La millonaria fortuna que hereder¨¢ Carlos III: est¨¢ libre del impuesto de sucesiones
El patrimonio ligado a la corona pasar¨¢ directamente al nuevo rey, Carlos III, que estar¨¢ libre de tributar la herencia al 40%, tal y como recoge el memorando sobre fiscalidad real.
Isabel II no solo era la reina de Inglaterra, sino tambi¨¦n una de las personas m¨¢s ricas del mundo por su fortuna privada. Desde el momento en el que se anunci¨® su fallecimiento, el pasado jueves 8 de septiembre, en el Castillo de Balmoral, en Escocia, ya se sab¨ªa qui¨¦n iba a heredar la corona y, por tanto, todos los bienes asociados a ella, que pertenecen a la instituci¨®n. Sin embargo, poco se sabe hasta el momento de c¨®mo se repartir¨¢ su patrimonio privado.
Una herencia personal valorada en casi 500 millones de euros, seg¨²n ¡®Forbes¡¯. Una cifra que es independiente a los m¨¢s de 27.000 millones de euros del patrimonio de La Firma, que incluye todas las propiedades de la Casa Real brit¨¢nica. Se trata de cifras estimadas, ya que la reina no est¨¢ obligada a revelar sus finanzas privadas, por lo que hay que distinguir entre los bienes y derechos personales de Isabel II, que forman parte de su herencia, y los que pertenecen a la Corona, que pasan directamente a su sucesor.
Esta ser¨¢ la fortuna que herede Carlos III, nuevo monarca tras el fallecimiento de su madre, y que estar¨¢ libre del impuesto de sucesiones, a diferencia de lo que sucede con el resto de ciudadanos brit¨¢nicos. Las personas que hereden un patrimonio igual o superior a los 375.000 euros, estar¨¢n obligadas a pagar dicho impuesto, por el que se grava hasta un 40%.
La fortuna que obtendr¨¢ Carlos III como sucesor
El nuevo monarca heredar¨¢ el Crown Estate, un negocio inmobiliario del que recibir¨¢ el 15% de los beneficios al pertenecer a la corona, aunque su gesti¨®n se realiza de forma independiente. Dentro de ¨¦l se incluyen propiedades como la calle comercial Regent Street, en Londres, o el hip¨®dromo de Ascot, adem¨¢s de granjas, bosques o costas. ¡®Forbes¡¯ cifr¨® su valor en 19.466 millones de euros.
La segunda es el Palacio de Buckingham, con un valor total de 4.895 millones, mientras que la tercera es el Ducado de Cornualles, cuya cifra asciende hasta los 1.288 millones. Tambi¨¦n recibir¨¢ el ducado de Lancaster, cuarta propiedad m¨¢s valorada, en el que se agrupan varias propiedades que ha ido adquiriendo la familia real brit¨¢nica desde hace m¨¢s de 700 a?os. Aqu¨ª se incluyen 18.000 hect¨¢reas de tierras de nueve castillos y propiedades inmobiliarias.
Propiedades heredadas por Carlos III | Valor seg¨²n ¡®Forbes¡¯ |
---|---|
Crown Estate | 19.466 millones de euros |
Palacio de Buckingham | 4.895 millones de euros |
Ducado de Cornualles | 1.288 millones de euros |
Ducado de Lancaster | 746 millones de euros |
Palacio de Kensington | 627 millones de euros |
Estado de la Corona de Escocia | 589 millones de euros |
Por ¨²ltimo, heredar¨¢ el Palacio de Kensington (627 millones), y el Estado de la Corona de Escocia (589 millones). Adem¨¢s, el nuevo rey de Reino Unido tambi¨¦n recibe un sueldo, la llamada subvenci¨®n soberana, algo que no es habitual. Es una cantidad de dinero que cubre los costos de los viajes, seguridad, personal y mantenimiento de los palacios reales.
Memorando sobre fiscalidad real en 2013 firmado junto con el Gobierno
La raz¨®n por la cual Carlos III est¨¢ libre de pagar el impuesto de sucesiones se debe al memorando sobre fiscalidad real firmado en 2013 por la Casa Real junto con el Gobierno, dirigido entonces por el conservador David Cameron. ¡°Algunos bienes los tiene la Reina como soberana y no como particular. No se venden para obtener ingresos o capital para el uso personal de la Reina¡±.
Asimismo, recoge este documento oficial otra raz¨®n por la cual los bienes que pasan al siguiente Soberano no se gravan por el Estado. ¡°Los bienes privados, como Sandringham y Balmoral, tienen un uso tanto oficial como privado. La Monarqu¨ªa, como instituci¨®n, necesita suficientes recursos privados para que pueda seguir desempe?ando su papel tradicional en la vida nacional¡±.
Una herencia con animales marinos
Carlos III, como sucesor de la reina Isabel II, no solo recibir¨¢ bienes materiales o econ¨®micos como los mencionados en los apartados anteriores, sino que tambi¨¦n recibir¨¢ una herencia simb¨®lica entre la que se encuentran 32.000 cisnes y un n¨²mero indeterminado de delfines, ballenas y esturiones.
Desde hace m¨¢s de 800 a?os, todos estos ejemplares marinos que viven en libertad en las aguas de Reino Unido son propiedad del monarca brit¨¢nico. Se trata de una medida que se tom¨® en el Siglo XII, cuando los cisnes eran considerados un manjar y la caza furtiva amenazaba su especie.
Todos estos bienes pasan a Carlos III de forma ¨ªntegra, sin pagar impuestos ya que, seg¨²n la legislaci¨®n brit¨¢nica, las herencias que pasan de consorte a soberano (como en el caso de Felipe de Edimburgo a Isabel II) y las que pasan de soberano a soberano, como ocurre ahora, est¨¢n exentas de pagar el 40% del impuesto de sucesiones que se aplica a cualquier herencia superior a las 325.000 libras.
?Qu¨¦ ocurre con el patrimonio privado?
El inter¨¦s de la herencia de la difunta reina se centra en los bienes privados que ten¨ªa la monarca, es decir, aquellos que podr¨¢ repartir entre sus descendientes con libertad. Por norma general se pensar¨¢ que lo har¨¢ entre sus cuatro hijos: Carlos, la princesa Ana, Andr¨¦s de York y Eduardo de Wessex, adem¨¢s de sus ocho nietos. Pero no tiene por qu¨¦ ser as¨ª.
En el derecho ingl¨¦s no existen las leg¨ªtimas ni los herederos forzosos, por lo que la reina habr¨ªa tenido total libertad a la hora de repartir sus bienes privados como ella haya querido, pudiendo dejar fuera a algunos de sus hijos o nietos.
Dentro de la herencia privada de Isabel II se encuentran dos terrenos relacionados con la corona, como el Castillo de Balmoral, residencia de verano de la reina y lugar en donde muri¨®, y Sandringham, donde sol¨ªa pasar la Navidad. Tambi¨¦n se incluyen los 370 millones de libras que estima el Sunday Times, junto con una impresionante colecci¨®n de joyas y otra de sellos.
A qui¨¦n ir¨¢n a parar estos bienes seguramente no se sepa hasta dentro de muchos a?os, ya que la familia brit¨¢nica, desde 1911, ha conseguido esquivar la ley de Reino Unido que exige a sus ciudadanos que los testamentos sean p¨²blicos, por lo que las fortunas dentro de la familia real se reparten con igual discreci¨®n que los entuertos, enfrentamientos y esc¨¢ndalos. Todo se queda dentro de palacio.