Rusia act¨²a contra Alemania
La decisi¨®n de Berl¨ªn de expulsar a diplom¨¢ticos rusos ha causado una ira desbocada en Mosc¨², que tacha la medida como ¡°acci¨®n hostil¡± y promete respuestas sim¨¦tricas.
Este 2023 ha significado un punto de inflexi¨®n para la geopol¨ªtica mundial. Casi por una inercia intr¨ªnseca en la relaci¨®n entre bloques y potencias, el apoyo a un bando u otro en el frente ucraniano ha tra¨ªdo la internacionalizaci¨®n de la guerra. Un paso m¨¢s all¨¢ en el que se desdibuja el horizonte b¨¦lico y comercial bajo un tel¨®n de influencias y alianzas en el que, cada d¨ªa m¨¢s, es imposible no posicionarse.
No es la primera internacionalizaci¨®n de un conflicto, pero s¨ª la m¨¢s global y significativa desde que se firmara el ¨²ltimo parte de la Segunda Guerra Mundial. Con permiso, claro, del secretismo fr¨ªo que acompa?¨® a la Guerra Fr¨ªa durante sus d¨¦cadas de ¡®casis¡¯. Prueba de ello es la resurrecci¨®n de una Alemania que no tomaba partido de forma tan meridiana desde la misma fecha.
¡°Expulsi¨®n masiva¡± de diplom¨¢ticos
Fue significativo el anuncio de la duplicaci¨®n del gasto militar alem¨¢n, que pas¨® de un 1% a un 2% de todo el PIB nacional, el a?o pasado. Tambi¨¦n lo fue la decisi¨®n del canciller, Olaf Scholz, de enviar los famosos Leopard 2 al Donb¨¢s. Ahora, tras semanas de tensi¨®n indirecta, Berl¨ªn da otro paso en esta partida de ajedrez con la ¡°expulsi¨®n masiva¡± de diplom¨¢ticos rusos de las fronteras de Alemania.
Este anuncio, que no ha tardado en ser duramente denunciado por Rusia, ha encendido una ira desbocada en las autoridades moscovitas. Con la frialdad y la dureza que se estila en el Kremlin, y con un tono propio de Hammurabi, la reacci¨®n ha jurado una respuesta sim¨¦trica. Un nuevo cap¨ªtulo entre dos pa¨ªses que, de nuevo, enca?onan con rabia y sin balas.
A la primera r¨¦plica le ha seguido una especificaci¨®n del ministerio de Exteriores ruso. Desde el gabinete se considera que Berl¨ªn ¡°quiere destruir por completo las relaciones con Mosc¨² con acciones hostiles¡±. En el mismo arrebato, decide hacer lo propio y reducir ¡°significativamente¡± la cifra de diplom¨¢ticos alemanes en Rusia. Ambas medidas, tal y como ha confesado Exteriores, ven¨ªan coleando desde principios de mes.
Tensi¨®n por el mensaje, odio por las formas
Si bien la decisi¨®n no es la m¨¢s grave que se puede encontrar en un contexto con semejantes tensiones, s¨ª que resulta una muy mala se?al. No se trata de u ataque hiriente en el contenido; pero, como ocurre en la pol¨ªtica, el problema est¨¢ en las formas. Esto tambi¨¦n lo ha condenado el Gobierno ruso, que ha tachado las indiscreciones y lujos que se ha tomado Berl¨ªn, incumpliendo ¡°garant¨ªas¡± para no hacer p¨²blicas las medidas adoptadas y empleando ¡°filtraciones controladas¡± de informaci¨®n.
Esta falta de formas da?a la pol¨ªtica con vistas peligrosas a una posible degeneraci¨®n de las relaciones. As¨ª lo ha mostrado Rusia. Tensar la cuerda. En la guerra, como apunt¨® Winston Churchill, s¨®lo se muere una vez. En la pol¨ªtica, no.