Principio de acuerdo para investir a Illa como presidente de Catalu?a
La formaci¨®n catalana puso el mi¨¦rcoles 31 de julio como fecha l¨ªmite para llegar a un preacuerdo.
El Partido Socialista y Esquerra Republicana (ERC) han llegado a un preacuerdo para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. ERC ha decidido validar el ¨²ltimo texto presentado por los socialistas en una reuni¨®n que ha durado m¨¢s de nueve horas y en la que han intervenido unas 60 personas. El principal obst¨¢culo radicaba en las diferentes posturas ante el modelo de financiaci¨®n, al que al final se ha llegado a un acuerdo. ¡°Este preacuerdo nos permite estar preparados para el objetivo fiscal, que fuese una financiaci¨®n sostenible en el tiempo independientemente de quien gobernase¡±, ha indicado la portavoz de Esquerra, Raquel Sans.
As¨ª, ERC ha informado de un pacto sobre ¡°un concierto econ¨®mico¡± que supone la salida de Catalu?a del r¨¦gimen com¨²n, autonom¨ªa que ahora recaudar¨¢ y liquidar¨¢ todos sus impuestos. Es decir, que entra en el mismo r¨¦gimen fiscal que Pa¨ªs Vasco y Navarra.
Esta semana que se abre se deb¨ªa conocer finalmente si ERC y el PSC llegan finalmente a un acuerdo para investir al exministro de Sanidad. La formaci¨®n republicana en un principio estableci¨® este mi¨¦rcoles 31 como fecha l¨ªmite para llegar a un preacuerdo, alcanzado este lunes.
El acuerdo, al menos en materia pol¨ªtica, lleva tiempo cerrado. Ambas formaciones discut¨ªan la ¡°soberan¨ªa fiscal¡± de Catalu?a, un tema clave para ERC. Esto permitir¨ªa a la Generalitat recaudar impuestos estatales, principalmente el IRPF, por lo que deben esperar a que el Ministerio de Hacienda se pronuncie al respecto, ya que la cesi¨®n de tributos y otras reformas indispensables necesita su aprobaci¨®n.
Tras acelerar la negociaci¨®n en las ¨²ltimas horas, ambas formaciones parecen haber llegado a una soluci¨®n intermedia entre el modelo econ¨®mico vasco que defiende ERC y la propuesta del PSC de un Consorcio Tributario. Aunque faltan detalles t¨¦cnicos y legales, la idea general permitir¨ªa que la Generalitat gestione la recaudaci¨®n, liquidaci¨®n e inspecci¨®n del IRPF y otros impuestos estatales. Esto se har¨ªa a trav¨¦s de una Agencia Tributaria de Catalu?a, que tambi¨¦n administrar¨ªa otros impuestos cedidos y propios, necesitando as¨ª un refuerzo de recursos. Seg¨²n las fuentes, la recaudaci¨®n total de este impuesto aportar¨ªa unos 13.000 millones de euros a las arcas de la Generalitat.
Los republicanos rechazan el Consorcio y, aunque la figura que se est¨¢ delineando no les dar¨¢ el control total de los fondos como exig¨ªan, s¨ª representa un gran avance en la autonom¨ªa fiscal de Catalu?a. Dentro de la formaci¨®n republicana, el t¨¦rmino ¡°soberan¨ªa fiscal¡± es el usado al referirse al pacto e incluso algunos mandatarios reconocen que gracias al acuerdo ¡ªsi se aseguran garant¨ªas para que un futuro gobierno central no lo cambie¡ª podr¨ªan argumentar a sus bases que el futuro es ese control total de los fondos, que es su principal objetivo.
?C¨®mo est¨¢ afectando la negociaci¨®n a ambos partidos?
ERC quiere asegurarse de que lo conseguido en este pacto en materia fiscal sea estable y duradero, y que no sea algo que se pueda borrar o eliminar en caso de que no sea la formaci¨®n socialista la que gobierne. Adem¨¢s, tanto ERC como PSC tienen situaciones internas complicadas respecto a este pacto. Dentro del partido republicano, una vez llegado el acuerdo (o desacuerdo) los 8.700 militantes deber¨¢n aprobarlo. En cuanto al PSOE, estos, mientras reciben ataques constantes de la oposici¨®n, deben asegurarle a sus barones territoriales que Catalu?a no recibir¨¢ ning¨²n tipo privilegio.
Todo esto ocurre en un contexto en el que se podr¨ªa producir en cualquier momento el retorno de Carles Puigdemont a Espa?a tras seis a?os. Este retorno ir¨ªa acompa?ado de su detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n, algo que su abogado, Santiago Boy¨¦, pr¨¢cticamente ha dado por hecho. Esto podr¨ªa influir enormemente en la decisi¨®n de la militancia de ERC, sobre todo si la detenci¨®n del expresident se televisa en directo. La vuelta de Puigdemont, quien prometi¨® estar presente en el debate de investidura, es una bomba de relojer¨ªa que le puede explotar a la formaci¨®n socialista en la cara.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢ al final?
Las negociaciones entre el Gobierno central y las comunidades aut¨®nomas han sido un terreno de complejas transacciones pol¨ªticas, especialmente en lo que respecta a la cesi¨®n de impuestos. A pesar de que la concesi¨®n de impuestos a diferentes comunidades no es un fen¨®meno nuevo, la posibilidad de que Catalu?a reciba un trato similar al del Pa¨ªs Vasco ha provocado una fuerte reacci¨®n. La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ha aclarado que no se otorgar¨¢ a Catalu?a un concierto econ¨®mico similar, ya que parece que se busca actuar bajo la seguridad jur¨ªdica. Los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP y su vicesecretaria de Organizaci¨®n, Carmen F¨²nez, han criticado esta idea calific¨¢ndola como una ¡°independencia fiscal¡±.
En el marco de estas tensiones, ERC se enfrenta a una situaci¨®n interna complicada, tratando de equilibrar las expectativas de su militancia con las realidades pol¨ªticas. Las negociaciones con el PSC han sido dif¨ªciles, y la desconfianza hacia los socialistas es notable, en parte debido a la percepci¨®n de incumplimiento de acuerdos pasados y al papel del PSC durante la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155. A pesar de estos desaf¨ªos, ERC intenta mantener la calma y evaluar las consecuencias de posibles escenarios electorales, mientras que el PSC niega la posibilidad de alianzas con otros grupos como Junts o la derecha.
La situaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s con el posible regreso de Puigdemont a Catalu?a, lo que podr¨ªa provocar su encarcelamiento y desatar una nueva ola de inestabilidad. En este contexto, la investidura de Illa como president es incierta, y se cuestiona hasta qu¨¦ punto Junts podr¨ªa desestabilizar al nuevo gobierno en caso de que Illa consiga el cargo. A pesar de las tensiones, la ejecutiva de ERC conf¨ªa en que su militancia actuar¨¢ con madurez y no usar¨¢ la consulta para castigar a la direcci¨®n, sino para evaluar si el independentismo pudiera de verdad mejorar en unas nuevas elecciones si falla la investidura de Illa.
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