El misterio de los centenares de ping¨¹inos muertos en costas de Nueva Zelanda
Desde el pasado mes de mayo m¨¢s de 500 ejemplares de esta especie, la m¨¢s peque?a del mundo, han aparecido muertos por inanici¨®n en las costas del norte.
Las autoridades de Nueva Zelanda andan desconcertadas con los numerosos ejemplares de ping¨¹inos azules hallados muertos en las playas. Se ha procedido ya a la apertura de una investigaci¨®n para esclarecer las causas de estos fallecimientos. Tambi¨¦n conocidos como Korora, han sido recogidos y fotografiados para la pertinente investigaci¨®n.
Estas aves se caracterizan por su distintivo plumaje de color azul brillante, y fueron encontradas en Ninety Mile Beach, durante la semana pasada. Fue el ¨²ltimo episodio de este tipo, en el que se encontraron hasta 183 ejemplares, pero desde comienzos de mayo se estima que han aparecido ya m¨¢s de 500. Se trata de los ping¨¹inos m¨¢s peque?os del mundo, y son aut¨®ctonos del pa¨ªs oce¨¢nico.
Especialmente, son m¨¢s comunes en las costas del norte, aunque en los ¨²ltimos tiempos el Departamento de Conservaci¨®n (DoC) clasifica a la especie como ¡°en riesgo, en declive¡±. Y es que la semana pasada lleg¨® el n¨²mero 183 en la citada playa neozelandesa, despu¨¦s de que se hallaran m¨¢s de un centenar en estado de descomposici¨®n. Pero no solo all¨ª, tambi¨¦n otros 40 en Tokerau Beach, y 20 m¨¢s confirmados por el departamento de Nueva Zelanda.
Fallecidos por inanici¨®n
En los diversos grupos de la regi¨®n de Northland, los vecinos se hacen preguntas sobre el por qu¨¦ de estas muertes en una cantidad tan alta. ?Es cosa de los pescadores? ?El agua est¨¢ contaminada? ?Se debe a una enfermedad? Las autoridades locales, tras los primeros an¨¢lisis preliminares a algunos de los restos encontrados, confirman que murieron por inanici¨®n.
Graham Taylor, asesor cient¨ªfico principal del DoC, considera que m¨¢s de 500 ping¨¹inos de la especie Eudyptula minor (de una altura de unos 25 cent¨ªmetros) han aparecido varados en las costas desde principios del mes de mayo, en una cifra que se acerca ya al millar. ¡°Es imposible dar un n¨²mero exacto, principalmente porque algunas son encontradas y enterradas por personas¡±.
A comienzos de a?o, el Ministerio de Industrias Primarias decidi¨® analizar algunas de las aves muertas, por si se trataba de un nuevo virus o enfermedad que estuviera acabando con las colonias. Al no encontrar rastro de infecciones ni toxinas, confirmaron que murieron de hambre. ¡°Se encontr¨® que todos los cuerpos ten¨ªan un peso muy bajo. Estas aves deber¨ªan pesar alrededor de 800 a 1,000 gramos, pero hab¨ªan bajado alrededor de la mitad de ese peso. No hab¨ªa grasa corporal en ellos, apenas hab¨ªa m¨²sculo¡±.
Cambio clim¨¢tico
Cuando no cuentan con la grasa necesaria para mantenerse calientes, las aves mueren por inanici¨®n o por hipotermia. Seg¨²n el Departamento de Conservaci¨®n, los Korora no est¨¢n muriendo de hambre por la sobrepesca, sino que tiene que ver con el cambio clim¨¢tico. El agua est¨¢ demasiado caliente para los peces de los que se alimentan. No en vano, el a?o pasado se alcanzaron las temperaturas oce¨¢nicas m¨¢s altas jam¨¢s registradas. Y este era el sexto a?o que se bat¨ªa dicho r¨¦cord, que ha ido en aumento.
Con un agua m¨¢s caliente, estos peces se adentran en busca de una m¨¢s fr¨ªa o directamente abandonan la zona. El problema, explica Taylor, que estos ping¨¹inos no se pueden sumergir a altas profundidades. ¡°Esta peque?a especie de ping¨¹ino puede sumergirse hasta 20 o 30 metros de manera rutinaria, pero no es tan bueno para sumergirse mucho m¨¢s profundo que eso¡±.
Cada cierto tiempo se producen este tipo de eventos, con muertes masivas de aves debido a fuertes tormentas, olas de calor o diversos eventos clim¨¢ticos. Pero, seg¨²n el cient¨ªfico, ahora la frecuencia es mayor: si antes ocurr¨ªa una vez por d¨¦cada, ahora puede darse tres veces en diez a?os.