Este es el peque?o pueblo de Valladolid en el que Espa?a y Portugal se repartieron el mundo conocido
Con poco m¨¢s de 8500 habitantes, este pueblo fue testigo de la firma de uno de los tratados m¨¢s importantes de la Edad Moderna.
A 28 kil¨®metros de Valladolid y en mitad de la ruta que conecta el norte de Espa?a con Madrid, Tordesillas se levanta en un lugar privilegiado a las orillas del Duero. En el siglo XV ten¨ªa el estatus de villa y fue el lugar donde se firm¨® el famoso Tratado de Tordesillas entre Castilla y Portugal en junio de 1494.
En esta localidad, en la que ahora viven unas 8500 personas, se pueden visitar varios monumentos que recuerdan la historia de la villa, que adem¨¢s fue testigo de los ¨²ltimos a?os de vida de la reina Juana I de Castilla, com¨²nmente conocida como Juana ¡®La Loca¡¯. Lo primero que te encuentras al llegar al municipio es el puente medieval que cruza el r¨ªo Duero. Ya en el pueblo, que ostenta los t¨ªtulos de Muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobil¨ªsima villa, se encuentra el edificio m¨¢s importante: Las Casas del Tratado. Una edificaci¨®n compuesta por dos palacios unidos en la que tuvo lugar la firma del Tratado de Tordesillas el 7 de junio de 1494 entre las coronas de Espa?a y Portugal, tratado que establec¨ªa una l¨ªnea a 370 leguas al oeste de Cabo Verde y que divid¨ªa el mundo conocido y por conocer entre ambos reinos.
En esta misma localidad, opacado por la historia que entra?a la firma del tratado, se encuentra tambi¨¦n el Real Monasterio de Santa Clara, un edificio de estilo mud¨¦jar, construido en el siglo XIV y que fue el lugar donde la reina Juana I de Castilla vivi¨® recluida durante 46 a?os. Aunque nunca perdi¨® su t¨ªtulo de Reina, Juana nunca gobern¨® de facto los territorios que le pertenec¨ªan por herencia debido a su supuesta locura e incapacidad para llevar a cabo tareas de gobierno. Juana vivi¨® encerrada en este monasterio desde los 30 a?os hasta su muerte con 75 en 1555, en primer lugar por orden de su padre Fernando el Cat¨®lico y posteriormente por orden de su hijo Carlos I.
Lugar del tratado que dividi¨® el mundo
El 12 de octubre de 1492 Crist¨®bal Col¨®n desembarc¨® en las costas de Am¨¦rica y descubri¨® un territorio hasta ese momento desconocido. El descubrimiento de un lugar que no contemplaban los mapas dio lugar a nuevas disputas entre Castilla y Portugal por el dominio del oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Previamente, ambos reinos hab¨ªan firmado el Tratado de Alcazobas (1479), un acuerdo que pon¨ªa fin a las hostilidades entre Castilla y Portugal provocadas por la guerra de sucesi¨®n castellana (1475-1479). Este tratado no solo aseguraba la paz entre los reinos vecinos, en ¨¦l tambi¨¦n se establec¨ªa el derecho de Portugal sobre todos los territorios conquistados al sur de Canarias, a las que s¨ª se les reconoci¨® soberan¨ªa castellana.
Alcazobas parec¨ªa que pon¨ªa fin a las hostilidades entre Portugal y los Reyes Cat¨®licos, sin embargo, con el viaje de Col¨®n a las Indias, el rey Juan II de Portugal invoc¨® ese tratado para reclamar el derecho de su reino sobre las tierras descubiertas. A su vuelta, el navegante se reuni¨® con el rey portugu¨¦s, que anteriormente hab¨ªa rechazado financiar su proyecto, para informarle de que las nuevas tierras conocidas estaban al sur de Canarias y, por lo tanto, seg¨²n lo establecido en Alcazobas, esas tierras le pertenec¨ªan a Portugal.
En el a?o 1493, se retomaron los enfrentamientos entre los Reyes Cat¨®licos y el rey de Portugal. Juan II pretend¨ªa que se cumpliera lo firmado 14 a?os antes, mientras que Isabel y Fernando le insisten en que su reino se quede con los territorios de ?frica y ceda a Castilla las tierras descubiertas. Ning¨²n monarca quer¨ªa ceder en sus pretensiones, pero al mismo tiempo no deseaban que las hostilidades entre ambos reinos volvieran.
Finalmente, con 3 bulas papales mediante, que apoyaban las pretensiones castellanas. El 7 de junio de 1494, se emplazaron en Tordesillas tres procuradores de cada reino para repartir el mundo conocido y por conocer. Ni los Reyes Cat¨®licos, ni el rey Juan II de Portugal acudieron a la villa vallisoletana, pero sus representantes gozaban de plenos poderes para que el tratado se contemplase como v¨¢lido. Tras la firma del documento, el Reino de Portugal se quedaba con todos los territorios que se descubrieran al este de una l¨ªnea imaginaria que se estableci¨® a 370 leguas al oeste de cabo verde, lo que ahora mismo ser¨ªa el paralelo 46?. Por otro lado, se le reconoci¨® a Castilla la soberan¨ªa sobre todas las tierras descubiertas al oeste de ese paralelo.
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