Helmholtz de Alemania y apoyada por el Instituto Hellenic Centre for Marine Research (HCMR), forma parte de un proyecto m¨¢s amplio sobre la salud de los ecosistemas marinos profundos en el marco del programa europeo iAtlantic. Los resultados se han publicado en la revista cient¨ªfica Marine Pollution Bulletin y ya han comenzado a generar impacto en la comunidad medioambiental internacional.
Durante la inmersi¨®n, realizada con tecnolog¨ªa de observaci¨®n remota (ROVs), los cient¨ªficos contabilizaron 167 objetos visibles en el lecho marino. De estos, al menos 148 eran claramente desechos artificiales, con predominancia de pl¨¢sticos, fragmentos de vidrio, latas oxidadas, restos textiles e incluso envoltorios de productos alimentarios.
Uno de los aspectos m¨¢s inquietantes del estudio fue el hallazgo de bolsas de basura agrupadas en una zona concreta, lo que sugiere que algunos residuos fueron arrojados deliberadamente desde embarcaciones comerciales o de pesca. ¡°Es una se?al clara de que ni siquiera los lugares m¨¢s rec¨®nditos del oc¨¦ano est¨¢n libres de la huella del ser humano¡±, declar¨® la investigadora marina Antje Boetius, directora del Instituto Alfred Wegener, participante en la expedici¨®n.
El Mediterr¨¢neo: mar cerrado, presi¨®n acumulada
El Mediterr¨¢neo es uno de los mares m¨¢s contaminados del mundo. A pesar de representar menos del 1% de la superficie oce¨¢nica global, alberga hasta el 7% de la contaminaci¨®n por pl¨¢sticos del planeta, seg¨²n datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Su car¨¢cter semicerrado, con escasas conexiones con el oc¨¦ano Atl¨¢ntico y una elevada densidad de poblaci¨®n costera, convierte al Mediterr¨¢neo en una trampa natural para los residuos.
El estudio en la fosa de Calipso demuestra que la basura no solo se acumula en las costas o en zonas de alta actividad tur¨ªstica. A trav¨¦s de procesos como las corrientes marinas, el arrastre por sedimentos y la gravedad, los residuos terminan descendiendo a las zonas abisales, donde pueden permanecer durante siglos.
La degradaci¨®n de materiales como el pl¨¢stico en condiciones extremas de baja temperatura, ausencia de luz y presi¨®n elevada, es muy lenta. Esto convierte al fondo marino en un archivo permanente del impacto humano, donde los desechos pueden interferir con los h¨¢bitats de especies ¨²nicas, muchas a¨²n no estudiadas.
Adem¨¢s, los ecosistemas profundos del Mediterr¨¢neo albergan especies muy especializadas, con ciclos de vida largos y capacidad limitada de adaptaci¨®n. La presencia de contaminantes, tanto s¨®lidos como micropl¨¢sticos o metales pesados, afecta directamente a la fauna bent¨®nica y pone en peligro la biodiversidad local.
Vertidos intencionados
Los indicios de vertidos intencionados desde barcos no han pasado desapercibidos. Los investigadores advierten que a¨²n existe una preocupante impunidad en alta mar: ¡°Aunque los convenios internacionales como el MARPOL proh¨ªben el vertido de residuos desde embarcaciones, la supervisi¨®n real es escasa¡±, explican los expertos. Las im¨¢genes captadas por los ROVs muestran pilas organizadas de residuos, como si hubieran sido lanzadas en sacos, una pr¨¢ctica habitual cuando no se quiere pagar por la gesti¨®n de residuos portuaria.
Tras la publicaci¨®n del estudio, organizaciones ambientalistas como Greenpeace y Oceana han exigido una mayor regulaci¨®n de la actividad mar¨ªtima comercial en el Mediterr¨¢neo. ¡°No basta con campa?as de limpieza costera si estamos permitiendo que los fondos marinos se conviertan en vertederos silenciosos¡±, afirmaron en un comunicado conjunto.
Tambi¨¦n han solicitado que se ampl¨ªe la protecci¨®n legal de las zonas abisales, mediante la declaraci¨®n de santuarios marinos profundos, donde est¨¦ completamente prohibida cualquier forma de vertido o actividad extractiva. Los expertos coinciden en que el problema no tiene una soluci¨®n sencilla. Requiere de una combinaci¨®n de medidas: mejor vigilancia satelital de rutas mar¨ªtimas, sanciones m¨¢s severas, inversiones en educaci¨®n ambiental y sobre todo, una reducci¨®n significativa de la producci¨®n de pl¨¢sticos de un solo uso.
Adem¨¢s, se plantea la necesidad de mapear los fondos marinos de forma m¨¢s exhaustiva, ya que actualmente menos del 25% del lecho oce¨¢nico del Mediterr¨¢neo ha sido cartografiado con precisi¨®n. Sin datos, es imposible plantear soluciones eficaces.
El hallazgo en la fosa de Calipso no es un caso aislado, sino el reflejo de una tendencia global. La basura humana ha perforado ya todas las capas del oc¨¦ano y amenaza con alterar para siempre los ecosistemas m¨¢s antiguos y menos explorados del planeta.
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