El Valle de la Muerte sufre un fen¨®meno que sucede una vez cada 1.000 a?os
Es uno de los lugares m¨¢s secos de la Tierra, y registr¨® el 75% de la lluvia que cae en un a?o en solo tres horas. Una semana despu¨¦s, las carreteras siguen cortadas.


El Valle de la Muerte se ha inundado. Una lluvia torrencial hizo que lo que suele ser un desierto se convierte en unas cataratas. Podr¨ªa ser un evento del verano m¨¢s, sino fuera porque registr¨® el 75% de la lluvia que cae en un a?o en solo tres horas.
Esta zona de California suele marcar temperaturas a la sombra de 50 grados. Est¨¢ considerado el lugar m¨¢s seco de Estados Unidos. Y hace apenas unos d¨ªas las lluvias torrenciales lo convirtieron en algo ¨²nico, ocurri¨® un hecho documentado una vez en 1.000 a?os.
Esta semana ha sido especialmente diferente a nivel climatol¨®gico en Estados Unidos. Tormentas torrenciales han ocurrido en St. Louis el 25 y 26 de julio, en el este de Kentucky el 28 de julio, en el sur de Illinois el 2 de agosto y ahora Death Valley el 5 de agosto.
El experto en clima Colin McCarthy avisa sobre lo que va a ocurrir en California, y no va a ser un terremoto devastador el que destruya todo. Sino ¡°una terrible megainundaci¨®n alimentada por el cambio clim¨¢tico que causar¨¢ cerca de 1 bill¨®n de d¨®lares en da?os econ¨®micos¡±.
Daniel Berc, meteor¨®logo del Servicio Nacional de Las Vegas, detall¨®: ¡°Un suceso de 1.000 a?os no significa que ocurra una vez cada 1.000 a?os, sino que hay un 0,1% de posibilidades de que ocurra en un a?o determinado¡±. En solo tres horas de tormenta, cayeron unos 37 litros por metro cuadrado, el equivalente al 75% del volumen de precipitaciones anuales.
Fue tal el desastre, que una semana despu¨¦s la mayor¨ªa de las carreteras del parque siguen cerradas por las inundaciones y los da?os provocados. Incluso las tuber¨ªas de agua de la zona quedaron destruidas.
?Qu¨¦ es ARkStorm 2.0?
En los ¨²ltimos a?os, California ha experimentado una gran cantidad de sequ¨ªas hist¨®ricamente severas, escasez de agua e incendios forestales devastadores. El precedente m¨¢s obvio de una megainundaci¨®n en California ocurri¨® en 1861-1862, una secuencia de tormentas de varias semanas que luego se conoci¨® como la ¡°Gran Inundaci¨®n de 1862¡å.
Ese evento, que inund¨® vastas franjas del entonces incipiente estado de California, incluido un tramo de m¨¢s de 400 kil¨®metros de largo del Valle Central, que afect¨® a grandes porciones del actual metro de Los ?ngeles y pr¨¢cticamente todos los estrechos valles fluviales en todo el estado, no es el evento de inundaci¨®n f¨ªsicamente m¨¢s grande posible en esta regi¨®n.
Hay evidencia de dep¨®sitos de sedimentos de r¨ªos costeros y de la bah¨ªa de m¨²ltiples eventos m¨¢s grandes en el ¨²ltimo milenio. Y fue precisamente este evento que proporcion¨® la motivaci¨®n para un escenario de tormenta extrema e inundaci¨®n catastr¨®fica en 2011 , conocido como ¡°ARkStorm¡± , que fue desarrollado por un amplio consorcio de cient¨ªficos del USGS, la Universidad de California, el Instituto de Investigaci¨®n del Desierto y otras instituciones.
En ¨²ltima instancia, se descubri¨® que una recurrencia tan moderna dar¨ªa como resultado inundaciones catastr¨®ficas y generalizadas en todo California, lo que probablemente causar¨ªa da?os, interrupciones y p¨¦rdidas econ¨®micas mucho mayores que un terremoto de gran magnitud cerca de una de las principales ¨¢reas urbanas de California.
Las predicciones son catastr¨®ficas. Pero es importante recordar que las megainundaciones de California han ocurrido desde tiempos inmemoriales; no necesitamos invocar el cambio clim¨¢tico para saber que las lluvias excepcionales ciertamente pueden ocurrir en esta parte del mundo, incluso en un clima m¨¢s fr¨ªo sin la influencia de los humanos. Pero el cambio clim¨¢tico est¨¢ aumentando dr¨¢sticamente las probabilidades de que ocurra una inundaci¨®n de muy alta magnitud. El riesgo de un evento de megatormenta en California aumenta aproximadamente de forma lineal con el calentamiento global. El cambio clim¨¢tico, hasta la fecha, ya ha duplicado el riesgo en relaci¨®n con hace un siglo.