La inteligencia brit¨¢nica se?ala el factor que ¡°ha dislocado¡± al ej¨¦rcito de Rusia
Reino Unido cree que el Kremlin no puede llevar a cabo sus programas de adiestramiento de tropas porque ha mandado al frente a casi todos los instructores
La guerra sigue estancada. Los dos bandos est¨¢n demostrando tener capacidad de reinvenci¨®n, y est¨¢n consiguiendo resolver de las formas m¨¢s imaginativas los graves varapalos que van surgiendo mientras avanza la contienda. Ucrania tiene la dif¨ªcil tarea de organizar la defensa de las zonas asediadas casi sobre la marcha y, en ocasiones, con un n¨²mero de efectivos sustancialmente menor. Rusia debe combatir con un nuevo enemigo: el desabastecimiento.
La situaci¨®n es preocupante para los soldados desplegados por el Kremlin. El propio l¨ªder del Grupo Wagner lleva meses desga?it¨¢ndose tratando de llamar la atenci¨®n de los altos oficiales del ejecutivo de Putin. Y es que a los atacantes les crecen los enanos. Cada vez es m¨¢s evidente y acuciante que la falta de munici¨®n est¨¢ ralentizando enormemente el avance, que est¨¢ siendo mucho m¨¢s duro, inc¨®modo y pedregoso de lo que se vaticin¨®.
Adem¨¢s, Rusia ha estado muy sola a lo largo de este a?o de guerreos. Su gran aliado natural, China, mucho m¨¢s potente econ¨®mica y militarmente, ha preferido hasta ahora mantener una prudencial distancia para evitar, dentro de lo posible, que los acontecimientos la salpiquen. Verse inmersa en a¨²n m¨¢s tensiones diplom¨¢ticas de las que ya tiene, y adem¨¢s por un conflicto que en el fondo no le ata?e m¨¢s que tangencialmente, no parece, de momento, una opci¨®n para Pek¨ªn. El ajedrecista de la geopol¨ªtica, Xi Jinping, jam¨¢s da puntada sin estar seguro de si tiene hilo.
Reclutas sin instructor
El ¨²nico hombro que se ha arrimado a Putin y los suyos ha sido el de Lukashenko. Caudillo bielorruso de apariencias y apetencias posovi¨¦ticas, su gobierno es considerado por Occidente como un ¨®rgano sat¨¦lite del Kremlin. La connivencia -y la convivencia- entre estos dos vecinos ha sido total. Aunque Bielorrusia no ha entrado activamente en la guerra, en sus territorios est¨¢n desplegadas y acampadas miles de tropas de Mosc¨², que usan la frontera con Ucrania como punto de partida de buena parte de sus ofensivas terrestres.
No obstante, nada se le escapa al suspicaz servicio de inteligencia de Reino Unido, que desde el inicio del conflicto ha estado prestando inestimable ayuda al bando ucraniano, poniendo todas sus fuentes y su log¨ªstica al servicio de Kiev para hacer m¨¢s f¨¢cil la elaboraci¨®n de una estrategia defensiva. Peri¨®dicamente, el ministerio de Defensa hace p¨²blico desde Londres un informe que actualiza el estado general de la guerra y da detalles sobre la situaci¨®n de las tropas invasoras. Las ¨²ltimas luces arrojadas indicar¨ªan nuevos quebraderos de cabeza para Putin.
Se cree que Rusia habr¨ªa desplegado a la mayor¨ªa de sus instructores militares, lo que ahora le estar¨ªa dificultando enormemente llevar a cabo los planes de adiestramiento de los nuevos efectivos movilizados que no tienen experiencia. De momento, el Kremlin est¨¢ apoy¨¢ndose en los mucho menos curtidos mentores del ejercito bielorruso, que estar¨ªan sirviendo como parche instruyendo a los ej¨¦rcitos de Mosc¨² hasta que el gobierno encuentre una forma de reconstruir sus protocolos de entrenamiento de reclutas.