Reabierto el caso del ¡®ni?o pintor¡¯: un estudio desmonta la hip¨®tesis principal y la polic¨ªa abre nuevas investigaciones
La caricatura que dibuj¨® David Guerrero Guevara y que funcionaba como pista clave no representa a ¡®el suizo¡¯, quien era el m¨¢ximo sospechoso.
La Polic¨ªa Nacional ha retomado el caso del ¡®ni?o pintor¡¯ de M¨¢laga tras derrumbarse la hip¨®tesis que hab¨ªa guiado la investigaci¨®n durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Hasta ahora, la mayor pista que hab¨ªa dejado David Guerrero Guevara, desaparecido hace 36 a?os en M¨¢laga, era una caricatura en la que supuestamente se representaba al principal sospechoso de su desvanecimiento: Rudolf Eschmann, ¡®el suizo¡¯.
Los resultados finales de un estudio fison¨®mico de esta obra han dado un giro de 180 grados al caso al se?alar que la persona retratada no es Eschmann. De esta forma, las autoridades policiales han dado permiso para reconstruir los hechos y ya se ha redactado una lista con m¨¢s de 700 nombres relacionados con la desaparici¨®n, lo que ha permitido obtener 100 nuevos testimonios.
Reconstrucci¨®n de los hechos
David Guerrero Guevara desapareci¨® un 6 de abril de 1987, cuando contaba con 13 a?os de edad. El joven se hab¨ªa despedido de su madre, Antonia Guevara, momentos antes de subir a un autob¨²s que le llevar¨ªa a entrevistarse con Paco Fad¨®n, de Diario Sur, periodista interesado por el Cristo de la Buena Norte que hab¨ªa pintado el menor. Despu¨¦s, asistir¨ªa a sus clases de pintura; pero, cuando el padre fue a recogerlo de la academia, no hab¨ªa nadie all¨ª.
As¨ª inici¨® el caso del ¡®ni?o pintor¡¯. La desaparici¨®n, que fue muy sonada en la ¨¦poca, pareci¨® encaminarse hacia la verdad tres a?os despu¨¦s del ¨²ltimo d¨ªa en el que fue visto. Una camarera del Hotel Los Naranjos, encargada de subir comida y bebida a los hu¨¦spedes, relat¨® en 1990 que en una de las habitaciones hab¨ªa visto fotograf¨ªas de ni?os de entre 12 y 14 a?os. Al lado, una servilleta en la que se le¨ªa ¡°David Guerrero Guevara. Huelin (sic)¡± y una direcci¨®n que hab¨ªa olvidado.
Las pruebas pertenec¨ªan a Rudolf Eschmann, alias ¡®el suizo¡¯, un individuo que se dedicaba a capturar instant¨¢neas de menores en la calle. Eschmann, quien confes¨® destruir el papel, hab¨ªa estado hospedado un mes en aquel hotel. ¡®El suizo¡¯ admiti¨® que sol¨ªa pedir las direcciones de las casas para poder enviar las fotograf¨ªas que les sacaba. R¨¢pidamente se convirti¨® en el primer sospechoso. Sin embargo, para cuando la camarera ofreci¨® sus pistas -no lo hizo antes por miedo- el tal Eschmann ya hab¨ªa muerto.
La caricatura no representa al sospechoso
La investigaci¨®n en torno al presunto culpable de la desaparici¨®n relacion¨® al individuo con la ¨²ltima caricatura de David. El dibujo, apuntaban los investigadores debido a su gran parecido, podr¨ªa retratar al propio Eschmann. El ¡®ni?o pintor¡¯ se lo hab¨ªa regalado a una amiga de clase.
M¨¢s de 30 a?os despu¨¦s, la teor¨ªa ha quedado completamente descartada. Un estudio fision¨®mico, centrado en la t¨¦cnica y los trazos, ha llevado a la Polic¨ªa Cient¨ªfica a concluir que no es ¡®el suizo¡¯ quien est¨¢ representado. Ya se ha retomado el caso, donde se van a poder utilizar t¨¦cnicas modernas y cient¨ªficas, como las bases de datos, que no exist¨ªan en el momento de la desaparici¨®n. Esto, sumado a las pruebas y testimonios que ya almacenaban, han llevado a la polic¨ªa a reabrir con optimismo el caso del ¡®ni?o pintor¡¯ malague?o.