?Cada cu¨¢nto deber¨ªas lavar cada tipo de ropa? Vaqueros, camisetas, sudaderas, ropa interior...
La mayor¨ªa de las prendas deben lavarse, al menos, un par de veces a la semana, pero esto var¨ªa dependiendo de las caracter¨ªsticas particulares de cada una

Antes de internet y de que el conocimiento inundara el mundo a un click de distancia, algunas cosas cotidianas se reg¨ªan por los elementales e intuitivos principios de la sabidur¨ªa popular. Hubo un tiempo en el que era tu abuela la que te ense?aba a cocinar y no un se?or en un videotutorial de YouTube. Es cierto que todav¨ªa no vivimos en el clima futurista de los coches voladores y los viajes recreacionales a la luna. Pero es innegable que la informaci¨®n es m¨¢s accesible ahora que en cualquier otro periodo hist¨®rico.
Este conocimiento atomizado y ampliamente disponible permite, entre otras muchas cosas, perfeccionar la forma en la que se hacen las tareas del d¨ªa a d¨ªa, optimizando nuestro tiempo y maximizando los beneficios de un proceder correcto. La colada es una de esas tareas. No todas las prendas necesitan la misma frecuencia de lavados -ni el mismo tipo de lavado-. Limpiar la ropa es toda una ciencia cuyos secretos son ahora muy accesibles.
Por empezar con lo b¨¢sico, conviene aclarar algo que igual no es tan evidente para todos. Las prendas que est¨¢n en contacto directo con la piel, como camisetas y camisas, deben lavarse despu¨¦s de cada uso. Especialmente si uno es de esos que, al m¨ªnimo contacto con un rayo de sol, se empieza a desintegrar entre un riachuelo de sudores y hedores fuertes. M¨¢s importante todav¨ªa es meter en la lavadora todos los d¨ªas la ropa interior y los calcetines. Porque ah¨ª entran en juego cosas todav¨ªa m¨¢s feas y malolientes que el sudor.
Frecuencia variable
Hay otros tipos de ropa que no precisan de tanto mimo y atenci¨®n. Por ejemplo, los pantalones pueden resistir hasta cinco usos antes de pedir a gritos un chorro de agua enjabonada. Otro buen indicador de que necesitan desesperadamente el abrazo c¨¢lido de la lavadora es si se mantienen de pie solos -aunque si se ha llegado a este extremo tal vez ser¨ªa mejor plantearse tirarlos a la basura y encontrar unos nuevos pantalones a los que maltratar-.
Las prendas que no est¨¢n en contacto directo con la piel tienen la ventaja de recibir suciedad m¨¢s lentamente. Por lo tanto, tampoco ser¨¢ estrictamente necesario meterlas en el cubo de la ropa sucia al final de cada jornada. Los jers¨¦is, sudaderas y derivados tambi¨¦n pueden aguantar perfectamente cinco o seis usos antes de clamar por un ba?o relajante. Eso s¨ª, a lo mejor conviene dejar que se aireen un poco despu¨¦s de haberlos llevado puestos durante varias horas.
Y, siguiendo de dentro a fuera, huelga decir que el tipo de ropa que necesita menos frecuencia de lavado son los abrigos o cazadoras -y atentos al tipo de abrigo, que puede precisar una u otra forma de lavado-. En cualquier caso, s¨ª que necesitan alg¨²n paseo por los h¨²medos entornos del tambor. El hecho de que tengan tres grados de separaci¨®n con nuestro cuerpo no los exime de recibir, por ejemplo, la much¨ªsima suciedad externa que acecha en cada esquina de este ro?oso, ro?oso mundo.