Tesh Sidi, n¨²mero 3 de Sumar en Madrid: ?qui¨¦n es?
Se trata de una activista por los derechos saharauis que ya figur¨® como n¨²mero 11 en la lista de M¨®nica Garc¨ªa para el 28M en la capital. Su elecci¨®n es un desaf¨ªo directo para Pedro S¨¢nchez.
Las caras de unos comicios se cuentan con los dedos de las manos. Los carteles que se despegan por las esquinas de las calles durante cada campa?a electoral y los debates que elevan los ¨ªndices de audiencia de aquellas cadenas que los acogen reducen los rostros de la pol¨ªtica a tres personas. Y es que, aunque haya pocos protagonistas visibles, son m¨¢s diversos y variados los que componen las listas de las formaciones. Y a muchos nombres, muchas historias.
En esta l¨ªnea, la irrupci¨®n de Sumar en el panorama ha sacado a la palestra nacional a personalidades que, o bien no han participado nunca, o bien no lo han hecho juntos. Es el caso de la n¨²mero tres en Madrid por la nueva formaci¨®n: una activista de los derechos humanos, nacida en un campamento saharaui e ingeniera inform¨¢tica llamada Tesh Sidi.
Ya hab¨ªa figurado como n¨²mero 11 en la lista de M¨®nica Garc¨ªa para la Asamblea de Madrid durante el convulso 28M. Sin embargo, sus aspiraciones pol¨ªticas se truncaron tan pronto como la Junta Electoral Provincial la expuls¨® de la candidatura. El motivo: un error administrativo. Unos fallos en el padr¨®n la alejaron de aquella oportunidad para acercar la posibilidad de entrar al Congreso. Y no de cualquier manera. Se trata del puesto m¨¢s alto de M¨¢s Pa¨ªs en la lista madrile?a. Por encima, incluso, de ??igo Errej¨®n.
La cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental, directamente al hemiciclo
El campamento que acogi¨® su llegada al mundo se encontraba en Tinduf, Argelia. Fue hace 29 a?os. Y desde entonces, el sol de aquellas tierras ha calentado su sangre: siempre se ha descrito a s¨ª misma como ¡°saharaui anticolonial¡±. Lleg¨® a la pen¨ªnsula con tan solo siete y, tal y como cuenta en una entrevista a Mundo Negro, su historia fue la de una ruptura con el pasado para acercarse a sus ra¨ªces. Se deshizo de los lazos que la un¨ªan a su familia de acogida espa?ola de la misma forma que lo hab¨ªa hecho previamente con la biol¨®gica -conservadora y musulmana-. Y, poco a poco, comenz¨® a dirigir sus pasos hacia un ¨²nico destino: la causa saharaui.
Compagin¨® sus aspiraciones en el activismo y la pol¨ªtica con los n¨²meros. La ingenier¨ªa inform¨¢tica que posee avala su conocimiento en big data financiero igual que su papel en Saharawis Today -p¨¢gina web de noticias sobre el S¨¢hara Occidental- como m¨¢xima responsable respalda su compromiso social.
En pol¨ªtica hay pocos resquicios para la casualidad. El tercer puesto en la lista madrile?a otorga amplias posibilidades a Sidi para obtener un esca?o en un Congreso al que, como candidato del partido de izquierdas que m¨¢s representaci¨®n obtendr¨¢, aspira el actual presidente, Pedro S¨¢nchez. Y fue precisamente el l¨ªder del PSOE quien protagoniz¨® el hist¨®rico giro de 180? que dio Espa?a en su pol¨ªtica exterior: dio la espalda a Argelia y cedi¨® ante Marruecos en terrenos in¨¦ditos, llegando, incluso, a reconocer la soberan¨ªa marroqu¨ª en el S¨¢hara Occidental. Una postura que dista mucho, en general, del pensamiento de Sumar, que es prosaharaui, y, en particular, de todo lo defendido por Sidi.