M¨¢s de 250.000 suscriptores avalan el modelo de ¨¦xito del periodismo de calidad de EL PA?S
El diario alcanza esta cifra en apenas dos a?os y medio desde el lanzamiento del modelo de pago. El objetivo es superar los 450.000 suscriptores en 2025.
Tras dos a?os y medio del lanzamiento del modelo de suscripci¨®n digital, EL PA?S supera ya los 250.000 suscriptores, una cifra que confirma del modelo de ¨¦xito del periodismo de calidad, un modelo defendido por los grandes medios internacionales, y que refrenda el camino de ¨¦xito de EL PA?S. Para el diario de habla hispana m¨¢s influyente del mundo es un hito en su transformaci¨®n y sostenibilidad, en un momento decisivo para el futuro del periodismo en el que los suscriptores se consolidan como el basti¨®n sobre el que cimentar el futuro de la prensa a nivel mundial.
Con un ritmo inusual de crecimiento, el pasado viernes EL PA?S super¨® los 214.000 suscriptores exclusivos digitales, a los que hay que sumar 33.000 de la edici¨®n impresa (la mayor¨ªa de ellos utilizan tambi¨¦n la opci¨®n digital que incluye su suscripci¨®n) y cerca de 7.000 de la versi¨®n en PDF del papel. En total, m¨¢s de 254.000. El estallido de la guerra en Ucrania a finales de febrero de este a?o y la intensa cobertura sobre el terreno de la decena de enviados especiales del peri¨®dico, unido al cambio de modelo de pago unas semanas antes, supuso un acelerador de las suscripciones que se llevaban registrando ya desde meses atr¨¢s.
Carlos N¨²?ez, presidente ejecutivo de PRISA Media y presidente y consejero delegado de EL PA?S, destaca ese crecimiento ¡°muy por encima de la media en Espa?a e incluso de grandes peri¨®dicos internacionales, a los dos a?os de lanzamiento del modelo de pago¡±, y asegura que el objetivo es superar ¡°como m¨ªnimo¡± los 450.000 suscriptores en 2025. ¡°Lo haremos con el aval de los 400 periodistas que integran la redacci¨®n y unas normas claras que defienden el rigor y la transparencia¡±. Para N¨²?ez, existen tres claves: la primera, el producto editorial -¡±si no tiene calidad, nadie va a pagar¡±-; luego, la industrializaci¨®n del proceso en la gesti¨®n de suscriptores, y tercero, una buena experiencia de usuario sin saturaci¨®n publicitaria.
Lo cierto es que los ¨²ltimos tres lustros han sido un camino pedregoso y oscuro para la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n. El modelo econ¨®mico sobre el que se sosten¨ªan, fundamentalmente la publicidad y la venta de ejemplares en el caso de los diarios impresos, comenz¨® a resquebrajarse hacia 2008. Desde entonces ha habido cambios relevantes para el sector, algunos impactando directamente al negocio -como la desaparici¨®n de los clasificados de los peri¨®dicos, por ejemplo-, otras alterando los h¨¢bitos de consumo informativo de los ciudadanos -la popularizaci¨®n de los tel¨¦fonos inteligentes- y, quiz¨¢ lo m¨¢s grave, demasiadas contribuyendo al deterioro de las democracias, la polarizaci¨®n social y la p¨¦rdida de credibilidad de los medios, con las redes sociales jugando un rol determinante. Sin embargo, hoy los suscriptores se erigen como el basti¨®n sobre el que cimentar el futuro del periodismo, en comunidad con sus cabeceras de referencia, con las que comparten valores.
En Espa?a, las cabeceras tradicionales cambiaron el paso muy tarde. EL PA?S lanz¨® su muro de pago en mayo de 2020, El Mundo seis meses antes, y antes a¨²n muchos peri¨®dicos de Vocento. La Vanguardia lo hizo en octubre de 2020 y eldiario.es, medio nativo digital, ya naci¨® con un sistema de socios que pagaban aunque la web fuera en abierto. Los datos de la industria muestran que ning¨²n diario salvo EL PA?S supera los 100.000 suscriptores digitales. Casi todos est¨¢n a¨²n lejos de esa cifra y, seg¨²n explican l¨ªderes de distintos medios, el ritmo se ha estancado en los ¨²ltimos meses.
Mercado internacional
Cuando en la industria de los medios se habla de suscripciones, todo el mundo piensa en la misma cabecera: The New York Times. Mark Thompson, un ejecutivo brit¨¢nico procedente de la BBC, se hizo cargo en 2012. El peri¨®dico contaba con medio mill¨®n de suscriptores. Cuando lo dej¨®, en 2020, estaba a punto de llegar a los seis millones. En Francia, por ejemplo, despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada cobrando por contenidos, Le Monde tiene 465.000 suscriptores digitales, y sus seguidores, Le Figaro y Mediapart, rondan los 200.000.
M¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, existe un denominador com¨²n: no hay otro camino que invertir en contenido de calidad, que invertir en periodismo, que invertir en periodistas. EL PA?S al igual que los grandes medios internacionales lleva, adem¨¢s, muchos a?os invirtiendo en el proceso de transformaci¨®n digital, adapt¨¢ndose a una nueva ¨¦poca. Despu¨¦s de pasar por diferentes etapas, se observa c¨®mo los modelos de ¨¦xito se construyen sobre los suscriptores y sobre el contenido diferencial con valor a?adido, y el terreno perdido de la edici¨®n impresa es sustituido por millones de lectores en todo el mundo y, ahora, 250.000 abonados.
El peri¨®dico, fundado en 1976, tiene un car¨¢cter m¨¢s global que nunca, con una red de corresponsales que ha permanecido intacta mientras se creaban redacciones en M¨¦xico, Colombia o se reforzaba la cobertura en Estados Unidos. Quiz¨¢ en el momento clave, EL PA?S cuenta con el equipo de periodistas cient¨ªficos m¨¢s numeroso de su historia, con especialistas en nuevas narrativas y visualizaci¨®n, expertos en cambio clim¨¢tico, 11 personas en el departamento de audio, una estrategia audiovisual en expansi¨®n, m¨¢s de 40 newsletters de alta calidad y, en definitiva, la redacci¨®n m¨¢s grande de Espa?a.
Su directora, Pepa Bueno, describe el momento: ¡°Haber alcanzado ese hito significa que es posible. Estamos construyendo una comunidad a la que le preocupan las mismas cosas que a nosotros. Los lectores nos hacen reclamaciones en las que estamos trabajando. Por ejemplo, el desaf¨ªo de los j¨®venes, o llegar a m¨¢s lectores en Am¨¦rica. Tambi¨¦n quieren ser part¨ªcipes, y aprendemos con ellos, porque durante muchos a?os nuestra relaci¨®n ha sido unidireccional¡±. A la directora de EL PA?S le preocupa la fuerte polarizaci¨®n actual: ¡°La falta de consenso sobre la realidad es muy peligrosa, y ah¨ª tenemos que emplearnos a fondo. El periodismo es fundamental para la democracia. Yo creo en las redacciones que tienen una envergadura que permita hacer un trabajo lento, de periodismo exigente. Y para eso necesitamos seguir creciendo en suscriptores¡±.
El lanzamiento del modelo de suscripci¨®n digital en EL PA?S en 2020 coincidi¨® con un tiempo de una intensidad period¨ªstica rara vez vista, que oblig¨® al peri¨®dico a emplearse a fondo en dos asuntos excepcionales: primero una pandemia de efectos devastadores, y despu¨¦s una guerra en Europa con un impacto mundial. Los dos asuntos se han desarrollado en un territorio donde la credibilidad ha sido piedra angular para los medios, con muchos intereses en juego para confundir e intoxicar a los ciudadanos. Ese esfuerzo por explicar la realidad y ser ¨²tiles a los lectores tiene probablemente mucha culpa del ¨¦xito que suponen esos 250.000 suscriptores de EL PA?S.
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