Mercadona recupera uno de los productos m¨¢s demandados por sus clientes
El famoso pollo kebab, que cuenta con un gran n¨²mero de devotos, ha vuelto a las estanter¨ªas del supermercado.

?xtasis descontrolado entre los clientes del Mercadona. El j¨²bilo se respira por los pasillos de los establecimientos. Los ni?os dan saltos de alegr¨ªa y las ancianas lloran emocionadas ante la realidad de un retorno largamente prometido pero muchas veces pospuesto. El elegido, el motivo por el que miles de personas hacen acopio de fuerzas para salir de la cama por las ma?anas. Hablamos, por supuesto, del pollo kebab.
Quiz¨¢s, en el p¨¢rrafo anterior, el redactor se ha dejado llevar por la exaltaci¨®n del momento y ha pecado de hiperb¨®lico. Nada de lo descrito, al menos hasta donde hemos sabido, ha sucedido de esa forma tan histri¨®nica. Ni se ha declarado la fiesta nacional ni los devotos del kebab acuden el procesi¨®n a presentar sus respetos al pollo. Pero es indudable que son legi¨®n los que se han alegrado sinceramente del reencuentro.
Desde hace mucho, era uno de los productos estrella de la cadena valenciana. Demandado por las multitudes siempre hambrientas de s¨¢ndwich turco. Sin embargo, la desesperaci¨®n inund¨® los corazones de todos ellos cuando, por razones desconocidas, las deliciosas tiras de pollo dejaron de estar disponibles. Por todas partes las buscaron, con sincera congoja y preocupaci¨®n ante la perspectiva de no volver a tener nunca entre sus manos tan preciado bien. Hab¨ªa llegado la gran sequ¨ªa del kebab.
Navaja suiza culinaria
Lo cierto es que es que, adem¨¢s de estar bastante buenas, las finas tiras son ¨²tiles y vers¨¢tiles. Una navaja suiza culinaria, incluso. Tienen mil usos. El m¨¢s evidente es el del kebab, pero hay mucho m¨¢s de lo que se ve a simple vista. Valen para pizzas, bocadillos, acompa?ando a la pasta o al arroz, en la ensalada y hasta con natillas. Aunque esto ¨²ltimo solo si eres lo que com¨²nmente se conoce como m¨¢s raro que un esquimal en bikini.
Pero puede ahora el pueblo llano respirar tranquilo de nuevo. El pollo ha regresado, no har¨¢ falta avivar los fuegos de la revuelta. La voz del hombre com¨²n ha sido escuchada. La democracia ha funcionado y se ha impuesto el clamor de la mayor¨ªa. Una mayor¨ªa que sue?a con falafels y salsa agria. Con un emparedado exquisito llegado de la lejana Constantinopla. El mundo sonr¨ªe otra vez. Los grises no son ya tan grises.