Tensi¨®n en EEUU por un nuevo globo sospechoso
El ej¨¦rcito ha monitorizado su trayectoria en su paso por Haw¨¢i, pero se descarta casi por completo que pertenezca a China.
En per¨ªodos hist¨®ricos donde hay grandes tensiones irresueltas entre grandes potencias siempre reina un peligroso clima de suspicacia. Nadie quiere tentar a la suerte, por lo que los gobiernos despliegan todos sus medios log¨ªsticos para espiar sin ser espiados. El objetivo siempre es tener un ojo vigilante sobre el rival para tratar de adelantarse a las posibles amenazas sobre la seguridad nacional. Hace unas d¨¦cadas, el mayor enemigo de Washington era la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ahora, parece que China es el rival a neutralizar.
Las agencias de inteligencia de ambos lados ponen todo su empe?o en encontrar nuevas formas de ir dos o tres pasos por delante. Uno de los episodios recientes que m¨¢s escal¨® la tensi¨®n entre norteamericanos y chinos fue el descubrimiento de un globo esp¨ªa enviado por Pek¨ªn que sobrevol¨® durante horas territorio estadounidense y canadiense. Entr¨® por Alaska y, tras un largo viaje, fue derribado sobre el vasto Estado rural de Montana.
Fue el inicio de una verdadera crisis diplom¨¢tica. La constataci¨®n p¨²blica de algo que, en el fondo, todos sab¨ªan que estaba sucediendo -y de hecho, sucede con pareja frecuencia en la direcci¨®n contraria-, China estaba espiando a los Estados Unidos. El uso de globos para este tipo de misiones est¨¢ razonablemente extendido debido a su bajo coste. Adem¨¢s, el derribo de una de estas naves, al no estar tripuladas, descarta la posibilidad de sufrir bajas humanas en el proceso de espionaje.
Posible falsa alarma
Queriendo actuar con la mayor cautela que una situaci¨®n as¨ª permite, Biden orden¨® el seguimiento de los movimientos del globo durante horas antes de, finalmente, ordenar que fuera interceptado. Un contingente de las fuerzas a¨¦reas puso fin al peregrinaje del objeto volador. Despu¨¦s, se desplegaron operativos con la misi¨®n de recuperar los restos para posterior an¨¢lisis.
Con este desagradable recuerdo a¨²n en la retina, la Casa Blanca y el Pent¨¢gono tienen sus ojos m¨¢s abiertos que nunca, en busca de posibles amenazas provenientes de terceros pa¨ªses hostiles. Por eso, cualquier leve avistamiento fuera de lo com¨²n hace saltar inmediatamente las alarmas. Un nuevo globo ha sido divisado sobre Haw¨¢i. Se desconoce la naturaleza o la propiedad del artilugio. Como medida preventiva, aeronaves estadounidenses lo siguieron, monitorizando su trayecto para determinar posibles movimientos sospechosos.
No obstante, las primeras informaciones se?alan en la direcci¨®n de una falsa alarma. Podr¨ªa tratarse de un objeto meteorol¨®gico. Pero lo que parece casi descartado es que sea un globo esp¨ªa como el interceptado en febrero, ya que no ha sobrevolado ning¨²n punto sensible que haga sospechar una amenaza para la seguridad nacional. Tampoco hay ning¨²n indicio de que la m¨¢quina pertenezca a China. Pero, en tiempos de desconfianza internacionalizada, hasta la ¨²ltima mota de polvo es mirada con lupa.