Encuentran en Espa?a mosquitos transmisores del virus del Nilo
El ¡®Culex pipiens¡¯, principal transmisor del virus del Nilo en Estados Unidos, ha sido rastreado en M¨¢laga. Aunque no se ha detectado la enfermedad, se ha desatado la preocupaci¨®n en la zona.
Durante las noches t¨®rridas de la ¨¦poca estival es frecuente escuchar el agudo y molesto sonido del mosquito rondando la habitaci¨®n. En la oscuridad, a ciegas. Cuando uno enciende la luz no encuentra nada. Por la ma?ana las picaduras dan buena cuenta de que a veces, aunque cese el silbido, la amenaza de su presencia no ha sido ni por un segundo menos constante. Y aunque sea costumbre que esto forme parte del verano, siempre puede adquirir un matiz todav¨ªa m¨¢s preocupante: que estos insectos transmitan el famoso virus del Nilo.
As¨ª ha ocurrido en M¨¢laga. El ¨²ltimo informe de la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica y Ordenaci¨®n Farmac¨¦utica de la Consejer¨ªa de Salud y Consumo no ha dejado dudas: en la estaci¨®n de trampeo ubicada en la desembocadura del Guadalhorce se han registrado capturas del Culex pipiens, causa principal de este virus en Estados Unidos.
Sin peligro a la vista
Detectado el peligro, el siguiente paso ha sido firme: medidas de vigilancia y control. El an¨¢lisis entomol¨®gico de todos los mosquitos de esta clase registrados durante las ¨²ltimas semanas ha evidenciado una completa ausencia del virus, dato que ha calmado a los habitantes de la zona, pese a que la presencia de esta clase de mosquito sea, de por s¨ª, un riesgo particular.
Lo que se hace, en definitiva, es someter a seguimiento peri¨®dico las poblaciones de vectores -en este caso, mosquitos- a trav¨¦s de todas las trampas situadas en aquellos puntos considerados estrat¨¦gicos. Hasta 27 municipios de Andaluc¨ªa poseen estos dispositivos. Entonces, se catalogan todas las especies, con sus respectivos datos poblacionales y, tambi¨¦n, biol¨®gicos. De tal manera que, si es portador de la temida enfermedad, se puede detectar en un momento temprano y evitar una extensi¨®n del virus.
En este sentido, ha sido de gran importancia la labor de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (CSIC), cuyos ¡®brazos¡¯ de investigaci¨®n abarcan siete estaciones de trampeo -todas en Sevilla-; de la misma forma que la aplicaci¨®n del Proyecto Arboprevent, hasta en 800 puntos de muestreo repartidos entre la provincia hispalense, C¨¢diz y Huelva. Todos los datos recopilados se integran al seguimiento de otros animales, con el fin de coordinar la sanidad de la fauna. En suma, se trata de dejar campar a la naturaleza a sus anchas, pero con el ojo abierto. Como cuando uno se va a dormir y algo le despierta, am¨¦n del inc¨®modo silbido que interrumpe el sue?o a altas horas de la madrugada.