El elemento original que conservan las estaciones de Metro de Cuatro Caminos y Tirso de Molina
De las 302 paradas que tiene Metro de Madrid, tan solo hay dos que mantienen la balaustrada de granito, la barandilla de piedra del exterior.
![Maquinista del Metro de Madrid](https://img.asmedia.epimg.net/resizer/v2/W6Z7LBIU5JF7BCIWVBQYFU4WEQ.jpg?auth=fd49a2268054e38ada8cc155d90c1b3ccdef6d7d421026f548c8ba67f0ff5475&width=360&height=203&smart=true)
El Metro de Madrid es una red de trenes subterr¨¢neos que puede presumir del crecimiento que ha experimentado desde su inauguraci¨®n, en 1919. La primera conexi¨®n se dio entre las estaciones de Cuatro Caminos y Sol, y m¨¢s de 100 a?os despu¨¦s el suburbano llega a 12 municipios de Madrid, en los que m¨¢s del 75% de sus habitantes tiene una boca de Metro a menos de 600 metros de su hogar, seg¨²n la web de Metro.
Hoy en d¨ªa, la red cuenta con 302 estaciones que abarcan un recorrido total de 294 kil¨®metros. Seg¨²n Metro, la red subterr¨¢nea madrile?a es la quinta del mundo con m¨¢s paradas, solo por detr¨¢s de Londres, Nueva York, Shangh¨¢i y Par¨ªs. A pesar del gran n¨²mero de estaciones, tan solo hay dos, Cuatro Caminos y Tirso de Molina, que cuentan con una peculiaridad.
Ambas mantienen parte de los elementos que tuvieron las estaciones originales. Por ejemplo, todav¨ªa puede verse la balaustrada de granito (la barandilla de piedra) que da pie a la boca de Metro de Tirso y Cuatro Caminos.
Pero el caso de Tirso de Molina es m¨¢s especial. En el interior de la parada podemos encontrar un despliegue de azulejos blancos con reflejos de oro y cobre. Pero quiz¨¢s lo m¨¢s sorprende de la parada es el escudo de Madrid hecho de bronce sobre un mosaico que vemos nada m¨¢s bajar las escaleras.
La estaci¨®n de Tirso de Molina fue inaugurada el 26 de diciembre de 1921, entonces ten¨ªa el nombre de ¡°Progreso¡± y sus andenes med¨ªan 60 metros. El nombre cambi¨® en 1939 en honor al fraile y escritor que vivi¨® en el convento de la Merced, que se encontraba en ese lugar. Seg¨²n explica la web L¨ªneas del Metro, en la estaci¨®n se encontraron restos de los frailes dominicos del convento, cuyos f¨®siles fueron lapidados al recubrirlos con azulejos.
Las leyendas, siempre tan tenebrosas, aseguran que todav¨ªa pueden escucharse las voces de los frailes al llegar la medianoche.