La vida de Abdul Bajandar, famoso por ser el ¡®hombre ¨¢rbol¡¯
Este ciudadano de Bangladesh padece una rara enfermedad de la que apenas se conocen contados casos en todo el mundo. Las cirug¨ªas no fueron efectivas.
Durante m¨¢s de dos a?os, Abdul Bajandar recibi¨® tratamiento en el hospital de Dacca con el fin de combatir unas extra?as verrugas que nacen de sus extremidades. Conocido como ¡®hombre ¨¢rbol¡¯, este ciudadano de Bangladesh abandon¨® hace tiempo la esperanza de poder curarse. ¡°Me dijeron que no exist¨ªa una soluci¨®n permanente a mi problema. Las verrugas volver¨ªan a los tres meses de cada operaci¨®n, por lo que tendr¨ªa que permanecer en el hospital de por vida¡±, dijo entonces.
Una de las enfermedades m¨¢s raras del mundo que cambi¨® para siempre la vida de este hombre de 32 a?os. Seg¨²n explicaron los m¨¦dicos del Hospital Universitario de Dacca, la epidermodisplasia verruciforme que sufre (de car¨¢cter hereditario y no contagiosa) no tiene una cura: las cerca de 20 operaciones que recibi¨® apenas le proporcionaban un alivio temporal.
Esta enfermedad apenas se hab¨ªa visto antes cuatro personas en todo el planeta. Una dolencia producida por una rara infecci¨®n, que viene determinada por una mutaci¨®n de algunos genes y defectos en la regulaci¨®n de zinc en las c¨¦lulas superficiales de la piel, adem¨¢s del virus del papiloma humano HPV-5 y 8.
Fue con apenas 15 a?os cuando detect¨® las primeras verrugas, que se empezaron a extender por sus piernas. Con el paso del tiempo la afecci¨®n pas¨® tambi¨¦n a las manos, cuando dejaron de parecer simples verrugas inofensivas. Entonces, qued¨® privado de poder seguir realizando su trabajo como conductor de rickshaw (un triciclo motorizado popular en el pa¨ªs).
Operaciones de riesgo
A pesar de someterse a diversas operaciones, finalmente no pudieron atajar de lleno la enfermedad. Eso s¨ª, las cirug¨ªas llevadas a cabo tuvieron sus complicaciones, como explican los cirujanos. ¡°Al principio, las operaciones fueron complicadas porque no pod¨ªamos identificar los dedos. Ten¨ªamos que tener mucho cuidado para preservar las arterias¡±.
Unas cirug¨ªas que no tuvieron el ¨¦xito deseado para el interesado, pues las protuberancias le volvieron a salir en las manos y otras partes de su cuerpo. De esta forma, ve¨ªa truncada su esperanza de recuperar su trabajo como conductor, despu¨¦s de ingresar por primera vez en el hospital a finales de enero del a?o 2016. Hace unos a?os, tambi¨¦n en Bangladesh, fueron atendidos dos hombres y un menor que padec¨ªan la misma enfermedad.
Vuelta al tratamiento
En estas operaciones consiguieron retirarle nada menos que seis kilos de verrugas de su piel, con forma de corteza de ¨¢rbol. En 2019 volvi¨® al hospital esperando una mejor¨ªa, y para ello solicit¨® que le enviaran al extranjero. ¡°Han intentado hacer lo mejor posible y han hecho muchas operaciones, pero no han ayudado¡±, asegur¨® Bajandar.
Pero desde el hospital consideran un error el hecho de que abandonara el tratamiento durante alg¨²n tiempo. ¡°Es un caso complicado y est¨¢bamos progresando, pero se fue a casa. Le ped¨ª que volviese, pero no lo hizo. Deb¨ªa haber estado aqu¨ª hace seis meses, ha vuelto demasiado tarde¡±, explic¨® entonces Samanta Lal Sen, responsable de la Unidad de Quemados y Cirug¨ªa Pl¨¢stica.