La inteligencia ucraniana destapa el plan de Rusia para sabotear la contraofensiva
Desde Kiev aseguran que el Kremlin estar¨ªa planeando una distracci¨®n nuclear que pasar¨ªa por bombardear la central de Zaporiyia, denunciar una fuga y detener las hostilidades.


Ya es inminente. Desde las l¨ªneas de defensa rusas observan cada ma?ana con los ojos entrecerrados el horizonte del campo de batalla. Armados hasta la coronilla, con el cuchillo entre los dientes, escondidos y no tan ocultos, viven el silbido de las balas perdidas en el aire como un aviso. No se sabe cu¨¢l ser¨¢ la primera; la que signifique el inicio de la contraofensiva. Quiz¨¢ el principio del fin.
Esperar de brazos cruzados no es una opci¨®n. Y mucho menos despu¨¦s de los esfuerzos que se han hecho desde Kiev para reforzar un arsenal sovi¨¦tico y necesitado. Antes los carros de combate chirriaban y ahora esperan combinar los ca?onazos de los modern¨ªsimos Leopard 2 con los tajos que ara?an los cazas al cielo del Donb¨¢s. A medida que este cambio de gestaba, las fuerzas armadas del Kremlin adolec¨ªan toda clase de problemas log¨ªsticos; y por ello, la c¨²pula moscovita ha echado el guante a un plan cuyo ingenio supera al potencial armament¨ªstico. La clave: una distracci¨®n.
?En qu¨¦ consiste el plan?
Seg¨²n la informaci¨®n filtrada por el ministerio de Defensa ucraniano, Rusia estar¨ªa planeando un gran golpe a la central nuclear de Zaporiyia. La m¨¢s grande de Europa. Un accidente de dimensiones preocupantes en un edificio cuya destrucci¨®n puede significar la de una regi¨®n se convertir¨ªa, tal y como se avanza desde Kiev, en una de las bazas para frustrar la contraofensiva. Nadie quiere gobernar sobre ceniza. Y menos si es radioactiva.
La hoja de ruta pasar¨ªa por un bombardeo y un posterior anuncio de fuga de radiaci¨®n. Ante el riesgo at¨®mico, las autoridades internacionales presionar¨ªan para acometer una investigaci¨®n que, a su vez, exigir¨ªa una detenci¨®n de todas las hostilidades. No se puede tomar apuntes entre disparos. Y as¨ª, con una distracci¨®n tan justificada como moralmente reprochable, conseguir¨ªan poner piedras en el camino de los tanques.

A este urdido y l¨®gico plan falta todav¨ªa verle cobrar realidad. Defensa ha proporcionado una declaraci¨®n que carece de pruebas a trav¨¦s de Telegram, lo que empuja a esc¨¦pticos y prorrusos a dudar de su fiabilidad. A dicho documento han a?adido que el Kremlin habr¨ªa interrumpido la rotaci¨®n planificada de inspectores de la Agencia Internacional de Energ¨ªa At¨®mica que, por lo menos, hasta ahora, reg¨ªa la central.
Desde el propio Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica no han dicho nada al respecto. No se han evidenciado interrupciones. Todav¨ªa. Pero los ojos quemados por la guerra que otean Zaporiyia no dicen lo mismo; seg¨²n testigos del lugar, las fuerzas militares rusas han reforzado el interior y el exterior de la planta. A veces se escuchan balazos. Alguno de ellos marcar¨¢ el inicio. Ya es inminente.