Adi車s al pago de derramas: el tipo de obra que permite negarte a pagar a la comunidad de vecinos
Existen excepciones en las que los propietarios pueden negarse a pagar derramas, especialmente cuando se destinan a mejoras est谷ticas y no a necesidades de conservaci車n o seguridad del edificio
Las comunidades de propietarios son escenarios donde, con frecuencia, surgen disputas y desacuerdos entre vecinos. Uno de los principales focos de conflicto son las derramas, esas cuotas extraordinarias que se imponen para cubrir gastos imprevistos o para financiar obras que no est芍n contempladas en el presupuesto habitual de la comunidad. Sin embargo, no todas las derramas son iguales, y existen circunstancias en las que los propietarios pueden negarse a pagar.
En primer lugar, es importante entender qu谷 es una derrama. Esta se utiliza cuando los gastos de la comunidad superan lo que est芍 previsto, como puede ser la reparaci車n de un da?o urgente en un edificio o la renovaci車n de instalaciones comunes. Por ejemplo, si se rompe el sistema de calefacci車n o hay que reparar el tejado, la comunidad puede decidir instaurar una derrama para cubrir estos gastos. La cuota se reparte entre los propietarios seg迆n su participaci車n en la comunidad.
Casos en los que se puede negarse a pagar
A pesar de ser una pr芍ctica com迆n, las derramas pueden generar descontento. Sin embargo, la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece que no se puede evitar el pago si la derrama ha sido aprobada por la junta de propietarios. Seg迆n el art赤culo 10 de esta ley, los propietarios est芍n obligados a asumir los gastos de la comunidad si estos se acuerdan en junta, incluso si votaron en contra o no participaron en la votaci車n. No obstante, existe la posibilidad de impugnar judicialmente la derrama, pero este proceso puede ser largo y costoso, y lo m芍s recomendable es, en general, cumplir con la obligaci車n de pago para evitar ser considerado moroso.
Entonces, ?cu芍ndo se puede negarse a pagar una derrama? Existe un tipo de derrama que, seg迆n la ley, no es obligatoria. Se trata de aquellas que responden a mejoras est谷ticas que no afectan la eficiencia, seguridad o accesibilidad del edificio. Por ejemplo, si la comunidad decide cambiar la fachada por una nueva que no implique una necesidad urgente, los propietarios pueden votar en contra de la obra. En este caso, quienes se opongan no estar芍n obligados a pagar la derrama asociada a ese proyecto est谷tico, aunque perder芍n el derecho a disfrutar de las mejoras si finalmente se llevan a cabo.
La responsabilidad de los nuevos propietarios
Otro aspecto importante es qu谷 ocurre si un propietario adquiere una vivienda que ya tiene pendiente el pago de una derrama. Aunque no haya sido el responsable de su aprobaci車n, el nuevo propietario deber芍 hacerse cargo de las cuotas que queden pendientes desde que adquiri車 el inmueble.
Cabe destacar que, si un vecino se niega a pagar una derrama, no solo puede enfrentarse a una demanda por morosidad, sino tambi谷n a otras consecuencias como la p谷rdida de derecho al voto en futuras juntas, la exclusi車n del uso de algunas instalaciones comunes, e incluso la imposici車n de multas.
Por 迆ltimo, aunque no existe un l赤mite legal para el importe de una derrama, la LPH distingue entre dos tipos de obras: las necesarias, que son obligatorias, y las no necesarias, que pueden impugnarse si su coste supera tres mensualidades de la cuota ordinaria. En este sentido, obras como la construcci車n de una piscina o la mejora est谷tica de 芍reas comunes pueden quedar fuera de la obligaci車n de pago, siempre que se haya votado en contra.
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