As¨ª fue el Sant¨ªsima Trinidad, el hist¨®rico buque de guerra espa?ol que fue hundido por los ingleses en Trafalgar
El nav¨ªo m¨¢s imponente de la Armada Espa?ola lleg¨® a tener 136 bater¨ªas de ca?ones repartidos entre sus cuatro cubiertas.
El buque Sant¨ªsima Trinidad es recordado no s¨®lo por su tama?o y su poder de fuego, sino tambi¨¦n como un s¨ªmbolo del poder¨ªo naval espa?ol del siglo XVIII. Su historia y participaci¨®n en batallas navales han dejado huella en la historia mar¨ªtima espa?ola e internacional.
La corona espa?ola encarg¨® su construcci¨®n a los astilleros de La Habana en el a?o 1769, por su trabajo con maderas nobles que permit¨ªan darle otro aire a las naos. Su tama?o imponente y su dise?o innovador fue de lo m¨¢s recordado, as¨ª como su resistencia en las batallas.
El dise?o fue obra del ingeniero naval irland¨¦s Matthew Mullan y del ingeniero espa?ol Romero Landa. El buque ten¨ªa cuatro puentes, que le daba una mayor capacidad de artiller¨ªa. Era el barco m¨¢s grande de su ¨¦poca.
Entre sus caracter¨ªsticas principales destacan sus 63,36 metros de eslora; 16,67 metros de manga, las 4.902 toneladas de desplazamiento, y su capacidad de armamento, al principio 120 ca?ones que m¨¢s tarde fueron ampliados a 140.
Fue fundamental su papel en numerosos enfrentamientos navales, destacando su participaci¨®n en operaciones en el Canal de la Mancha y en la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Su ¨²ltima batalla
La batalla de Trafalgar de 1805 fue uno de los momentos m¨¢s recordados de la historia naval, no s¨®lo espa?ola. El 21 de octubre de ese a?o se enfrentaron la flota combinada franco - espa?ola contra la Royal Navy brit¨¢nica, comandada por el almirante Horatio Nelson.
El Sant¨ªsima Trinidad, con sus reconocibles cuatro cubiertas y sus 140 ca?ones, era uno de los buques insignia de la flota espa?ola, bajo el mando del almirante Baltasar Hidalgo de Cisneros.
Fue la lentitud de movimiento la que aprovech¨® la armada brit¨¢nica, que durante horas castigaron a ca?onazos y hostigaron con otros buques el Sant¨ªsima Trinidad. Con el casco agujereado, 300 bajas entre la tripulaci¨®n, sin las velas, tuvieron que rendirse.
El destino quiso que, al no poder ser remolcado a puerto por la gravedad de los da?os, una tormenta que lleg¨® justo despu¨¦s hizo que se hundiera en el Atl¨¢ntico, frente a la costa de la Bah¨ªa de C¨¢diz.
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