Libia se encuentra dividida actualmente en dos administraciones rivales: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) de Abdelhamid Dabeiba, reconocido por la comunidad internacional y establecido en Tr¨ªpoli (oeste); y el Ejecutivo de Bengasi (este), elegido por el Parlamento y dirigido por Osama Hamad y bajo la tutela del mariscal Khalifa Haftar, reconocido por gran parte de los pa¨ªses y con quien hacen negocio. Casi el 100% del petr¨®leo est¨¢ en su terreno, por lo que las relaciones diplom¨¢ticas y bilaterales son la norma.
En la mente de cualquiera que no haya estado en Bengasi permanecen las im¨¢genes de la guerra contra el ISIS y el Daesh de hace cuatro a?os, la destrucci¨®n de los edificios y el ej¨¦rcito en la calle. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Nadie dir¨ªa que se ha perdido una generaci¨®n hace menos de un lustro. Todo es nuevo y se ve por la ciudad. Los centros de salud privados a imagen y semejanza de cualquiera europeo. Los centros comerciales con tiendas de primer¨ªsimas marcas internacionales. Los concesionarios de coches de lujo que llegan a vender 300 unidades al mes. La Universidad que espera albergar 65 mil estudiantes el pr¨®ximo curso. El estadio de f¨²tbol que inaugurar¨¢n en menos de dos meses (con un equipo espa?ol invitado) y con capacidad para m¨¢s de 60 mil aficionados. El Parque Tibesty o ¡®Bengasi R¨ªo (a imagen y semejanza de la ampliada zona de Madrid) que rodea un lago, con columpios, kioskos y zonas verdes inmensas. Los nuevos hoteles de marcas internacionales esperan terminar las obras ya, o el campo de golf ¡®7 Islas¡¯ al lado de la zona de playa. S¨ª, he descrito Bengasi, la nueva Bengasi, la nueva Libia.
El pa¨ªs tiene 6 millones de habitantes, y en Bengasi hay 1.5 millones de ciudadanos. Han empezado a mirar al mar y han descubierto todo su potencial. A los locales se han unido en los ¨²ltimos meses y de manera intensa empresarios estadounidenses, italianos, franceses, incluso turcos pese a las dif¨ªciles relaciones internacionales, y tambi¨¦n una peque?a colonia espa?ola. Hay mucho por construir, hay mucho por hacer, y nadie descansa (se trabaja en turnos de 24 horas al d¨ªa los 7 d¨ªas de la semana, no hay vacaciones). Todas las obras las est¨¢ realizando Emaar Properties, empresa con sede en Dub¨¢i, una de las mayores empresas inmobiliarias del mundo y responsable de proyectos emblem¨¢ticos como el Burj Khalifa y el Dubai Mall. Quieren ser el Dubai del Mediterr¨¢neo y, aunque queda, est¨¢n en ello.
Visitar Bengasi es empezar por la Avenida Venecia, ciudad de 1.5 km, donde como en toda ciudad internacional hay un #BENGHAZI en letras de colores, donde poder fotografiarse los turistas que a¨²n no han llegado pero les est¨¢n esperando. Es una de las avenidas m¨¢s grandes, de varios kil¨®metros (perfectamente iluminada) rodeada de comercios de todo tipo que est¨¢n abiertos hasta la madrugada.
La zona de ocio Down Town es un centro comercial a pie de calle con caf¨¦s, helader¨ªas, pasteler¨ªas, tiendas de moda, restaurantes¡ Como en cualquier ciudad del mundo, familias, parejas, amigos, grupos de mujeres de varias nacionalidades. Cuando te oyen hablar en espa?ol se les ilumina la cara y no son ni uno ni dos los que se acercan a preguntarte de d¨®nde eres y charlar un rato. Los matrimonios entre espa?olas y libios fueron habituales hace d¨¦cadas y hay un cari?o especial.
La ciudad la est¨¢ reconstruyendo la misma inmobiliaria que construy¨® Dubai
En la calle Dubai est¨¢n las tiendas del oro, a veces exagerado, a veces intenso, a veces te lo llevar¨ªas todo. Puedes encontrar billetes antiguos, incluso de Ucrania. Tiendas de especialidad de caf¨¦, baristas, casas de cambio, agencias de viajes, bancos, tiendas de complementos, farmacias, tiendas de perfumes para hacerte incluso uno a medida; hay mucha pasi¨®n por los vestidos de novia exagerados.
Las calles adyacentes son una zona residencial de chalets y amplias viviendas rodeadas de plantas, ¨¢rboles, arbustos. Es en esta zona donde est¨¢ el MBN School, uno de los muchos colegios privados internacionales. Y, al lado, el hospital privado Al Marwa, con la m¨¢s alta tecnolog¨ªa. El centro de especialidad en diabetes es pionero en sus tratamientos.
El Estadio Internacional de Bengasi est¨¢ casi listo. Las obras se pueden seguir a pie de calle sin ning¨²n problema. Est¨¢n rematando el aparcamiento, las taquillas exteriores y las entradas. No s¨®lo va a ser un estadio referente, tambi¨¦n cuenta con una ciudad deportiva con pabell¨®n de baloncesto, balonmano, cancha de tenis y un campo peque?o de entrenamiento. A fecha de hoy a¨²n se debaten entre un equipo espa?ol y una selecci¨®n internacional para el partido inaugural, que contar¨¢ tambi¨¦n con un concierto con un artista muy reconocido. Si se cumplen los planes, a finales de diciembre o mediados de enero nos veremos all¨ª. Todo al lado del Parque Tibesty y la nueva autopista. Si quieres saber de qu¨¦ equipo son m¨¢s aficionados en Bengasi, el Barcelona es la primera opci¨®n y la segunda el Madrid. Incluso los conductores recuerdan el 0-4 con una amplia sonrisa y sacan en su m¨®vil la clasificaci¨®n de la Champions de hace unas semanas. La NBA, la liga espa?ola y la Premier son lo m¨¢s visto a nivel deportivo en televisi¨®n.
El Estadio Internacional de Bengasi se inaugurar¨¢ con una selecci¨®n internacional o un equipo espa?ol
El tr¨¢fico es ca¨®tico, s¨ª. Conducen de esa manera especial que s¨®lo existe en ?frica hombres y mujeres. No hay diferencia. Ellas llevan coches mejores, eso s¨ª. La polic¨ªa est¨¢ empezando a implantar un sistema de multas para los que no llevan cintur¨®n de seguridad, no tienen seguro, la matr¨ªcula est¨¢ mal, o el coche est¨¢ extremadamente roto. Var¨ªan en sanciones de 20, 40 ¨® 60 d¨®lares aproximadamente. Al cambio, llenar un dep¨®sito cuesta un euro. S¨ª, un euro.
M¨¢s sorprendente si cabe es entrar en uno de los muchos concesionarios de coches de lujo que hay. Hablamos con Kahlad Shais, quien vende entre 250 y 300 veh¨ªculos de primer¨ªsimas marcas, con todos los extras, a una media de 500 mil euros al cambio. Si multiplicas, 15 millones de euros al mes. ¡°La gente ha mejorado. Ya no quiere coches antiguos. Con la guerra ten¨ªan miedo, pero ahora vuelven a sacar los coches caros¡±. En la guerra se fue a Dubai, y ha vuelto porque ahora el dinero est¨¢ aqu¨ª. De hecho, al d¨ªa siguiente de nuestra conversaci¨®n le llegaba un barco con nuevos modelos desde Dubai.
S¨ª, hay aceite de oliva espa?ol en Bengasi. Recorremos uno de sus hipermercados, G¨¦ant, tan parecido a un Hipercor que te sientes en casa; con sus ampl¨ªsimos lineales de fruta, de carne, de pescado, repletos de producto. Con marcas absolutamente reconocibles como Nescaf¨¦, Nutella, Mirinda, o los yogures Oikos. Tan sorprendente que nadie imaginar¨ªa que estamos en una ciudad de postguerra.
A pocas calles de la Avenida Venecia hay una imagen que buscamos los occidentales, la puerta de la embajada americana que fue protagonista de la pel¨ªcula ¡°13 horas, los soldados secretos de Bengasi¡±. Hablamos con dos vecinos, que vivieron ese momento justo en la acera de enfrente, ahora convertida en una zona residencial, tranquila absolutamente. Nos desmienten que el asalto donde falleci¨® el embajador de Estados Unidos y tres miembros del equipo de seguridad durara m¨¢s de 20 minutos. Se r¨ªen cuando les recordamos que en la pel¨ªcula afirman que fueron muchas horas de asedio. Incluso uno de nuestros testigos de entonces, Tito, recuerda que en el hospital de la ciudad donde lleg¨® el embajador Christopher Stevens se confirm¨® el fallecimiento por el humo inhalado.
Hay un hecho que hermana m¨¢s que nunca a Espa?a con Libia, y es la tragedia, por la que nos preguntan constantemente. La ciudad de Derna se vio arrasada por la tormenta Daniel. Sigue habiendo desaparecidos y tienen cifras de 23 mil fallecidos. Un a?o despu¨¦s, ha habido consecuencias pol¨ªticas. 12 funcionarios, responsables locales, regionales, provinciales, de la presa, han ido a la c¨¢rcel con diferentes penas de 9 a 27 a?os. ¡°Era su responsabilidad protegernos¡±, nos cuentan. Hace unas semanas el gobierno envi¨® 2 aviones a Valencia para ayudar a los afectados por la DANA. Saben de lo que hablan. En Derna estos ¨²ltimos meses se han entregado ya edificios enteros rehabilitados para los ciudadanos que perdieron sus casas, se han construido hoteles y complejos de vacaciones como La Perla de Derna.
En Bengasi la guerra fue casa por casa. Y uno se puede hacer una idea recorriendo el Barrio Latino, donde a¨²n quedan edificios por rehabilitar y el fuego de mortero es completamente visible. Fue el ¨²ltimo reducto del ISIS en la ciudad, y todos te ense?an las im¨¢genes de esos a?os cuando jugaban al f¨²tbol con las cabezas de los que asesinaban: eran sus vecinos, sus amigos.
El Zoco Verid, de ¨¦poca colonial italiana, destruido por el Daesh, est¨¢ siendo reconstruido con mimo y detalle, vuelven los m¨¢rmoles, las celos¨ªas, las fuentes, las l¨¢mparas de dise?o, las sombras, las cafeter¨ªas¡ Carteles recuerdan que fue zona de guerra y a qui¨¦n le deben la reconstrucci¨®n, al general Haftar. El gestor del zoco nos invita a su oficina y explica que todo se ha tirado abajo para empezar de nuevo.
Tras el zoco aparece lo que ser¨¢ un paseo mar¨ªtimo inmenso, con vistas al puerto militar y al mar Mediterr¨¢neo. Con su cartel t¨ªpico tur¨ªstico para hacerse fotos. De momento no est¨¢ permitido. S¨ª puedes hacerlas al Faro de Bengasi, una estructura que sigue funcionando, se mantiene firme sobre la ciudad y fue un referente hist¨®rico. El recinto que lo bordea abrir¨¢ los pr¨®ximos meses como monumento. Este faro turco - italiano ha sido respetado por todas las culturas, como la Iglesia Cat¨®lica de origen italiano cerca del puerto que abrir¨¢ en unos meses ahora como mezquita.
Si la ciudad nos ha sorprendido, recorrer las facultades de la nueva Universidad de Bengasi con el rector Azeddine Idrissi, arque¨®logo, es un choque de realidades. Un rectorado con la m¨¢s alta tecnolog¨ªa nos recibe con una r¨¦plica de la piedra de la piedra del rey Idris I de Libia, ubicada en la Plaza de la Independencia en Tr¨ªpoli, que celebra la proclamaci¨®n de la independencia del pa¨ªs el 24 de diciembre de 1951. En la inscripci¨®n, se destaca el logro de la independencia y la unificaci¨®n de las tres regiones hist¨®ricas de Libia: Cirenaica, Tripolitania y Fezzan.
Se esperan m¨¢s de 60 mil alumnos en los diferentes campus de una universidad que inici¨® sus clases en 1955 y ahora enfrenta una nueva ¨¦poca. La residencia de estudiantes con capacidad para 5 mil alumnos espera no s¨®lo libios o africanos, sino tambi¨¦n europeos y asi¨¢ticos. Los acuerdos de colaboraci¨®n, becas, colaboraci¨®n, entre universidades ser¨¢n una constante.
Esperan un 60% de estudiantes mujeres y un 40% de estudiantes hombres. ¡°Tenemos reconocimientos internacionales de la Facultad de Medicina que avalan nuestro nivel y nuestras aptitudes¡±, muestra con orgullo. El mismo certificado internacional que tienen algunas universidades espa?olas. Habr¨¢ facultad de Comunicaci¨®n, Artes, Derecho, Econ¨®micas, Ingenier¨ªa, Educaci¨®n, Farmacia, Arquitectura¡
Cuentan con un auditorio para 1.500 personas, un aula magna para 700 estudiantes y dos m¨¢s peque?as para 300. ¡°Somos conscientes de la importancia de la educaci¨®n, el tiempo de guerra ya pas¨®¡±, nos cuenta. Las obras empezaron en 2023. El primer semestre de 2025 ya estar¨¢ funcionando a pleno rendimiento.
Llegar a este nivel de desarrollo ha sido posible porque acab¨® la guerra y porque un dirigente cogi¨® el mando. En este caso, el Mariscal Khalifa Haftar (acaba de cumplir 81 a?os), quien regres¨® de Estados Unidos, se proclam¨® l¨ªder del Ej¨¦rcito Nacional Libio (LNA), y declar¨® en las elecciones en Libia a las que se present¨® que su objetivo era llevar a Libia hacia "la gloria, el progreso y la prosperidad". De momento, en colaboraci¨®n con su hijo, el general Saddam Haftar, el m¨¢s peque?o de seis hermanos, quien est¨¢ al mando de las Fuerzas del Ej¨¦rcito de Tierra. Si hay transici¨®n o no en el poder es algo que se sabr¨¢ en los pr¨®ximos meses.
Es precisamente el general Saddam Haftar quien nos permite visitar sus unidades militares. Junto con el director de formaci¨®n y programas sociales, de los m¨¢s importantes en todo el pa¨ªs, entramos en la exclusiva academia de la TBZ, la unidad de ¨¦lite del Ej¨¦rcito de Tierra y que est¨¢ formando a sus militares con militares internacionales. Adem¨¢s de los intensos entrenamientos f¨ªsicos, en gimnasio, en la piscina ol¨ªmpica, hay una parte de formaci¨®n en idiomas, derechos humanos, derechos y respeto a la infancia y a la mujer, especialmente tras conocerse que el ministro del interior de Tr¨ªpoli Imad Trabelsi hizo unas pol¨¦micas declaraciones sobre el posible restablecimiento de la "polic¨ªa de la moral" y la vigilancia en el uso del velo a partir de los nueve a?os a las ni?as, as¨ª como diferentes medidas para imponer restricciones a las mujeres.
TBZ, unidad de ¨¦lite entrenada por tropas internacionales
El ingl¨¦s, el espa?ol, el italiano, son idiomas que se oyen en la academia. Durante meses algunas unidades se desplazan a otros pa¨ªses para formarse en operaciones especiales, ya sea en Brasil, en Laos, en Camboya, en Italia, o en China. Un a?o educativo para formar y hacer familia.
Esa familia que buscan mezclando j¨®venes de todo el pa¨ªs, de todas las ciudades, de todas las tribus. ¡°No queremos que sean s¨®lo militares, queremos que tengan una cultura, que sepan hablar de cualquier cosa, de cualquier tema, con cualquier persona. Trabajamos la salud mental de los chavales, vigilamos que no haya droga, es el m¨¢ximo enemigo del ej¨¦rcito y les premiamos si alguno ha tenido una reca¨ªda. Queremos que cuando salgan del ej¨¦rcito sean ¨²tiles a la sociedad. Y es que su misi¨®n es mantener a salvo a la poblaci¨®n¡±, y nos vuelven a destacar que la guerra ya qued¨® atr¨¢s y que ahora s¨®lo miran al progreso.
Es muy llamativo ver los juegos de consola que tienen en las zonas de ocio libres, ver que la comida de los militares es de origen espa?ol y que todos tienen un iPhone ¨²ltimo modelo y un reloj deportivo de casi mil euros. Est¨¢n logrando la unidad.
Las costas libias son uno de los puntos de migraci¨®n m¨¢s complejos a nivel mundial. Nos est¨¢n esperando en la unidad de formaci¨®n Juliana, en La Marina, perfectamente formados para ense?arnos c¨®mo trabajan, qu¨¦ estudian, su equipamiento, su material de primer nivel, la gran inversi¨®n que han realizado para formar a 200 soldados ahora y esperan que sean 1.500, un objetivo ambicioso que cuenta con la experiencia de profesionales especializados en rescate. El puerto militar est¨¢ en expansi¨®n. Bucear descubriendo barcos de la Segunda Guerra Mundial y otras joyas hist¨®ricas es algo que est¨¢n descubriendo. Van a tener un reto ingente en sus manos, y deben saber c¨®mo afrontarlo.
La cita con el ministro de Exteriores de Bengasi se realiza en su despacho rodeado de un amplio equipo de seguridad armado. Primera vez que habla con un medio de comunicaci¨®n espa?ol. Abdulhadi Lahweej (nacido en Tr¨ªpoli) bromea diciendo que su traje es de Zara y que en Bengasi no hay paella, pero resaltando la buena relaci¨®n que siempre ha tenido con Espa?a. Diplom¨¢tico de toda la vida. Doctor en Leyes Internacionales. Fue ministro en la ¨¦poca de Muamar el Gadafi, (quien gobern¨® Libia desde 1969 hasta 2011). Sabe que sus costas son la ¨²ltima frontera con Europa, y que las relaciones internacionales ser¨¢n la base de su futuro, donde quiere a Espa?a de gran aliado.
?Qu¨¦ reto tiene el Ministerio de Asuntos Exteriores?
El Ministerio de Asuntos Exteriores el reto m¨¢s importante que tiene es reconocer el problema que est¨¢ teniendo. Somos un Gobierno pero que no est¨¢ reconocido. Somos un gobierno puesto por el Parlamento, reconocido internacionalmente, que representa al pueblo libio. Pero Naciones Unidas ha tra¨ªdo otro gobierno que no ha sido elegido, y se ha impuesto por la fuerza. Y a¨²n siguen violando el poder.
?Qu¨¦ es lo m¨¢s importante ahora mismo?
Lo m¨¢s importante para nosotros ahora es la paz, la paz entre los libios; que las milicias de Tr¨ªpoli dejen las armas para ir a una paz verdadera para toda Libia. Y que el ej¨¦rcito y la polic¨ªa controlen todo el pa¨ªs. Nos importa mucho el esfuerzo que est¨¢ haciendo el Ej¨¦rcito, porque est¨¢ protegiendo la inmigraci¨®n, el terrorismo, y lo hace el Ej¨¦rcito Nacional, especialmente en las costas de Libia que est¨¢ controlando el Ej¨¦rcito hacia Europa. Naciones Unidas trabaja con el Ej¨¦rcito Nacional, aparece en todos sus reportes Ej¨¦rcito Nacional Libio (ENL), y en todos los acuerdos Naciones Unidas obliga el Ej¨¦rcito a estar, porque tenemos el 80% del territorio libio.
Espa?a, Portugal, Malta, Francia, Italia, son pa¨ªses importantes para nosotros; la paz de Libia est¨¢ atada a estos pa¨ªses; si no hay paz en Libia no habr¨¢ paz en Europa. Estamos en un mismo territorio, somos vecinos, tenemos costumbres iguales, comidas muy parecidas, y tiene que haber un esfuerzo de estos pa¨ªses.
?En cuanto a las relaciones hist¨®ricas entre Espa?a y Libia?
Espa?a era muy activa en la diplomacia y no se puede permitir que haya ning¨²n problema en las relaciones libias - espa?olas hist¨®ricas. Tenemos una relaci¨®n muy grande, hist¨®rica. Siempre la relaci¨®n entre los dos pa¨ªses ha sido muy respetuosa; la sociedad, la estrategia, hay mucho cari?o entre los dos pueblos. No es una relaci¨®n cl¨¢sica, muchos libios est¨¢n casados con espa?olas, y miles viven en Espa?a. Es el mismo aire, somos vecinos.
Nosotros tenemos el poder y el dinero para entrar en asuntos de otros pa¨ªses. Podemos apoyar a partidos, crear problemas, pero nunca queremos llegar a ese punto. Lo que queremos es cero problemas con los amigos. Nuestra guerra es mantener nuestro pa¨ªs seguro, es la uni¨®n de Libia. Y este objetivo s¨®lo se puede conseguir con la seguridad que nos da el Ej¨¦rcito. Y la seguridad no puede darse sin Ej¨¦rcito o Polic¨ªa.
Queremos que se escuche a todo el mundo, y que los pa¨ªses piensen que aunque tengan inter¨¦s con Tr¨ªpoli tambi¨¦n lo tienen con Bengasi. Nuestro primer enemigo, ?qui¨¦n es? Turqu¨ªa. Pero los turcos entienden el idioma de los intereses de su pa¨ªs, y el consulado est¨¢ en Bengasi. La mayor¨ªa de las empresas est¨¢n hasta 1.500 km hasta el sur de Libia. Los italianos trabajan con Tr¨ªpoli y Bengasi, cualquier viaje que hace Meloni viene a ver al Mariscal. Como Estados Unidos est¨¢ haciendo. Espa?a tiene relaci¨®n con una parte pero hay otra parte, una que tiene el 80% del pa¨ªs, con la seguridad, con todos los pozos de petr¨®leo bajo el poder del Ej¨¦rcito, el 100%. Ellos hablan con el gobierno de Tr¨ªpoli, no con el Gobierno de Libia. Y queremos que eso cambie.
*Un conflicto diplom¨¢tico a¨²n activo hizo que desde hace meses se haya expulsado a cuatro empresas espa?olas de Bengasi que trabajaban en sectores claves de log¨ªstica, seguridad y defensa o reconstrucci¨®n, y que no haya visados disponibles para espa?oles ni sus negocios. Se busca resolver la situaci¨®n y que la normalidad empresarial sea la norma.
"Si queremos describir la pol¨ªtica de la Libia actual, las palabras ser¨ªan sorprendente e inimaginable. Han perdido una generaci¨®n en la guerra, pero el 90% del territorio est¨¢ unificado jur¨ªdica y administrativamente; buscan el tren de la modernidad de forma muy segura y a buen ritmo. Estamos acostumbrados a que las cosas siempre se hagan de la misma forma, que los comportamientos en pol¨ªtica sean siempre iguales y no se desv¨ªen mucho de lo que las doctrinas o teor¨ªas dicen. Pero hay una sorpresa: Libia¡±, nos cuenta el experto en an¨¢lisis pol¨ªtico y diplomacia corporativa Fernando Cocho.
¡°La situaci¨®n es diferente a lo visto en muchas d¨¦cadas. Quien tiene el poder no lo ejerce de forma tir¨¢nica como estamos acostumbrados que ocurra en esa zona; se intenta reconstruir un pa¨ªs incluso contando con los que hasta hace pocos a?os eran enemigos encarnizados, d¨¢ndoles puestos e integr¨¢ndolos en todas las facetas sociales; se han optado por el pragmatismo regado por la abundancia de crudo que permite reconstruir 24/7 a velocidades superiores a las de las potencias m¨¢s avanzadas; se est¨¢n reformando las l¨ªneas estrat¨¦gicas del ej¨¦rcito, ¨²nico depositario del ejercicio de la acci¨®n directa (es curioso que la polic¨ªa no vaya armada), el mismo ej¨¦rcito dotado de tecnolog¨ªas y formadores de primer nivel¡±.
¡°El tiempo dir¨¢ si lo consiguen o si las grandes potencias lo permiten, porque esta tercera v¨ªa no aparece en los manuales, deja fuera viejos intereses u opiniones muy sesgadas. Bengasi est¨¢ en paz, y Libia est¨¢ luchando por recuperar su integridad territorial. Libia no es un estado fallido y Bengasi no es, ni de lejos, el feudo militar medieval que muchos prodigan, quiz¨¢s para no perder sus intereses antes de la ¡®nueva presentaci¨®n oficial¡¯ que es inminente¡±.
¡°En cambio, Tr¨ªpoli s¨ª parece ajustarse a los libros de geopol¨ªtica de la zona. Dividida en peleas intestinas entre milicias de tribus, restos del Daesh, c¨¦lulas de los hermanos musulmanes... Con menos del 20% del territorio y sin acceso a la riqueza del crudo y los minerales, se asemeja m¨¢s al ideario colectivo sobre la regi¨®n. Les queda la opci¨®n de "integrarse" en el proyecto del General Haftar que desde Bengasi llama a la unidad nacional y el perd¨®n para la reconstrucci¨®n final. De seguir, as¨ª s¨®lo les quedar¨¢ la opci¨®n de ser un territorio dividido y fragmentado en milicias de corte tribal o islamista. La propia Turqu¨ªa que apoyaba los deseos de Tr¨ªpoli de una Libia m¨¢s ¡®tradicional¡¯ est¨¢ ahora por pragmatismo e intereses propios apoyando muy decididamente a Bengasi y sus actores pol¨ªticos¡±.
Llegados a este punto, analizamos los 5 pasos que tiene que dar Libia para convertirse en un verdadero Estado. Habr¨ªa varios indicadores que todo incipiente gobierno debe aplicar para hacerse su hueco en el mundo. ¡°El mantra siempre es el mismo: conseguir el dif¨ªcil equilibrio entre tus necesidades geopol¨ªticas emergentes, con los intereses creados de las potencias consolidadas, a¨²n cuando ¨¦stas est¨¢n en franca decadencia¡±, resalta Cocho.
Llegados a este punto, analizamos los 5 pasos que tiene que dar Libia para convertirse en un verdadero Estado. Habr¨ªa varios indicadores que todo incipiente gobierno debe aplicar para hacerse su hueco en el mundo. ¡°El mantra siempre es el mismo: conseguir el dif¨ªcil equilibrio entre tus necesidades geopol¨ªticas emergentes, con los intereses creados de las potencias consolidadas, a¨²n cuando ¨¦stas est¨¢n en franca decadencia¡±, resalta Cocho.
1. Contra Inteligencia. Conocer y tener lo m¨¢s cerca posible a todos aquellos que, de supuesta buena fe, se acercan a ayudarnos en este crecimiento. Eso, en Inteligencia, se llama penetraci¨®n o quintacolumnismo. Porque al albur de trabajar con nosotros, lo que har¨¢n ser¨¢ guiar nuestros pasos hacia lo que a medio o largo plazo, les facilite a ellos el control sobre nuestras capacidades, infraestructuras, comunicaci¨®n, o formas de crecimiento econ¨®mico. Para superar este problema, s¨®lo se puede aplicar la contrainteligencia.
2. Inteligencia Econ¨®mica. Se debe estructurar un sistema propio de generaci¨®n de narrativa, de procesos, que nos permita enmarcar todas nuestras necesidades futuras como pa¨ªs. Eso es la inteligencia econ¨®mica, que nuestras empresas y las ra¨ªces del Estado, lleguen all¨ª donde las nuestras puedan defender sus intereses, hacer relaciones bilaterales lo m¨¢s s¨®lidamente posible, sabiendo que las reglas del juego cambian permanentemente.
3. Prospectiva. Conocer nuestras capacidades presentes para convertirlas en logros futuros mediante la prospectiva de mercados. Esto, que podemos llamar ¡®business intelligence¡¯, no es m¨¢s que una gesti¨®n del conocimiento y competencias de qu¨¦ debemos hacer, cu¨¢ndo y d¨®nde. Calculando los costes, los riesgos y las oportunidades.
4. Hacer que esta cultura de inteligencia sea permeable, transversalmente a todas las ¨¢reas de la Administraci¨®n y colaborar junto con la empresa privada para unir fuerzas en aras de lo que se sol¨ªa llamar un bien com¨²n.
5. Generar un cuerpo doctrinal propio tanto de sistemas de obtenci¨®n de informaci¨®n, procesamiento de la misma para obtener datos que nos permitan una toma de decisiones que reduzcan la incertidumbre lo m¨¢s posible a nivel global.
¡°En el caso de la Libia del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional, lo ideal ser¨ªa parar y observar qui¨¦n y por qu¨¦ se acerca a nosotros, pues cada uno tendr¨¢ intereses expl¨ªcitos y ocultos que pueden o no coincidir con los nuestros. Ning¨²n pa¨ªs, ni empresa, ni siquiera las ONG, colaboran altruistamente en la creaci¨®n de las infraestructuras de un Estado. Algo siempre hay tras la generosidad de cualquier instituci¨®n, ya sea imagen, reputaci¨®n, confianza o control de la sociedad o sus recursos. Esto significa, comenzar por la contrainteligencia y ascender de manera inductiva hasta lograr un sistema nacional de inteligencia que permita la soberan¨ªa independiente de un Estado, el progreso de una sociedad, y la creaci¨®n de un lugar en el mundo, puesto que se es un pa¨ªs renacido tras una guerra. De no hacerse as¨ª, se est¨¢ condenado a ser una marioneta o una colonia econ¨®mica o cultural de intereses for¨¢neos¡±, finaliza el analista de inteligencia.