Ultim¨¢tum de Polonia a Bielorrusia
Los gobiernos de Lituania, Polonia, Estonia y Letonia han amenazado con el posible cierre de pasos fronterizos ante la inquietud que genera la presencia de mercenarios de Wagner en Minsk.
Desde que los mercenarios de Wagner se alzaron en armas sin disparar un solo tiro, convirtiendo el descontento del Donb¨¢s en una insurrecci¨®n que marchaba inexorable hacia Mosc¨² desde el sur de Rusia, el grupo de paramilitares no ha vuelto a ser el mismo. Y su peso en la geopol¨ªtica internacional tampoco. El Kremlin se hizo con el control de la situaci¨®n y muchos terminaron ¡®exiliados¡¯ en Bielorrusia.
Como si ese convoy hubiese roto un muro de realidad, los hombres de Prigozhin golpearon en la puerta de Europa y el este del Viejo Continente es un avispero desde el inicio del est¨ªo. No gusta a muchos gobiernos la presencia del grupo Wagner en el pa¨ªs vecino; mucho menos tras ver de qu¨¦ son capaces. Todav¨ªa menos al saber que su l¨ªder est¨¢ muerto y que sus bandazos pueden caer en cualquier momento m¨¢s all¨¢ de la frontera equivocada.
Un as en la manga: el cierre de la frontera
Han sido varios los Ejecutivos que as¨ª lo han expresado a Minsk. Seg¨²n ha hecho p¨²blico el ministro del Interior polaco, Mariusz Kaminski, tanto su propio gobierno, como el de Letonia, Lituania y Estonia, han demandado al r¨¦gimen de Lukashenko que haga salir del pa¨ªs de forma inmediata a los mercenarios. De una vez por todas.
¡°Exigimos al r¨¦gimen de Lukashenko que haga salir de inmediato al grupo Wagner de Bielorrusia y que los migrantes ilegales dejen de inmediato la zona fronteriza¡±, ha solicitado Kaminski. Lo ha hecho en Varsovia, en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias PAP y tras reunirse con sus hom¨®logos de los pa¨ªses b¨¢lticos para tratar la situaci¨®n. Pero, sobre todo, lo ha pronunciado abanderando una opini¨®n que es casi estandarte del este europeo.
Y consciente de que las palabras en s¨ª mismas no siempre funcionan, esc¨¦ptico tras un verano de mil solicitudes y nulas respuestas, ha sacado el as de su manga. Allana el terreno: ¡°si se produce un incidente cr¨ªtico en la frontera con Bielorrusia, independientemente de si se trata de una frontera polaca, lituana o letona, tomaremos represalias de inmediato¡±; y suelta el ¨®rdago: ¡°todos los pasos fronterizos quedar¨¢n cerrados¡±.
A este respecto exhibe un plan que tranquiliza y e inquieta a partes iguales. Lo primero porque ofrece garant¨ªas. Lo segundo porque demuestra que va en serio. Ha sido firme en sostener que ya se ha estudiado, que se sabe c¨®mo hacer. Que est¨¢n listos para cerrar la frontera. Que, si se llega a bloquear el paso para viajeros y mercanc¨ªas, se desarrollar¨¢n ¡°canales¡± para que los disidentes bielorrusos perseguidos por el r¨¦gimen puedan alcanzar la UE ¡°de forma segura¡±. Pero que esto no ser¨¢ m¨¢s que una excepci¨®n y, sobre todo, que ya lo han avisado.
¡°Criterios espec¨ªficos¡± ante una escalada in¨¦dita
Estas palabras llegan, seg¨²n Kaminski, tras una ¡°escalada¡± de tensi¨®n en la frontera con el aumento de una ¡°presi¨®n migratoria¡± intencionada. Es decir, que Minsk, a juicio polaco, utiliza a las personas como ¡®arma¡¯ para desestabilizar Varsovia. La ministra del Interior lituana, Agne Bilotaite, cuyo pa¨ªs tambi¨¦n es azotado por la misma estrategia, no ha titubeado en decir que conf¨ªa en que se cierren otros dos pasos fronterizos en su pa¨ªs ¡°en un futuro cercano¡±.
Misma conclusi¨®n han presentado Letonia y Estonia, am¨¦n de los consensuados ¡°criterios espec¨ªficos¡±. Unos ¨®rdagos que no son sino cuatro cerrojos en la gigante puerta de Europa, que se atornillan como consecuencia de una guerra que se sorprende a s¨ª misma demasiado larga y de una insurrecci¨®n que fue el principio del fin de un grupo de mercenarios.