El pueblo de Espa?a que proh¨ªbe las fregonas en la terraza y los ladridos
Villanueva de la Torre, en la provincia de Guadalajara, tiene ordenanzas municipales que regulan cuestiones relacionadas con la est¨¦tica del lugar y con las convivencia
En un mundo ideal, todas las personas har¨ªan un esfuerzo voluntario por facilitar la convivencia entre cong¨¦neres. Pero, a veces, no es suficiente con apelar al sentido del civismo. En ocasiones, hay que apoyarse en la ley y la autoridad para garantizar cierta armon¨ªa y evitar el brote de males mayores. Son muchas las cuestiones que se pueden regular a trav¨¦s de la legislaci¨®n. Tantas, que la barrera entre lo que es aceptable regular y lo que no es, cuanto menos, algo difusa.
No todas las normas son impuestas por los grandes ¨®rganos burocr¨¢ticos de calado federal. Los brazos de gobierno m¨¢s cercanos al ciudadano tambi¨¦n tienen cierto margen de acci¨®n para provocar y consolidar el cambio. Los ayuntamientos. Esos lugares donde, dicen algunos, se vota a la persona y no al partido. A trav¨¦s de las ordenanzas municipales, estos entes pueden redactar directrices que, siempre y cuando no contradigan una ley de jerarqu¨ªa superior, deben ser obedecidas por la vecindad.
Villanueva de la Torre, en la provincia de Guadalajara, ha impulsado en los ¨²ltimos tiempos unos paquetes de medidas que podr¨ªan ser considerados controversiales. Por ejemplo, no se puede tender la ropa en lugares que sean visibles desde la v¨ªa p¨²blica -incluidos balcones, terrazas o ventanas-. Pero eso no es todo. Tampoco se pueden tener ¨²tiles de limpieza como fregonas o escobas.
Formas de vivir
Asimismo, se quiso poner coto a la molestia que, en ocasiones, pueden provocar las mascotas mal domesticadas. Est¨¢ prohibido dejar en ¡°terrazas, balcones, galer¨ªas o patios¡± a cualquier tipo de animal que, potencialmente, pudiera emitir sonidos que perturben el descanso de los vecinos. El horario en el que esta directriz es efectiva es de las 22.00 horas hasta las 8.00 horas y despu¨¦s desde las 15.00 hasta las 17.00 horas -para blindar tambi¨¦n la siesta-.
Es, en cualquier caso, opinable si estos dict¨¢menes son o no una intromisi¨®n en la libertad individual y el derecho de decisi¨®n de los habitantes del lugar. Para algunos, la decisi¨®n sobre si se tiende o no la ropa en el balc¨®n deber¨ªa recaer, exclusivamente, en el morador de la casa. Para otros, est¨¢n por encima las nociones de armon¨ªa est¨¦tica que mejoran el aspecto general del pueblo. Hay tantas formas de vivir como personas vivas.