Expertos piden pausar el desarrollo de la Inteligencia Artificial?

Desde Terminator hasta 2001: Una odisea del espacio pasando por Blade Runner o la m¨¢s reciente Ex-Machina, son muchos los ejemplos en la cultura popular de un miedo cada vez m¨¢s extendido, el de ser superados por la m¨¢quina. Los avances en la sofisticaci¨®n del campo tecnol¨®gico han sido, en apenas unos a?os, exponenciales y desorbitados. Algunas de las mejores mentes de la especie han trabajado con tes¨®n met¨®dico para conseguir un ma?ana que, sin embargo, est¨¢ amenazando con llegar antes de tiempo.

Fueron millones los que se quedaron con la boca abierta y ojos de plato cuando vieron la rapidez y facilidad de aprendizaje del ya celeb¨¦rrimo ChatGPT. Esta Inteligencia Artificial absorbe conocimientos a trav¨¦s de interacciones con humanos, creando una cartograf¨ªa invisible del saber que incorpora las informaciones a sus entra?as para crecer y ampliarse. En otras palabras, es capaz de imitar tan bien al hombre que, en ocasiones, hace asomar sombras de sospecha y amenaza.

Pero esta nueva herramienta, aunque vistosa por su funcionamiento e interactividad, no es m¨¢s que la punta de un iceberg cada vez m¨¢s orondo y afilado. El campo de Inteligencia Artificial es de tan reciente cu?o y cultivo que adolece a¨²n de una flagrante falta de regulaci¨®n. Como en los viejos campos del Salvaje Oeste, impera el quien lo encuentra se lo queda, y basta con proclamar en voz alta tus derechos de propiedad sobre un terru?o para que sea tuyo.

Amenaza incipiente

Se ha llegado a esta situaci¨®n aguijonada no tanto por falta de ¨¢nimo de los legisladores (al menos no de todos), sino m¨¢s bien porque el desenvolver de la realidad est¨¢ resultando m¨¢s r¨¢pido que los mecanismos sociales de estandarizaci¨®n y arbitraje. En otras palabras, surgen cada d¨ªa nuevas invenciones hasta ahora desconocidas a un ritmo tan fren¨¦tico que los gobiernos e instituciones no tienen tiempo a reaccionar y encontrar encajes o limitaciones para el sector.

Algunos expertos advierten de que la desregulaci¨®n ha ido demasiado lejos, y se muestran seriamente preocupados por las potenciales implicaciones negativas que podr¨ªa tener para la civilizaci¨®n la construcci¨®n de una red de Inteligencias Artificiales que no responda ante ning¨²n ente de inquebrantable autoridad superior. Por eso, este lobby de nueva creaci¨®n ha pasado a la acci¨®n. M¨¢s de 1.000 personalidades y expertos relacionados con el campo de la innovaci¨®n tecnol¨®gica han suscrito una carta en la que exigen imponer cotos al desarrollo de las IA.

Entre los firmantes hay figuras como Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo, o Steve Wozniak, cofundador de Apple. Lo que se cristaliza en el texto es una sincera preocupaci¨®n por un problema que es grave y acuciante, y que como tal precisa de una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional y de los gobiernos de las naciones. El documento pide, adem¨¢s, un par¨®n de seis meses en todas las investigaciones que se est¨¦n desarrollando en este ¨¢rea para tener tiempo de evaluar el alcance y la extensi¨®n de las amenazas a las que se podr¨ªan enfrentar las civilizaciones modernas.