Ni?o Becerra advierte de los ¡°errores¡± con la vivienda en Espa?a

El Gobierno ha vuelto a pactar con EH Bildu la pr¨®rroga del l¨ªmite del alquiler para el a?o 2023, con lo que los inquilinos seguir¨¢n blindados ante la subida que puedan experimentar los pisos como consecuencia de la inflaci¨®n.

Esta medida, vigente desde marzo de 2022, impide que la renta fijada en los contratos de arrendamientos urbanos aumente un 2%. Aunque en el mes de noviembre la inflaci¨®n se situ¨® en el 6,8%, cinco d¨¦cimas menos que en octubre, el mercado de la vivienda contin¨²a lastrado con las viviendas vacacionales.

El portal de b¨²squeda de viviendas Idealista ha informado de que el 21% de las habitaciones en pisos compartidos que publican en la web se alquilan en menos de 24 horas. El economista Santiago Ni?o Becerra se?ala que esto se debe a que durante el confinamiento muchos pisos tur¨ªsticos desapareciendo y ahora est¨¢n volviendo.

El ¡°mal de piedra¡±

Ni?o Becerra considera que Espa?a se ha equivocado en la estrategia inmobiliaria llevando a cabo lo que el le llama ¡°el mal de piedra¡±. Se trata de un modelo que fomenta la compra de viviendas a trav¨¦s de cr¨¦ditos bancarios.

Lo que ocurre en Espa?a es algo excepcional. En otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, como Austria o Pa¨ªses Bajos, se ha trabajado una buena pol¨ªtica de vivienda p¨²blica, algo que en Espa?a no se ha producido.

El economista considera que una subida de los precios de los alquileres es la ¨²nica soluci¨®n para el problema. El arrendamiento de pisos en periodos tur¨ªsticos tambi¨¦n ha frenado la contrataci¨®n de profesionales que no son residentes, es decir, que viene de fuera solo para trabajar. Esto se debe a que se le da prioridad a que el joven se pueda emancipar y no en que los pueblos crezcan junto con las empresas, perdiendo as¨ª la capacidad de contratar.

Adem¨¢s, Ni?o Becerra considera tambi¨¦n que en la pol¨ªtica de vivienda espa?ola hay un error de base: fomentar las viviendas tur¨ªsticas. Desde el principio se crey¨® que alquilar viviendas vacacionales a turistas de daban una renta complementaria al propietario. Ahora el problema es c¨®mo intentar cambiar esta ya costumbre en Espa?a que genera ingresos, aunque a veces sea en negro.