El mal humor se asocia a la se?al temprana del Alzheimer: ¡°Tambi¨¦n hay tres s¨ªntomas no considerados que aparecen 10 a?os antes¡±

Seg¨²n la Organizaci¨®n mundial de la Salud, esta enfermedad afecta a m¨¢s de 40 millones de personas en todo el mundo y, en los pr¨®ximos treinta a?os, podr¨ªa triplicarse debido al envejecimiento de la poblaci¨®n. Por tanto, los costes sociales y sanitarios podr¨ªan ser inimaginables, por eso es de vital importancia interceptar la enfermedad a tiempo para reducir su impacto en la calidad de vida de las personas.

Daniel Amen, experto en neurolog¨ªa y psiquiatr¨ªa, expone los signos que pueden manifestarse incluso una d¨¦cada ante la aparici¨®n de s¨ªntomas cl¨ªnicos preocupantes, que son los que m¨¢s atenci¨®n genera en los especialistas y pacientes con el objetivo de elaborar un diagn¨®stico de demencia, lo m¨¢s exacto posible. Sin embargo, hay s¨ªntomas con los que puede identificarse la enfermedad, antes de de la manifestaci¨®n real del Alzheimer. En este sentido, existen distintos ejercicios y m¨¦todos para mantener la mente entrenada y posponer al m¨¢ximo la exposici¨®n de la enfermedad.

Cuatro signos que se deben detectar temprano

Seg¨²n el doctor Amen, el primer signo que suele aparecer como s¨ªntoma de Alzheimer es la p¨¦rdida de memoria. Cuando la memoria comienza a debilitarse, no significa que autom¨¢ticamente vaya a aparecer demencia, pero s¨ª que el 80% de qui¨¦nes lo padecen, tienen m¨¢s probabilidades de empeorar en un futuro. En segundo lugar, una impulsividad excesiva y un juicio reducido, algo que tiene como consecuencia principal la disminuci¨®n de la actividad de los l¨®bulos frontales, que tienen m¨²ltiples funciones: desde el control de los movimientos hasta la personalidad, pasando por la regulaci¨®n de las respuestas emocionales al lenguaje.

El tercer s¨ªntoma que se expone es una capacidad de atenci¨®n inferior a la normal, que conduce a una capacidad para distraerse con facilidad, sin embargo no debe confundirse con un trastorno de d¨¦ficit de atenci¨®n (TDAH). La especificidad de esta reducci¨®n es el empeoramiento progresivo de la capacidad de mantenerse concentrado. Por ¨²ltimo, un s¨ªntoma que no conviene subestimar es el mal humor y el sentimiento constante de depresi¨®n. En este sentido, el doctor Amen, afirma que algunos factores como la obesidad, la apnea del sue?o, el insomnio cr¨®nico o la disfunci¨®n er¨¦ctil, est¨¢n asociados a la aparici¨®n de demencia.

¡°Si algunos de estos s¨ªntomas aparecen, especialmente en el grupo de edad de 60 a 65 a?os, se siguen dos caminos paralelos¡±, contin¨²a el experto. ¡°La primera es contactar con el neur¨®logo que realizar¨¢ an¨¢lisis instrumentales y controles espec¨ªficos para diagnosticar la presencia de la enfermedad. Actualmente disponemos de instrumentos muy sensibles que pueden detectar los signos de la enfermedad con mucha antelaci¨®n. Sin embargo, hay otro elemento, muchas veces no considerado¡°.

Este elemento es la reducci¨®n de la audici¨®n y seg¨²n se?ala el doctor Amen: ¡°La reducci¨®n de la audici¨®n en personas de cierta edad. Puede ser un factor de riesgo de deterioro cognitivo. El error que se comete a menudo es considerar las p¨¦rdidas de audici¨®n o de memoria como signos normales del envejecimiento. En realidad, el envejecimiento no es una enfermedad, sino una fase de la vida en la que pueden aparecer s¨ªntomas que presagian la aparici¨®n de una patolog¨ªa¡±.

Terapias actuales y futuras

¡°Quiero subrayar nuevamente la necesidad de intervenir tempranamente ante los s¨ªntomas porque en estas condiciones incluso los medicamentos tienen un efecto mayor. Me gustar¨ªa recordarles que la enfermedad de Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas para las que no existe una cura farmacol¨®gica espec¨ªfica. Desde hace treinta a?os disponemos de dos clases de f¨¢rmacos: los inhibidores de la acetilcolinesterasa y la memantina. E

stos medicamentos pueden aliviar los s¨ªntomas o al menos retrasar la fase m¨¢s grave de la enfermedad de Alzheimer¡±, se?ala Daniel Amen. Por otro lado, hay terapias innovadoras para combatir el Alzheimer como los anticuerpos monoclonales, que han sido autorizados en Estados Unidos recientemente. Estos son f¨¢rmacos, que por primera vez no act¨²an directamente sobre los s¨ªntomas, sino que act¨²an sobre las prote¨ªnas responsables del deterioro.

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