Preocupante alerta de la ONU sobre Bielorrusia

Desde el inicio de a?o, el conflicto en Ucrania ha escalado posiciones geopol¨ªticas hasta el punto de evidenciar las relaciones entre potencias ¨²nicamente por la actitud que toman para con la invasi¨®n. En esa l¨ªnea, el r¨¦gimen encabezado por Alexander Lukashenko ha dado un paso m¨¢s all¨¢ durante los ¨²ltimos meses al fomentar su amistad con Rusia. Desde Minsk asocian el despliegue de armas nucleares en terreno bielorruso a un asunto de seguridad nacional y acusan a Polonia de querer invadirles. Ahora, el propio Lukashenko ha abierto la puerta a traer armas nucleares de destrucci¨®n masiva rusas para hacer frente a ¡°esa escoria extranjera¡±.

Bajo este contexto, la alta representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, ha avisado del grave riesgo en el que incurre el mundo por el aumento desenfrenado de tensiones militares. El componente nuclear de la ¨²ltima amenaza ha sido la gota que ha colmado el vaso y lo que ha llevado a la diplom¨¢tica a cargar directamente contra la colaboraci¨®n que mantienen el Kremlin y Bielorrusia en esta materia.

La guerra nuclear es un desastre posible

¡°El peligro de que se utilice un arma nuclear es ahora m¨¢s alto de lo que lo ha sido nunca desde la Guerra Fr¨ªa¡±, ha expuesto Nakamitsu durante una de las ¨²ltimas sesiones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Adem¨¢s, ha aprovechado la intervenci¨®n para recordar que todos los pa¨ªses adheridos al Tratado de No Proliferaci¨®n (TNP) deben cumplirlo, en una clara referencia a la contradicci¨®n que representa la administraci¨®n rusa, que ha firmado y ratificado el TNP.

La alta representante ha querido incidir en la importancia que tiene el factor nuclear en el asunto armament¨ªstico, a lo que ha asociado la necesidad de que el pa¨ªs gestor de dichas armas sea responsable. ¡°Cuando hablamos de temas relacionados con armas nucleares, todos los Estados deben evitar tomar decisiones que pudiesen derivar en una escalada, error o calculaci¨®n err¨®nea¡±, ha reiterado frente al resto de diplom¨¢ticos.

Las palabras de Nakamitsu son una puesta al mundo en situaci¨®n sobre el peligro de las decisiones que est¨¢n tomando de manera conjunta Rusia y Bielorrusia. Al primero le ha solicitado, adem¨¢s, que vuelva a formar parte del Tratado de Reducci¨®n de Armas Estrat¨¦gicas (START). La decisi¨®n unilateral por parte del l¨ªder ruso, Vladimir Putin, de abandonarlo impide a ambos pa¨ªses controlarse mutuamente y eleva el riesgo de un desastre nuclear.

No obstante, el aviso no se queda en estos dos reg¨ªmenes: est¨¢ dirigido a todas las potencias involucradas en las tensiones, a quienes ha instado a volver ¡°urgentemente¡± al di¨¢logo. Las conversaciones entre todas las partes son cada vez m¨¢s complicadas porque la escalada aleja cualquier tipo de posibilidad.

Posiciones muy diferentes

Lukashenko justifica el despliegue ruso en su territorio, al mismo tiempo que niega una ¡°ocupaci¨®n¡± o ¡°captura¡± de su pa¨ªs y defiende que es una petici¨®n de Minsk. Con todos los focos geopol¨ªticos sobre ¨¦l, es contundente en su mensaje contra Occidente al esgrimir que ¡°si es necesario, Putin y yo tambi¨¦n traeremos aqu¨ª armas nucleares estrat¨¦gicas. Y esa escoria extranjera, que ahora est¨¢ tratando de reventarnos por dentro y por fuera, tiene que entenderlo¡±. El l¨ªder bielorruso sentencia: ¡°No nos detendremos ante nada en defensa de nuestros pa¨ªses, nuestros estados y nuestros pueblos¡±.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volod¨ªmir Zelenski, ha asociado el despliegue con la cumbre entre Mosc¨² y Pek¨ªn al afirmar que el acuerdo militar conjunto es una consecuencia de la reuni¨®n fallida entre los dos gigantes asi¨¢ticos. Desde Washington, el presidente norteamericano, Joe Biden, se ha limitado a tachar de ¡°preocupante¡± el despliegue a esperas de la repercusi¨®n del mismo en Ucrania y en el tablero geopol¨ªtico global.