El perro de Biden manda al hospital a un agente del Servicio Secreto
Es un pastor alem¨¢n llamado Commander que ha tenido problemas para adaptarse a los ritmos fren¨¦ticos de su nuevo hogar, la Casa Blanca
Ser la mascota del presidente de los Estados Unidos no es f¨¢cil. Sobre todo, porque tienes que acostumbrarte a estar siempre rodeado una multitud de gente con prisa. Asesores, personal, polic¨ªa, miembros del Servicio Secreto... Es una vida estresante. El problema viene cuando toda esa tensi¨®n acumulada acaba por escapar en forma de violencia, llegando a poner en peligro la integridad f¨ªsica de los que est¨¢n cerca. Entonces la cuesti¨®n se convierte en un problema.
En Estados Unidos, este debate lleva abierto varios d¨ªas. Todo estall¨® despu¨¦s de hacerse p¨²blico un informe en el que se se?alaba que el perro del presidente Biden, un pastor alem¨¢n llamado Commander, hab¨ªa atacado a agentes del Servicio Secreto hasta en diez ocasiones entre octubre de 2022 y enero de 2023. Fue un lapso de tiempo en el que el animal se mostr¨® inusualmente irascible, ocasionando lesiones a algunos efectivos del cuerpo de seguridad.
Aunque no fueron, en general, episodios de consecuencias fat¨ªdicas, uno s¨ª que termin¨® con una visita al hospital. La oficina de prensa de la Primera Dama, Jill Biden, intent¨® quitarle hierro a la cuesti¨®n a trav¨¦s de un comunicado en el que se aclaraba que ¡°el complejo de la Casa Blanca es un entorno ¨²nico y estresante¡±, y que la familia ya estaba trabajando para encontrar nuevas formas de ¡°mejorar la situaci¨®n para todo el mundo¡±.
Estr¨¦s y agresividad
En la misma l¨ªnea, el Servicio Secreto apunt¨® que lidiar con las mascotas de la presidencia es uno de los gajes del oficio, y que no son nuevos en el control de este tipo de escenarios. No obstante, algunos en el pa¨ªs se preguntan si la residencia de Washington D.C. es el lugar ideal para un pastor alem¨¢n, que seguramente estar¨ªa m¨¢s feliz si tuviera la posibilidad de campar a sus anchas en un una zona campestre. Y es que no es la primera vez que esta raza le da problemas a los Biden.
Commander es, al menos, el segundo pastor alem¨¢n que ronda por los pasillos de la mansi¨®n p¨¢lida durante la presente administraci¨®n. El otro se llamaba Major. Su comportamiento agresivo con el personal hizo que la convivencia se tornara imposible. Finalmente, Biden resolvi¨® enviarlo de vuelta a Delaware -su estado de residencia antes de ser presidente- donde est¨¢ siendo cuidado por unos amigos. El tiempo dir¨¢ si Commander recorre la misma senda o acaba amold¨¢ndose a los exigentes tiempos esclavos de la alta pol¨ªtica.