La CIA advierte a Rusia
El directo de los servicios secretos de Estados Unidos se re¨²ne con su hom¨®logo ruso para advertirle en contra del uso de este tipo de armamento.
El posible uso de armamento nuclear en el conflicto entre Rusia y Ucrania ha estado sobre la mesa pr¨¢cticamente desde el primer d¨ªa. Desde el momento en que el presidente ruso, Vladimir Putin, puso en ¡°r¨¦gimen especial de servicio¡± a sus fuerzas de contenci¨®n, all¨¢ por el mes de febrero, la sombra de un posible ataque nuclear ha sobrevolado Ucrania.
Con el paso del tiempo ha habido situaciones de mayor o menor tensi¨®n entre ambos pa¨ªses, siendo el ¨²ltimo episodio destacado la derrota de Rusia en la ciudad de Jers¨®n. Durante estos meses son varios los actores de otros pa¨ªses los que han intentado mediar para evitar una escalada descontrolada de la tensi¨®n, principalmente desde Turqu¨ªa. Ahora es en ese pa¨ªs donde se han reunido el director de la CIA, William Burns, con su hom¨®logo de los servicios secretos rusos, Sergu¨¦i Narishki, con el fin de advertirle contra e uso de este tipo de armamento.
Una reuni¨®n, celebrada en Ankara, que ha sido confirmada por un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Previamente, el peri¨®dico ruso Kommersant hab¨ªa informado del encuentro, que se produce en mitad de diferentes contactos a nivel diplom¨¢tico para abordar la situaci¨®n en el pa¨ªs del este de Europa. Sobre todo, despu¨¦s de la mencionada salida del ej¨¦rcito ruso de Jers¨®n, la ¨²nica capital de provincia que hab¨ªan conseguido tomar desde el inicio de la ofensiva.
La contraofensiva de Ucrania le ha permitido al pa¨ªs de Volod¨ªmir Zelenski recuperar poco a poco diferentes territorios, culminando hasta ahora en Jers¨®n, una de las cuatro regiones (junto a Donetsk, Lugansk y Zaporiyia) que Rusia se anexion¨® tras la celebraci¨®n de referendos tildados de ilegales por la comunidad internacional.
Ucrania, reticente a negociar
Desde el lado ruso del conflicto han insinuado, en diferentes momentos, la posibilidad de recurrir a este tipo de armamento nuclear t¨¢ctico. Lo har¨ªan en caso de que su integridad como pa¨ªs se viera amenazada, o bien para defender sus territorios (entre ellos, las cuatro regiones anexionadas). La Casa Blanca teme que los diferentes contratiempos sufridos en el campo de batalla lleven al Kremlin a su uso.
Por ahora, el Consejo de Seguridad Nacional asegura que dicho encuentro no ha incluido negociaci¨®n ni di¨¢logo sobre el posible fin de la guerra. Estados Unidos ha insistido este tiempo al presidente ucranio para que negocie con Rusia (algo a lo que se neg¨® mientras estuviera Putin al frente), aunque son sabedores de que debe ser Ucrania quien decida si quiere negociar, cu¨¢ndo y con qu¨¦ condiciones.
Por el momento, Kiev no lo tiene claro: no est¨¢n dispuestos a negociar, y menos todav¨ªa con las recientes victorias en el tablero desde que iniciase su exitosa contraofensiva. Ucrania considera que, tras recuperar miles de kil¨®metros cuadrados a Rusia, todav¨ªa pueden recuperar m¨¢s, incluyendo la pen¨ªnsula de Crimea, anexionada por Mosc¨² en el a?o 2014.
Por otro lado, desde Kiev consideran que Rusia no es un interlocutor de buena fe, lo que puede afectar a unas posibles negociaciones para la paz. Igual forma de pensar tienen en Washington, si bien algunas figuras relevantes de la Administraci¨®n creen que lo conseguido sobre el terreno puede ser aprovechado a la hora de negociar con Rusia, toda vez que se acerca el invierno y el conflicto podr¨ªa no resolverse por la v¨ªa militar.
¡°El problema con estos contactos recientemente ha sido la impresi¨®n en la parte estadounidense de que hablar con los altos funcionarios en el Kremlin a veces se siente como hablar con una pantalla de televisi¨®n que reproduce propaganda rusa. Pero quiz¨¢s tras lo de Jers¨®n sea diferente¡±, explica Alexander Gab¨²ev, analista del Carnegia Endowment for International Peace.