Rifirrafe entre Borrell y Medvedev
El Alto Representante europeo y el expresidente ruso tuvieron un encontronazo provocado por un tuit del diplom¨¢tico catal¨¢n
La diplomacia es un continuo y sofisticado juego de equilibrios. Las naciones modernas tienen nutridos cuerpos funcionariales con la misi¨®n de establecer relaciones bilaterales y multilaterales con otros Estados y entidades. Si algo caracteriza la acci¨®n exterior occidental, de inspiraci¨®n inequ¨ªvocamente liberal e idealista, es la b¨²squeda del equilibrio entre poder duro y poder blando. Llegar con la palabra lo m¨¢s lejos posible para evitar la escalada de los conflictos de intereses y las inevitables fricciones de la escena mundial.
No obstante, los ¨²ltimos tiempos han estado marcados por el ¨²ltimo gran fracaso de las v¨ªas diplom¨¢ticas, la invasi¨®n de Ucrania. Una de las guerras m¨¢s mort¨ªferas de la modernidad a las puertas del territorio ot¨¢nico y europeo. Las demandas del Kremlin, incompatibles con las aspiraciones de soberan¨ªa de Kiev, han conducido a una guerra cuyo fin no se atisba cercano. Las posiciones enconadas a lo largo de los a?os acabaron cristalizando en aquello que se quer¨ªa evitar a toda costa: una erupci¨®n b¨¦lica a gran escala.
A pesar de que las balas ya silban desde hace m¨¢s de un a?o, no cesan los intentos de ambos bloques de ganar la batalla en otros frentes. Unos que no tienen v¨ªctimas pero s¨ª incidencia real en el desenvolverse de la colisi¨®n armada. La batalla de la propaganda y el discurso. Por un lado, Europa, Estados Unidos y sus aliados tratan de trasladar a la poblaci¨®n mundial la idea de que la guerra de Ucrania es ilegal, y de que las pretensiones de Putin desaf¨ªan las nociones m¨¢s elementales del derecho internacional.
D¨ªa de los Inocentes
En el otro extremo, Rusia despliega sus m¨¦todos de persuasi¨®n para defender sus acciones, alegando un inadmisible ¨¢nimo expansionista por parte de OTAN que amenazaba de forma flagrante sus fronteras y trae al enemigo a la puerta de su casa. M¨¢s de medio mundo est¨¢ en alg¨²n lugar entre estos dos puntos encontrados, pues son decenas las naciones que han evitado posicionarse claramente. No obstante, la presi¨®n occidental se traslada cada vez m¨¢s al plano supranacional y a entidades de influencia global como la ONU
El Consejo de Seguridad es uno de los brazos de las Naciones Unidas con m¨¢s margen de acci¨®n. Una comisi¨®n cambiante de diferentes pa¨ªses que debaten acontecimientos y conflictos surgidos a lo largo y ancho del mundo, pudiendo emitir declaraciones de condena conjunta o empujar para la adopci¨®n de sanciones econ¨®micas. La mayor parte de los asientos del Consejo van cambiando de manos entre los muchos miembros de la asamblea de la ONU. Solo cinco pa¨ªses tienen butaca permanente (y derecho a veto): Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
La presidencia del ¨®rgano es rotatoria, y cambia de manos cada dos meses. El motivo de discordia es que Rusia acaba de tomar posesi¨®n al frente del grupo. Esto ha sido duramente criticado por Ucrania y por los miembros de la Uni¨®n Europea. De hecho, el Alto Representante de la UE, el espa?ol Josep Borell, escribi¨® un tajante tuit en el que ven¨ªa a decir que el hecho de que se permitiera a Rusia desempe?ar este cargo era ¡°como una broma del D¨ªa de los Inocentes¡±.
Este comentario no gust¨® nada al c¨¦lebre Dimitri Medvedev. El que fuera presidente de Rusia entre 2008 y 2012, hoy es el vicepresidente del Consejo de Seguridad del pa¨ªs. Siempre pol¨¦mico y de formas histri¨®nicas, ha respondido a Borell desde su cuenta de Twitter con un tajante: ¡°?l sabe mucho del D¨ªa de los Inocentes, al fin y al cabo es SU d¨ªa¡±. Otro episodio m¨¢s de colisi¨®n entre l¨ªderes de los dos bloques en el escaparate cristalino de internet.