Los documentos filtrados del Pent¨¢gono revelan un grave error de Rusia
El debilitamiento de las fuerzas especiales rusas los primeros meses de la guerra explica las complicaciones de Rusia para completar el asalto a ciudades ucranianas.
La filtraci¨®n de documentos del Pent¨¢gono es un episodio digno de cualquier pel¨ªcula estadounidense de esp¨ªas; pero no es una invenci¨®n de Hollywood, sino un destape tan real que ha significado un punto de inflexi¨®n en la contienda y ha marcado las posibilidades de la ansiada contraofensiva ucraniana. Tanto que, mientras el Departamento de Justicia de Estados Unidos trabaja para cerrar el caso lo antes posible, los papeles siguen volando a trav¨¦s de la ventana y cruzando todo el planeta.
Este derrame de informaci¨®n ha tenido en su ¨²ltimo afluente la explicaci¨®n a una de las grandes inc¨®gnitas de la invasi¨®n. Seg¨²n ha recogido ¡®The Washington Post¡¯, uno de los informes de la inteligencia norteamericana apunta directamente a la debilidad de las fuerzas especiales rusas Spetsnaz como un factor clave. Estos comandos, da?ados seriamente en los primeros compases de la guerra, habr¨ªan marcado todo el transcurso del conflicto.
?Por qu¨¦ son tan importantes estos comandos?
Dentro de los Spetsnaz se integran grupos militares de fuerzas especiales y de ¨¦lite, a cuyo encargo quedan aquellas tareas b¨¦licas y de car¨¢cter internacional m¨¢s peligrosas y dif¨ªciles. Es decir, son el brazo duro del Ej¨¦rcito ruso. Su inesperado debilitamiento supone la base de todas las complicaciones que presentan las tropas rusas para completar con ¨¦xito las tareas de asalto y de ruptura de las f¨¦rreas e impenetrables defensas urbanas que plantea Ucrania.
El principio del fin tuvo lugar al comienzo de la invasi¨®n; al final del invierno y comienzo de la primavera. Y el motivo, un error estrat¨¦gico de dimensiones totalmente descomunales: el exceso de confianza en los Spetsnaz por parte de la c¨²pula militar rusa llev¨® a los altos dirigentes a designar a estos comandos una labor para la que no est¨¢n especializados.
Todos los entrenamientos a los que se enfrenta el brazo m¨¢s preparado de Rusia est¨¢n dirigidos a solventar misiones sigilosas donde el riesgo se respira en el aire y en las que, muchas veces, no es preciso siquiera disparar. En cambio, el ansia por completar una guerra rel¨¢mpago que empezaba a mostrar s¨ªntomas de estancamiento llev¨® a las ¨¦lites militares rusas a ordenar a los Spetsnaz la misi¨®n de actuar en primera l¨ªnea de infanter¨ªa en ataques frontales.
Desde El Pent¨¢gono, los documentos apuntan a que la decisi¨®n no incurri¨® tanto en la confianza y respeto a estos comandos, sino en la desconfianza que presentaban -y presentan- las c¨²pulas militares rusas en sus fuerzas convencionales. Lo que quiso servir como acelerador de la guerra rel¨¢mpago termin¨® por convertir la nube del conflicto en un cielo que permanece encapotado desde hace m¨¢s de 14 meses.
Un presente gris y un futuro negro
Seg¨²n detallan los mismos documentos, y siempre bajo la informaci¨®n revelada por ¡®The Washington Post¡¯, se hab¨ªan desplegado en Ucrania cinco Brigadas de los Spetsnaz. De ellas, cuatro sufrieron aquellas semanas bajas masivas; y s¨®lo una logr¨® volver a Rusia con ¡°pocas muertes¡±. Los muros de Mari¨²pol y Vuhledar hab¨ªan cortado cuatro dedos de la mano de hierro rusa.
Adem¨¢s, el problema no tiene una soluci¨®n inmediata porque la reposici¨®n de tropas muy especializadas no tiene un car¨¢cter, ni de lejos, instant¨¢neo. De hecho, los propios informes de la inteligencia norteamericana se?alan que el problema se extender¨¢ todav¨ªa m¨¢s, a un medio plazo, ya que para entrenar nuevas unidades de estas brigadas son necesarios, m¨ªnimo, cuatro a?os de entrenamientos espec¨ªficos.