El humo negro de Campanar
El mayor incendio en la historia reciente de Valencia sigue golpeando tres d¨ªas despu¨¦s. La fotograf¨ªa de la estructura que queda en pie es dura. Testigos directos reconstruyen para AS todo lo que ocurri¨® desde la tarde del jueves.
La fotograf¨ªa del siniestro es dura. El d¨ªa despu¨¦s del incendio, el edificio de Campanar que ha mantenido en vilo a todo el pa¨ªs, sigue humeando. Ya no asoman las llamas que con virulencia han arrasado todo rastro de vida desde la tarde del jueves, pero la estela del drama sigue ah¨ª.
La fachada se muestra al fondo imponente. Sin ventanas. Negra y vac¨ªa. El viento racheado mantiene todav¨ªa las cenizas en el aire. Y s¨®lo los bomberos o la polic¨ªa cient¨ªfica asoman de cuando en cuando en una estructura que dibuja un escenario tenebroso. Enfundados en trajes ign¨ªfugos y ya en labores poco esperanzadoras, caminan sobre el esqueleto a¨²n caliente del edificio.
Hoy, tres d¨ªas despu¨¦s, Valencia sigue de luto. Sin consuelo ni descanso. El mayor incendio en la historia reciente del a ciudad sigue golpeando. Diez v¨ªctimas confirmadas. Quince heridos. M¨¢s de 400 afectados. Veintis¨¦is plantas en ruinas. Ciento treinta y ocho viviendas destruidas. Y el futuro de las familias por reconstruir.
¡°Una pel¨ªcula de terror¡±, ¡°un desastre total¡± y la ¡°tristeza de ver arder tu vida¡±
¡°Fue una pel¨ªcula de terror. Todo ocurri¨® en cuesti¨®n de veinte minutos. Era como estar en un campo de guerra¡±, rememora Mauricio. ?l fue testigo directo del drama desde la cafeter¨ªa Maestro Rodrigo donde trabaja, con visi¨®n directa en diagonal del inmueble. ¡°Esto es muy triste¡±, admite al Diario AS.
¡°Est¨¢ toda Valencia en shock. A¨²n estamos todos reaccionando. Me sorprendi¨® la rapidez con la que prendi¨®. Los vecinos que se han quedado sin nada, que haya habido muertos¡ Tiene que ser horrible. Intento ponerme en la piel de ellos y es imposible¡±, asevera Natividad San Mart¨ªn. Vive en el barrio y se sorprendi¨® al ver el humo desde el hospital cercano en el que trabaja como auxiliar.
¡°Hac¨ªa mucho viento. La velocidad hac¨ªa que se quemara a tope. Los inquilinos se han quedado sin nada. En la calle¡ Parec¨ªa una falla por c¨®mo ard¨ªa. Un desastre total¡±, relata Guillermo, tambi¨¦n vecino de Campanar. A ¨¦l le avis¨® su hijo. ¡°Me llam¨® por tel¨¦fono. Estaba asustado¡±, recuerda.
En la calle la impresi¨®n de los vecinos del barrio se entremezcla con la intriga de los curiosos y el murmullo de periodistas y reporteros gr¨¢ficos llegados de todos los puntos de la geograf¨ªa nacional. Y los testimonios de los vecinos que lograron escapar de las llamas retratan la tragedia.
¡°Los que logramos salir estamos con lo puesto. Es muy triste ver arder tu vida¡±, cuenta emocionada y con l¨¢grimas en los ojos Mar¨ªa Eugenia Angulo. Ella hab¨ªa salido unos minutos antes de que se iniciara el fuego. En el piso hab¨ªan quedado su marido, su hermano y su cu?ada. ¡°Maru, vuelve. La finca se est¨¢ quemando¡±, le contaron por tel¨¦fono.
M¨¢s informaci¨®n
A pesar de los esfuerzos de algunos propietarios por rescatarlos a tiempo antes de que las llamas se propagaran por completo, muchos quedaron atrapados.
Los vecinos recibieron la confirmaci¨®n de que los autom¨®viles se encontraban en buen estado, siendo las ¨²nicas pertenencias que sobrevivieron al incendio, seg¨²n adelant¨® ¡®Las Provincias¡¯. Ayer, fueron a recogerlos.
Bomberos y psic¨®logos
El rescate de la pareja de vecinos desde un balc¨®n sigue en la memoria colectiva. ¡°Lo vi en directo. Hab¨ªa gente atrapada. Fue terrible hasta que los bomberos los rescataron, recuerda Patricia Ma?as. Ella escap¨® justo a tiempo por las escaleras mientras los bomberos sub¨ªan. ¡°Hicieron lo que pudieron. Los bomberos se hab¨ªan metido en un infierno¡±, concede Esther G¨®mez, otra de las vecinas que salvaron la vida. ¡°Lo que hemos hecho es agradecer. Estamos vivos¡±, se consuela Angulo.
Mientras las labores de extinci¨®n continuaban el jueves, abajo los vecinos recib¨ªan una primera atenci¨®n de los servicios de emergencia. ¡°Nuestra labor principal es el acompa?amiento emocional. Han pasado por una situaci¨®n traum¨¢tica y hay que estar al lado de las personas. Escucharlas. Se encuentran en una situaci¨®n de incertidumbre enorme o, por desgracia, de certidumbre. Y es un proceso largo. Este es un primer momento, pero luego vendr¨¢n otros pasos. Estamos todos con el coraz¨®n en un pu?o. La visi¨®n del edificio creo que no deja a a ninguna persona indiferente. Yo estoy bastante afectado. Creo que todos nos vemos con esas familias en ese piso. Es una de las situaciones m¨¢s dif¨ªciles que me ha tocado vivir¡±, admite con emoci¨®n contenida Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, coordinador auton¨®mico de Cruz Roja.
¡°Iremos d¨ªa a d¨ªa y nada m¨¢s. Estamos bien y sanas, que es lo m¨¢s importante¡±, apunta con resignaci¨®n Pilar Miralles junto a su hija. Apenas han dormido y est¨¢n muy cansadas. ¡°Cuando vi que hab¨ªa desaparecidos piensas en si no te llegan a avisar o si no te da tiempo a sacar a los ni?os¡No puedo dejar de llorar desde el incendio. He estado hablando con los psic¨®logos y voy mejor¡±, cuenta Ma?as.
La importante labor de los voluntarios
Vecinos llegados de otros pueblos cargan por las calles aleda?as con bolsas. Llevan ropa, calzado, medicinas, gasas¡ Piden solidaridad a toda la ciudad de Valencia ante la dimensi¨®n de la tragedia. Algunos han aparcado incluso su jornada laboral para ayudar.
Muy cerca de la zona cero, la sede de la Falla Maestro Rodrigo bulle. Los j¨®venes tambi¨¦n se vuelcan con los afectados. Pantalones, camisetas, abrigos, alg¨²n juguete¡ ¡°Casi todos somos vecinos de Campanar y falleros. Somos una familia. Y toda la gente que viene la acogemos para que nos ayude. Los j¨®venes nos hemos implicado¡±, cuenta Adriana Hern¨¢ndez.
Unos clasifican. Otros cierran cajas. Y otros las cargan. Algunos han cambiado sus clases por ayudar a los vecinos del barrio. ¡°Se habilit¨® el centro de Valientes. Nos han llamado porque estaban desbordados. Y hemos habilitado la Falla. Hemos estado separando todo por categor¨ªas¡±, relata Marcos Torrent¨ª.
Las ayudas llegan y el hotel asoma como primer techo provisional a la espera de nuevas viviendas donde reubicar a las familias. ¡°El ayuntamiento se puso en contacto y nosotros con la asociaci¨®n hotelera valenciana ofrecimos ayuda para dar cobijo a todos los afectados que pudi¨¦ramos. Lo ampliaremos el tiempo que haga falta hasta que encuentren algo. El ayuntamiento puede que tenga alojamientos alternativos donde puedan estar algo mejor. La ciudadan¨ªa valenciana ha sido espectacular. Los afectados nos lo dec¨ªan. Toda Valencia, e incluso toda Espa?a, se ha volcado¡±, relata Javier Vall¨¦s, director de SH Hoteles.
El futuro
Los afectados siguen en busca de respuestas. En el proceso de asimilar para rearmar sus vidas. ¡°No se explica lo que ha pasado. Las casas se incendian, se apaga el fuego y ya est¨¢. Esto no tiene sentido¡±, lamenta Ma?as.
¡°Queremos lo mismo que ten¨ªamos. Necesitamos lo mismo, no la mitad, que es lo que ofrecen las compa?¨ªas. Este piso costaba 300.000 euros y ahora ofrecen 108.000. Eso no puede ser¡±, sentencia Piar Miralles.
Es el trauma de una zona crecida al albor del boom inmobiliario y conocida por la falla del mill¨®n de euros. Se apagaron las llamas, pero en Campanar a¨²n queda el rastro del humo negro.