Europa sospecha de Rusia: ¡°Est¨¢n enviando una se?al...¡±

Las casualidades no existen, y menos cuando se repiten tan a menudo. Desde hace meses varios barcos ¡®olvidan¡¯ levar el ancla y ¨¦sta es arrastrada durante kil¨®metros por el fondo marino de los pa¨ªses b¨¢lticos, causando destrozos en cables submarinos de comunicaciones entre varios pa¨ªses.

En noviembre, el barco chino Yi Peng 3, habr¨ªa da?ado un cable de datos crucial entre Alemania y Finlandia y otro entre Lituania y Suecia al arrastrar un ancla durante 160 kil¨®metros. La rumorolog¨ªa afirmaba que hab¨ªa personal ruso en el barco

El d¨ªa de Navidad se produjo el caso m¨¢s reciente, la destrucci¨®n de un cable submarino de alta tensi¨®n y de cuatro cables de datos entre Finlandia y Estonia. Todo apunta al petrolero Eagle S, que navegaba bajo bandera de las Islas Cook (el barco es propiedad de una empresa de los Emiratos ?rabes Unidos, operado por una empresa con sede en la India).

Hace una semana se da?¨® tambi¨¦n un importante cable el¨¦ctrico, el Estlink 2, entre Finlandia y Estonia. Son precisamente Estonia, Letonia y Lituania quienes est¨¢n en proceso de separarse de la red el¨¦ctrica que los conecta con Rusia y Bielorrusia, y se est¨¢n cambiando a la red europea (y se hace a trav¨¦s del Estlink 2).

La flota en la sombra

Ninguno de los barcos es ruso, ni lleva la bandera, pero s¨ª sali¨® de un puerto ruso horas antes de estos incidentes en el Mar B¨¢ltico. Tantas casualidades, y tras analizar el fondo marino, ha hecho que las autoridades occidentales sospechen que se trata de barcos que forman parte de la llamada ¡°flota en la sombra¡± rusa.

Barcos con bandera extranjera que Rusia utiliza mediante construcciones opacas, no s¨®lo para eludir las sanciones occidentales (los barcos rusos ya no pueden atracar en puertos como el de Rotterdam, por ejemplo, para llevar petr¨®leo a tierra), sino que tambi¨¦n realizan acciones de sabotaje de diferente ¨ªndole.

Estas infraestructuras de datos, cruciales, son el tal¨®n de Aquiles de la econom¨ªa global, tal y como lo describi¨® el semanario alem¨¢n Der Spiegel; adem¨¢s, el mensaje de Mosc¨² es directo, ¡°podemos golpearos en un lugar muy vulnerable¡±.

Un mensaje que cobra m¨¢s sentido y fuerza, ya que se cree que desde hace a?os Rusia llevar¨ªa mapeando el fondo marino, que el resto de Europa no vigila como deber¨ªa, pese a tratarse de infraestructuras claves a nivel internacional tanto para las comunicaciones como para la electricidad.

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