La memoria de Juanjo Alonso es prodigiosa. Es el Director del Archivo General de Palacio desde hace m¨¢s de 30 a?os, los que lleva custodiando historias de la Historia. Porque los m¨¢s de 12 km de documentaci¨®n son un tesoro nacional: 65.000 fotos, 11.000 planos, 1.600 diplomas¡ Todo en 20 mil cajas de informaci¨®n.
Gestiona todo con un mimo especial. Alonso y su equipo son capaces de ubicar casi de memoria donde est¨¢n los mapas, las fotograf¨ªas de un acontecimiento hist¨®rico, o la carta personal que se puede llegar a unir con un comunicado oficial. Afirma que a¨²n hay secretos, que no lo sabe todo, y que el siguiente que llegue al cargo de Director del Archivo General Real encontrar¨¢ todav¨ªa alguna sorpresa.
El siguiente que llegue al cargo de Director del Archivo General Real encontrar¨¢ todav¨ªa alguna sorpresa.
Una memoria que nos permite acompa?arle entre legajos envueltos con mimo, con lazos blancos para evitar transferencia de color, entre cajas y cajas de documentaci¨®n que tiene un peque?o espacio para el Deporte, que tambi¨¦n forma parte de la Historia de Espa?a.
¡°Durante muchos siglos, los deportes o los ejercicios f¨ªsicos, los hac¨ªan los reyes y la alta nobleza. Con Alfonso XIII se empieza a jugar al tenis, tenemos alguna foto documentada de esa parcela privada¡±.
Lo que m¨¢s nos llama la atenci¨®n es la primera imagen del primer jugador del Barcelona que fich¨® por el Real Madrid. ¡°Alfonso Alb¨¦niz Jordana, naci¨® en Barcelona el 1 de enero de 1886 y falleci¨® en Estoril, Portugal, el 27 de septiembre de 1941). Hijo del compositor Isaac Alb¨¦niz, fue futbolista, diplom¨¢tico y presidente del comit¨¦ de ¨¢rbitros. Pero, ?qu¨¦ hay para que el Archivo Real lo investigue y tenga un espacio privilegiado?
¡°Tenemos un fondo documental relacionado con la ayuda humanitaria que realiz¨® Espa?a en la Primera Guerra Mundial. A Palacio llegaban miles de cartas, hasta 180 mil tenemos guardadas, de familiares de desaparecidos en la guerra. La primera carta que lleg¨® a Alfonso XIII fue la de una mujer que buscaba a su marido que hab¨ªa desaparecido en B¨¦lgica. Lo que iba a ser una an¨¦cdota, hace que la secretar¨ªa del Rey reciba cartas en ingl¨¦s, franc¨¦s, ¨¢rabe, alem¨¢n, ruso, h¨²ngaro, italiano. La historia de este futbolista que con 16 a?os y unos meses cambi¨® el Barcelona por el Madrid da un paso m¨¢s all¨¢ cuando entra tras trabajar en la oficina de la guerra muy de cerca con todo el personal de Madrid pasa a Ginebra como diplom¨¢tico¡±, nos cuenta.
¡°Aqu¨ª se encuentran documentadas las concesiones reales al Real Madrid, Real Oviedo, Real Club Celta de Vigo, la Real Sociedad, el Real Betis¡ Incluso tenemos la concesi¨®n del t¨ªtulo Real a la Real Federaci¨®n cuando se fusiona. Por supuesto est¨¢ en ingl¨¦s, porque en esa ¨¦poca no se utilizaba el castellano para esto¡±, nos detalla Juanjo Alonso.
¡°Alfonso XIII ten¨ªa caballos de carreras para los grandes premios de San Sebasti¨¢n, el sur de Francia. Tenemos documentos con los resultados de los caballos, el programa. Nos pas¨® estar catalogando unas fotos de Alfonso XIII y un investigador nos dio el nombre exacto de los caballos, que desconoc¨ªamos. El tenis es de lo m¨¢s moderno que tenemos documentado, porque la equitaci¨®n, la esgrima, vienen como de los deportes hist¨®ricos. Los documentos que tenemos es verles en su vida privada.
¡°S¨®lo tenemos una imagen de una carrera entre Par¨ªs y Berl¨ªn, en el a?o 1901. Es en la Plaza de la Concordia, en Par¨ªs¡±, nos cuenta orgulloso de esta foto ¨²nica.
En 1928, en Gij¨®n, se disput¨® un Espa?a - Italia. ¡°El Archivo General Real guarda cuatro im¨¢genes ¨²nicas de ese primer encuentro. Fue el bautismo internacional de la Selecci¨®n¡±, un partido que acab¨® 1-1 y nos deja im¨¢genes para recordar siempre.
El boxeador Enrique Ugartechea escribi¨® a Alfonso XIII para que le invitara a Espa?a a boxear. ¡°Al h¨¦roe de la Confederaci¨®n Mundial, al gran monarca Alfonso XIII. En M¨¦xico tambi¨¦n se enteraron de la labor humanitaria que estaban haciendo, y le felicita por su trabajo en la b¨²squeda de soldados desaparecidos durante la Primera Guerra Mundial, y adem¨¢s se ofrec¨ªa para acudir a boxear. Env¨ªa su publicidad, un programa de mano donde se puede leer ¡°el mejor gimnasio es el de Ugartechea¡±, y aparece con un boxeador de primer¨ªsimo nivel americano, Jack Johnson. Para que le tuvieran en cuenta aparece como boxeador y trajeado, como un dandi.
Las carreras de caballos, la h¨ªpica, el polo, son algunas de las im¨¢genes m¨¢s espectaculares que guardan en el archivo real, con sus programas de mano, su tabla de resultados, todo muy visual y que nos documentan la historia de este deporte en sus primeros momentos en Espa?a.