As¨ª fueron los ¨²ltimos d¨ªas de Napole¨®n en Santa Elena: ¡°Ej¨¦rcito, cabeza de ej¨¦rcito... Josefina...¡±
En confinamiento y con diversos problemas de salud. Finalmente falleci¨® el 5 de mayo de 1821 por el mismo c¨¢ncer de est¨®mago que mat¨® a su padre.
Napole¨®n Bonaparte siempre ser¨¢ recordado como un gran l¨ªder militar desde 1796 y sus victorias en numerosas batallas durante sus a?os como Emperador de Francia. Durante su mandato, el ej¨¦rcito franc¨¦s consigui¨® una gran expansi¨®n del imperio por toda Europa, hasta el punto que su poder militar se convirti¨® en uno de los m¨¢s temidos a nivel internacional. Sin embargo, incluso un gran l¨ªder tambi¨¦n puede salir derrotado, as¨ª como le ocurri¨® a Napole¨®n a?os antes de su muerte.
A pesar de su abdicaci¨®n como emperador, esta ilustre figura francesa nunca se dio por vencido en sus objetivos militares. Esto cambi¨® en la batalla de Waterloo que tuvo lugar el 18 de junio de 1815, cuya derrota signific¨® el fin de las Guerras Napole¨®nicas. Las tropas francesas se vieron obligadas a retirarse, y Napole¨®n en un principio consigui¨® huir, pero acab¨® siendo capturado en Francia y enviado al exilio en la Isla de Santa Elena.
Una muerte lenta
El l¨ªder militar pas¨® los ¨²ltimos a?os de su vida desterrado y estuvieron marcados por la soledad y la enfermedad. Durante meses, Napole¨®n sufri¨® dolores abdominales, n¨¢useas, sudores nocturnos y fiebre, entre otros s¨ªntomas. Adem¨¢s, se quejaba de dolores de cabeza, de cuerpo d¨¦bil y malestar general, hasta el punto de que su capacidad del habla se volvi¨® confusa.
Vivi¨® en confinamiento en Longwood House desde 1815 hasta su muerte en 1821. Aislado de la pol¨ªtica y con limitado contacto social, Napole¨®n tambi¨¦n sufri¨® problemas de salud, incluyendo ¨²lceras g¨¢stricas y s¨ªntomas de arsenicosis. A pesar de sus condiciones, intent¨® mantener la actividad intelectual escribiendo sus memorias puesto que el aburrimiento era su nueva mayor amenaza, pero con el paso de los a?os la enfermedad fue en aumento y fue perdiendo la cordura progresivamente.
El 4 de mayo de 1821 perdi¨® el conocimiento, hasta que finalmente el 5 de mayo falleci¨®. Sus ¨²ltimas palabras, aunque fueron en un estado de delirio, resultaron emotivas: ¡°Ej¨¦rcito, cabeza de ej¨¦rcito¡ Josefina¡¡±. Esto fue lo que murmur¨® el militar, recordando a su primera esposa, la cual falleci¨® justo despu¨¦s de su primera abdicaci¨®n, y a su querido ej¨¦rcito, con el que hab¨ªa conseguido numerosas victorias que pasar¨ªan a la historia.
?De qu¨¦ muri¨® exactamente Napole¨®n?
Primeramente, debido a su fat¨ªdico estado de salud, al emperador se le pas¨® por la cabeza la idea de que estaba siendo envenenado, pero finalmente lleg¨® a la conclusi¨®n de que estaba sufriendo el mismo c¨¢ncer que hab¨ªa matado a su padre y que toda ayuda m¨¦dica era in¨²til pues tarde o temprano la enfermedad acabar¨ªa con ¨¦l.
A pesar de sus antecedentes, sobre la naturaleza de su muerte giraron dos tesis fundamentales: la hepatitis o el c¨¢ncer de est¨®mago. Sin embargo, fueron diecis¨¦is los observadores que asistieron a la autopsia, de los cuales siete eran m¨¦dicos. Todo ellos llegaron a la conclusi¨®n de que lo que hab¨ªa acabo con la vida de Napole¨®n era un c¨¢ncer de est¨®mago, algo que ya sospechaba el propio militar d¨ªas meses de morir.